China redobla sus esfuerzos para forzar el ¡°retorno involuntario¡± de sus personas buscadas en el exterior

Xu Zheng, un cr¨ªtico del Gobierno de China, llam¨® a sus padres el a?o pasado desde los Pa¨ªses Bajos, donde resid¨ªa. La videoconferencia apenas dur¨® 14 segundos. Su madre aparec¨ªa p¨¢lida y nerviosa, agitando la cabeza como si quisiera advertirle. Su padre empez¨® a gritarle: ¡°?Maldito traidor, has traicionado a tu patria! ?O vuelves a entregarte o m¨¢rchate al infierno!¡± Tras el abrupto fin de la comunicaci¨®n, su madre le mand¨® un mensaje de texto: la Polic¨ªa china hab¨ªa estado escuchando la conversaci¨®n.

Intimidaci¨®n sobre los familiares que se han quedado en China. Presiones de agentes llegados expresamente desde ese pa¨ªs. En el peor de los casos, secuestro. Son los tres m¨¦todos principales con los que Pek¨ªn ha capturado y repatriado desde el comienzo de la pandemia a unos 2.500 ¡°fugitivos¡±, bien disidentes o bien sospechosos de corrupci¨®n u otros delitos, seg¨²n denuncia la organizaci¨®n de derechos humanos Safeguard Defenders en su informe INvoluntary Returns (Regresos INvoluntarios), publicado este martes. La cifra de los retornados forzosos se eleva a cerca de 10.000 desde 2014, cuando el Gobierno del presidente Xi Jinping lanz¨® las operaciones ¡°Caza del Zorro¡± y ¡°Red Celeste¡± para capturar a funcionarios corruptos en el extranjero. Pek¨ªn asegura que los retornos siempre se producen por voluntad propia.

Casos como el de Wang Jingyu, un joven de 20 a?os residente permanente en Estados Unidos que en febrero del a?o pasado colg¨® en su cuenta de Weibo, el Twitter chino, un comentario en el que pon¨ªa en duda el n¨²mero de v¨ªctimas en un enfrentamiento fronterizo entre China e India. De inmediato, la Polic¨ªa de Chongqing, su ciudad de residencia en el centro de China, declar¨® que el muchacho hab¨ªa ¡°calumniado a m¨¢rtires y causado impactos negativos¡± en la sociedad. Esa misma noche, la Polic¨ªa fue a su casa, se incaut¨® de los ordenadores familiares y se llev¨® a los padres de Wang a comisar¨ªa.

¡°Los retuvieron durante horas y solo les dejaron marcharse a medianoche. Al d¨ªa siguiente los volvieron a detener. Y as¨ª durante d¨ªas. Les dec¨ªan que me llamaran para pedirme que volviera y me entregara. Pero ellos nunca lo hicieron¡±, explic¨® el joven a la ONG. Dos d¨ªas m¨¢s tarde de haber publicado el texto en Weibo, un agente le envi¨® un mensaje de texto en el que le amenazaba con un ¡°mal final¡± para sus padres si Wang no regresaba a China. ?l perdi¨® el contacto con sus padres: sus n¨²meros de tel¨¦fono hab¨ªan quedado desconectados. Pero los mensajes de amenaza continuaron durante meses.

En abril de 2021, cuando se encontraba en tr¨¢nsito en Dub¨¢i para volar a Estados Unidos, fue retenido y amenazado con la deportaci¨®n a China. Solo logr¨® evitarlo porque los medios internacionales se hicieron eco de su caso. Hoy d¨ªa vive en Europa, donde contin¨²a el acoso. Otros miembros de la familia tambi¨¦n han sufrido presiones tras su breve detenci¨®n en Emiratos, asegura. Agentes de polic¨ªa ¡°fueron a la escuela donde estudia mi primo peque?o, le dijeron que soy un traidor y que usara el tel¨¦fono de su madre, mi t¨ªa, para decirme que volviera a China¡±.

El informe de Safeguard Defenders, que examina los casos de 62 individuos localizados en 18 pa¨ªses y de los que 36 acabaron de regreso en China, encuentra que los ¡°retornos involuntarios¡± de los fugitivos han ido en aumento desde 2012, con la llegada de Xi al poder y el lanzamiento de una amplia operaci¨®n contra la corrupci¨®n, utilizada en ocasiones como herramienta contra adversarios pol¨ªticos.

El lanzamiento de las operaciones Caza del Zorro y Red Celestial ha coincidido con un aumento del 700% en las solicitudes de asilo de ciudadanos chinos en el extranjero entre 2014 y 2021. M¨¢s de 175.000 han recibido el estatus de refugiados. Esa cifra no incluye los cerca de 88.000 hongkoneses que han solicitado residencia en el Reino Unido en 2021 dentro de un nuevo programa de acogida lanzado despu¨¦s de las protestas contra Pek¨ªn que sacudieron el territorio aut¨®nomo durante 2019.

La mayor parte de los casos de retornos involuntarios, o de presiones para el retorno, se han localizado en Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, donde se concentran las mayores poblaciones de ciudadanos chinos expatriados. Pero pueden darse en cualquier parte del mundo.

Adem¨¢s de las presiones a los familiares en China o a los propios sospechosos en el exterior, otros m¨¦todos para forzar el regreso incluyen el rechazo a renovar el pasaporte del ¡°fugitivo¡±, y el uso del sistema de alertas rojas de interpol para que se emitan ¨®rdenes internacionales de detenci¨®n, como parece que fue el caso del joven Wang.

En el caso m¨¢s extremo se encuentran lo que Pek¨ªn llama ¡°m¨¦todos irregulares¡±, pero la ONG califica de secuestros con la autorizaci¨®n del Estado. Han ocurrido, sobre todo, en Asia o en otros pa¨ªses autoritarios. Pueden implicar el enga?o a la persona buscada para que se traslade a un tercer pa¨ªs donde s¨ª exista acuerdo de extradici¨®n, o bien operaciones de detenci¨®n conjuntas con las fuerzas del pa¨ªs de residencia del sospechoso. El informe cita, entre otros casos, el del librero y editor Gui Minhai, desaparecido en Tailandia en 2015 y que reapareci¨® detenido en China, sin que exista constancia de c¨®mo cruz¨® la frontera.

El mensaje que env¨ªa China con estas acciones a sus personas buscadas, considera Safeguard Defenders, es que ¡°no hay ning¨²n lugar seguro: escapar al extranjero no te salvar¨¢, no hay escapatoria¡±. ¡°No sorprende que un partido como el Partido Comunista de China, que siempre ha visto la oposici¨®n como una amenaza existencial, invierta recursos considerables en expandir su alcance en el exterior, donde se encuentra con una di¨¢spora china cada vez mayor y a menudo cr¨ªtica¡±, opina.

Pek¨ªn niega, por su parte, que perpetre secuestros en el exterior y asegura que respeta las leyes internacionales y las nacionales de cada pa¨ªs. ¡°En el desarrollo de sus operaciones internacionales contra la corrupci¨®n, China siempre ha respetado escrupulosamente las leyes internas de los pa¨ªses implicados, las leyes internacionales y la pr¨¢ctica judicial y policial internacional¡±, subrayaba la Comisi¨®n Central para la Inspecci¨®n de la Disciplina (CCID, el brazo policial del Partido Comunista) en noviembre de 2020.

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