Explosiones y deudas: la modernizaci¨®n fallida del Metro de Caracas
Espa?a reclamar¨¢ a Venezuela una indemnizaci¨®n de 138 millones de euros por el incumplimiento de la rehabilitaci¨®n del subterr¨¢neo contratada a un consorcio espa?ol
El humo comenz¨® a entrar en el vag¨®n sin aire acondicionado, repleto como siempre a media tarde. El tren casi estaba llegando a la estaci¨®n, chirriaba contra los rieles y echaba chispas. Sonaba como una explosi¨®n y pintaba como una tragedia. Los botones de alarma para pedir la apertura de puertas fueron apretados con desesperaci¨®n por los pasajeros ahogados. Algunos lloraban de p¨¢nico, mientras otros golpeaban las ventanas y puertas del tren para salir. Entre vidrios rotos comenz¨® una nueva estampida en el Metro de Caracas. Este es el relato que recogieron las redes sociales de una de las recurrentes aver¨ªas en el sistema de transporte ocurrida en la estaci¨®n Los Dos Caminos el 14 de octubre pasado, similar a otras 14 que se han registrado este a?o; la ¨²ltima, hace una semana.
El subterr¨¢neo caraque?o funciona como un cacharro. Hace una d¨¦cada el Gobierno venezolano contrat¨® una costosa rehabilitaci¨®n con un consorcio de empresas espa?olas, que este a?o ha apelado a la Compa?¨ªa Espa?ola de Seguros de Cr¨¦dito a la Exportaci¨®n (CESCE) para reclamar una indemnizaci¨®n por el incumplimiento de un contrato para la modernizaci¨®n de la L¨ªnea 1 del Metro de Caracas, la m¨¢s extensa de la ciudad. Ahora Espa?a reclamar¨¢ a Venezuela una deuda de 138 millones de euros, como se?al¨® esta semana ante el Congreso el secretario de Estado de Econom¨ªa y Apoyo a la Empresa, Gonzalo Garc¨ªa Andr¨¦s.
¡°Este es el resultado de una operaci¨®n de aseguramiento de cobertura antigua por parte de la CESCE. El siniestro ya se hab¨ªa producido en el a?o 2009, pero no solicit¨® una indemnizaci¨®n a la espera de si se pod¨ªa ejecutar la obra finalmente. Ahora la situaci¨®n ha cambiado porque ya se ha producido la reclamaci¨®n de indemnizaci¨®n¡±, explic¨® el funcionario. La CESCE es un instrumento para dar protecci¨®n y cobertura a las empresas espa?olas en contratos con terceros pa¨ªses.
En 2008, el Gobierno de Hugo Ch¨¢vez ¡ªcon Diosdado Cabello como ministro de Infraestructura¡ª firm¨® un contrato por 1.500 millones de euros con la Uni¨®n Temporal de Empresas (UTE) Consorcio Sistemas para Metro, conformado por CAF, Dimetronic, Cobra y Constructora Hisp¨¢nica. La compleja obra fue adjudicada sin licitaci¨®n, en base a un decreto de emergencia dictado por el Gobierno, con una opacidad que a?os despu¨¦s dej¨® ver trazas de corrupci¨®n como parte del esc¨¢ndalo de la Banca Privada d¡¯Andorra. El ex funcionario venezolano Carlos Luis Aguilera est¨¢ siendo investigado por el presunto delito de blanqueo de capitales al supuestamente cobrar comisiones del 4,8% sobre este contrato depositadas en cuentas en ese pa¨ªs, revel¨® EL PA?S en 2018.
La rehabilitaci¨®n inclu¨ªa el cambio de las subestaciones el¨¦ctricas y la rehabilitaci¨®n de 22 kil¨®metros de v¨ªa f¨¦rrea para el funcionamiento de 48 nuevos trenes que fueron adquiridos. Esta modernizaci¨®n implicaba migrar de la tecnolog¨ªa an¨¢loga francesa de los trenes Alstom que tuvo el Metro de Caracas por 30 a?os ¡ªde los que gran parte fue un modelo para la regi¨®n¡ª por la tecnolog¨ªa digital espa?ola.
Pero pronto comenzaron los desencuentros por ese contrato que abri¨® un boquete en el patrimonio p¨²blico y hoy hace a los caraque?os pasar episodios de desespero bajo tierra y suma una nueva deuda al Estado venezolano. Al a?o siguiente de la firma, Ch¨¢vez pidi¨® que se revisara el contrato y se incluyera la transferencia tecnol¨®gica que nunca estuvo prevista, como tampoco la dotaci¨®n de los primeros repuestos para el mantenimiento. Tambi¨¦n comenzaron los atrasos en los pagos. La rehabilitaci¨®n deber¨ªa haber culminado en 2012, pero seg¨²n documentos oficiales para entonces apenas se hab¨ªa ejecutado 43% del dinero y se hab¨ªa alcanzado 49% de las obras. Casi 10 a?os despu¨¦s la opacidad todav¨ªa cubre este contrato, por lo que no se sabe cu¨¢nto de lo acordado se pag¨®, qu¨¦ obras se pagaron y quedaron pendientes y a cu¨¢nto ascienden las deudas con los proveedores espa?oles, que no son las ¨²nicas que tiene el Metro de Caracas.
