China condena a 10 a?os al editor de Hong Kong que publicaba libros sobre la c¨²pula comunista
Estocolmo reclama la liberaci¨®n de Gui Minhai, de nacionalidad sueca, declarado culpable de "entregar datos de inteligencia a una potencia extranjera"
El editor y?librero de Hong Kong Gui Minhai, de 55 a?os y nacionalidad sueca, ha sido condenado a diez a?os de c¨¢rcel y privaci¨®n de sus derechos pol¨ªticos por un tribunal en la ciudad de Ningbo, en la costa china, tras ser declarado culpable de pasar ¡°datos de inteligencia a una potencia extranjera¡±. Gui, uno de los cinco libreros hongkoneses desaparecidos misteriosamente en 2015 (cuando estaba especializado en publicar vol¨²menes sobre las supuestas intimidades de l¨ªderes chinos) y reaparecidos en manos chinas, hab¨ªa sido detenido en enero de 2018 a bordo de un tren con destino a Pek¨ªn, en el que viajaba acompa?ado de dos diplom¨¢ticos suecos. En los ¨²ltimos a?os, el caso ha provocado tensiones diplom¨¢ticas entre Pek¨ªn y Estocolmo, que?ha reclamado este martes su liberaci¨®n.?
Un comunicado del Tribunal Intermedio de Ningbo emitido el lunes precisa que el librero no apelar¨¢ la sentencia, en uno de los casos m¨¢s enrevesados y pol¨¦micos en el sistema legal chino de los ¨²ltimos a?os. El tribunal tambi¨¦n asegura que Gui renunci¨® a su nacionalidad sueca en 2018, lo que puede complicar los intentos de Estocolmo por proporcionarle asistencia.?"Exigimos que Gui Minhai sea puesto en libertad", ha declarado a la emisora p¨²blica Radio de Suecia la ministra de Exteriores de ese pa¨ªs, la socialdem¨®crata Ann Linde, informa Efe. ?"No hemos podido dar ayuda consular a un ciudadano sueco. Exigimos?poder hacerlo ahora", a?adi¨®. Un portavoz del departamento ha se?alado a Reuters que han convocado al embajador de China para transmitirle estas demandas.??
Todo lo que rodea este caso, y no solo la espectacular detenci¨®n de Gui en el tren en 2018, parece sacado de una pel¨ªcula de esp¨ªas. En octubre de 2015 este librero hab¨ªa sido apresado mientras se encontraba de vacaciones en Tailandia y llevado en secreto a China. Otros cuatro de sus colaboradores en la editorial de Hong Kong Mighty Current tambi¨¦n fueron detenidos. Gui reapareci¨® meses m¨¢s tarde en un centro de detenci¨®n. En enero de 2016 admiti¨® entre l¨¢grimas, en?una confesi¨®n televisada,?haber atropellado a una persona cuando conduc¨ªa borracho en su ciudad natal, Ningbo.
En 2017, Pek¨ªn anunci¨® que Gui quedaba en libertad. Pero su hija Angela, residente en el Reino Unido, aseguraba que su padre hab¨ªa sido obligado a residir en un apartamento bajo vigilancia policial en Ningbo. Cuando volvi¨® a ser arrestado en 2018, acud¨ªa a Pek¨ªn, seg¨²n su hija, para someterse a un examen m¨¦dico tras haber empezado a mostrar s¨ªntomas de una enfermedad degenerativa.
El a?o pasado, Angela Gui denunciaba una extra?a maniobra de la entonces embajadora de Suecia en Pek¨ªn, Anna Lindstedt, que hab¨ªa organizado una reuni¨®n clandestina entre la joven y empresarios chinos en Estocolmo en enero de 2019, supuestamente para mediar en favor de la liberaci¨®n del librero y editor. A ra¨ªz del esc¨¢ndalo que gener¨® la denuncia, Lindstedt qued¨® formalmente acusada por la Fiscal¨ªa sueca en diciembre pasado de haberse extralimitado en sus funciones en la relaci¨®n con una potencia extranjera.
La dura sentencia contra Gui ha sido condenada por las organizaciones defensoras de los derechos humanos. El librero ¡°parece haber sido juzgado y declarado culpable en secreto, neg¨¢ndole cualquier posibilidad de un juicio justo. Pese a las declaraciones de las autoridades de que Gui de alg¨²n modo entreg¨® datos de inteligencia mientras se encontraba bajo su custodia, la raz¨®n para ponerle en el punto de mira casi con toda seguridad se relaciona con su intento de ir a Pek¨ªn, acompa?ado de dos diplom¨¢ticos, en 2018¡±, ha se?alado el investigador de Amnist¨ªa Internacional Patrick Poon.
¡°El deplorable veredicto y la sorprendentemente dura sentencia impuestos contra Gui Minhai por cargos sin ninguna base demuestran de nuevo que las autoridades chinas no van a permitir que la epidemia de coronavirus les distraiga de la represi¨®n contra los disidentes¡±, ha agregado Poon.
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