Paraguay despide al Pa¡¯i Oliva, el luchador social admirado por el papa Francisco
El jesuita sevillano Francisco de Paula Oliva muri¨® el lunes a los 93 a?os en Asunci¨®n, tras una vida de compromiso pol¨ªtico y lucha por los m¨¢s pobres
Tras una vida en Paraguay, donde trabaj¨® en los barrios m¨¢s pobres y form¨® a varias generaciones de j¨®venes l¨ªderes, el sacerdote jesuita Francisco de Paula Oliva, nacido hace 93 a?os en Sevilla, Espa?a, muri¨® este lunes en Asunci¨®n, Paraguay.
El jesuita vivi¨® la revoluci¨®n Sandinista en Nicaragua, luch¨® con palabras en los medios de comunicaci¨®n contra el dictador Alfredo Stroessner y el Partido Colorado en Paraguay, fue expulsado a Argentina y casi secuestrado, sobrevivi¨® como refugiado en Inglaterra y Ecuador hasta que regres¨® a Paraguay. Fue admirado por el Papa Francisco y la Reina Letizia de Espa?a y por miles de personas de Paraguay.
Conocido como pa¡¯i (padrecito, en guaran¨ª, como le dicen en tierras paraguayas a los sacerdotes) Oliva, es un emblema de la lucha diaria por la igualdad social en Paraguay, uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales de Am¨¦rica, donde el 2,5% de la poblaci¨®n es due?a de m¨¢s del 80% de la tierra cultivable.
El pa¡¯i Oliva llevaba mucho tiempo enfermo. Ten¨ªa c¨¢ncer y otros problemas, cuentan sus allegados, pero los dolores no pod¨ªan detenerlo. Segu¨ªa escribiendo y compartiendo saberes con su lucidez habitual. ¡°Tenemos un nuevo santo paraguayo. San pa¡¯i Oliva¡±, escribi¨® la historiadora paraguaya Margarita Dur¨¢n este lunes en su perfil de una red social. Y agreg¨®: ¡°Se fue sin dejar de sorprendernos. Un grande entre los grandes. Aguyje pa¡¯i [gracias padrecito en guaran¨ª]¡±.
Muchas personalidades de la pol¨ªtica y las artes lamentaron su muerte, de izquierda a derecha: como el expresidente del ¨²nico gobierno de centroizquierda de la democracia paraguaya, el exobispo Fernando Lugo, y el actual mandatario, el conservador del Partido Colorado e hijo del secretario privado del dictador paraguayo, Mario Abdo Ben¨ªtez. ¡°Nuestro querido pa¡¯i Oliva, compa?ero incansable en todas las luchas y todos los reclamos por las injusticias sociales¡±, dijo Esperanza Mart¨ªnez, senadora paraguaya del Frente Guasu y exministra de Salud.
No importaba si era una manifestaci¨®n contra el Fondo Monetario Internacional o para apoyar a una peque?a comunidad ind¨ªgena desplazada, ¨¦l, siempre que pod¨ªa, estaba all¨ª, en la calle, con sus vecinos. Vestido con camisa blanca, anteojos, sandalias y bast¨®n, llegaba en alg¨²n momento, y los manifestantes, los polic¨ªas y la prensa, autom¨¢ticamente, se sent¨ªan (nos sent¨ªamos) m¨¢s seguros, como cuando el mago Gandalf aparece en las batallas de El Se?or de los Anillos.
Oliva se convirti¨® en jesuita en 1946 y en 1964 se instal¨® en Paraguay para trabajar como maestro. Se convirti¨® en ciudadano paraguayo al a?o siguiente y un mes despu¨¦s fue expulsado por la dictadura de Alfredo Stroessner. La polic¨ªa lo arrest¨®, lo subi¨® a un bote y lo llev¨® al otro lado del r¨ªo, a territorio argentino. All¨ª permaneci¨® nueve a?os, asistiendo a migrantes paraguayos y bolivianos en Buenos Aires mientras estaba bajo vigilancia de la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito. Por invitaci¨®n de la Iglesia Anglicana pudo viajar a Inglaterra justo cuando los militares pretend¨ªan secuestrarlo en medio de la dictadura argentina. Dos de sus colaboradores son detenidos y desaparecidos.
En ese momento, su superior jesuita, con quien manten¨ªa conversaciones constantes, era el cura argentino Jorge Mario Bergoglio. El Papa Francisco y Oliva se volvieron a encontrar en 2015 en Asunci¨®n y se abrazaron como amigos. Oliva llevaba una camiseta que recordaba la masacre de Curuguaty, previa a la destituci¨®n de Fernando Lugo.
La actual reina de Espa?a, Letizia, pidi¨® reunirse con ¨¦l en su reciente visita a Paraguay el a?o pasado, elogi¨® su trabajo y se fotografi¨® arrodillada a su lado.
¡°Hay dos Paraguay: el de los poderosos econ¨®micamente hablando con sus empleados pol¨ªticos y doctores, 1,5 millones de personas, y despu¨¦s el resto, campesinos y clase media baja, y cada vez m¨¢s baja que est¨¢ cayendo en la pobreza e ind¨ªgenas. Hay 100.000 ind¨ªgenas totalmente abandonados, no hay pol¨ªticas p¨²blicas para ellos ni nada¡±, cont¨® Oliva en una entrevista con EL PA?S en un an¨¢lisis que sigue vigente hasta hoy.
Cientos de personas del barrio Ba?ado Sur, donde Oliva siempre vivi¨® y trabaj¨® en la Asociaci¨®n Mil Solidarios, velaron su cuerpo, que ser¨¢ enterrado este mismo martes. El pa¡¯i Oliva sol¨ªa describir su obra como ¡°la gota de agua que cae sobre la piedra y finalmente la rompe¡±.
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