¡°Desde el comienzo no hubo una buena gesti¨®n del proyecto y del cambio de tecnolog¨ªa, porque se tomaron decisiones pol¨ªticas y no t¨¦cnicas¡±, se?ala Ricardo Sansone, responsable de las operaciones entre 1991 y 2003 ¡ªasignado a la l¨ªnea 1 rehabilitada por los espa?oles¡ª y cofundador de la Asociaci¨®n Familia Metro, que re¨²ne a trabajadores activos y retirados que hacen contralor¨ªa a la gesti¨®n de este servicio. ¡°Los cronogramas de trabajo nocturno, por ejemplo, no se cumpl¨ªan y as¨ª se alargaban meses la duraci¨®n de las obras. Eso tambi¨¦n tens¨® la relaci¨®n con los espa?oles¡±.
Las explosiones que generan alarma entre los pasajeros son, para Sansone, un asunto que tendr¨ªa una f¨¢cil soluci¨®n y que son atribuibles a la falta de mantenimiento del sistema. El especialista explica que las zapatas de freno de los trenes se han desgastado y no se previeron piezas de repuesto en la milmillonaria contrataci¨®n. ¡°Las zapatas tienen un compuesto de grafito y fibras de metal que permite mejorar la conductividad el¨¦ctrica entre el tren y el riel, ese compuesto se va a desgastando, como la tapita de un tac¨®n. Ahora roza metal contra metal, lo que produce recalentamientos que generan las explosiones que describe la gente¡±.
Adem¨¢s de los repuestos, el sistema de comunicaci¨®n entre los trenes y la v¨ªa f¨¦rrea tambi¨¦n qued¨® a medias pese a que es un aspecto clave. Los vagones modernos se conducen de forma manual en vez de ser pilotados autom¨¢ticamente, lo que limita la velocidad de conducci¨®n para evitar choques, a costa de las enormes demoras que viven los usuarios en los andenes.
El subterr¨¢neo vive ahora uno de sus peores momentos con constantes aver¨ªas, descarrilamientos, deterioro de vagones que todav¨ªa no cumplen diez a?os en uso, suciedad en las estaciones, andenes y trenes e inseguridad. La l¨ªnea rehabilitada es la de mayor demanda que, hasta antes de la pandemia, pod¨ªa movilizar m¨¢s de un mill¨®n de pasajeros al d¨ªa. Con una tarifa subsidiada ¡ªcasi gratis¡ª es la opci¨®n de los caraque?os m¨¢s pobres que no pueden pagar los aproximadamente 25 centavos de d¨®lar que puede costar un viaje en los ahora escasos autobuses de Caracas.
El Metro de Caracas ha ido perdiendo personal calificado como parte de migraci¨®n que ha dejado la prolongada crisis humanitaria en el pa¨ªs petrolero. En esas situaciones de emergencia, el conductor puede encontrarse solo con la multitud a la hora de gestionar la evacuaci¨®n del tren, pues no hay suficiente personal, lo que tambi¨¦n ha obligado a cerrar sectores de las estaciones. Hoy Familia Metro contabiliza extrabajadores del Metro como empleados en sistemas de transporte de Medell¨ªn, Santo Domingo, Lima, Quebec y Chile, donde han contratado a m¨¢s de 50 venezolanos en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n Sansone.
El Gobierno venezolano no ha respondido todav¨ªa al reclamo espa?ol sobre la modernizaci¨®n fallida del Metro que m¨¢s que mejoras ha tra¨ªdo constantes aver¨ªas, infinitas demoras y m¨¢s deudas a un pa¨ªs casi en bancarrota. El tema seguramente ser¨¢ un asunto que entrar¨¢ en el terreno diplom¨¢tico, que nuevamente ha cogido chispa luego de que Madrid dijera que los recientes comicios regionales no fueron ¡°suficientemente democr¨¢ticos¡± y, en respuesta, Caracas la acusara de estar ¡°plegada a los intereses de Washington¡±.
Este a?o Nicol¨¢s Maduro ofreci¨® 15 millones de euros para reactivar los frentes de obras de las ampliaciones del subterr¨¢neo hacia las ciudades perif¨¦ricas, paralizadas por a?os tras el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de la brasilera Odebrecht. Y a principios de diciembre, el l¨ªder chavista que, en su juventud fue sindicalista en el Metro de Caracas, orden¨® recuperar todo el sistema de transporte subterr¨¢neo de la capital. ¡°Vamos a hacer un plan: Metro adentro y Metro afuera¡±, dijo en televisi¨®n intentando hacer un chiste de doble sentido.
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