La inviable activaci¨®n del revocatorio contra Nicol¨¢s Maduro
El organismo electoral impone recoger cuatro millones de firmas en 12 horas, un imposible para frenar el plebiscito sobre la gesti¨®n del l¨ªder chavista
La oposici¨®n venezolana empez¨® 2022 con un dilema conocido: embarcarse o no en un nuevo refer¨¦ndum revocatorio a Nicol¨¢s Maduro. Es un tema que divide a varios sectores y que carga con el fracaso de 2016, cuando una cadena de trabas burocr¨¢ticas termin¨® en una decisi¨®n judicial que invalid¨® las firmas recogidas, un proceso que moviliz¨® a millones de venezolanos. Esta vez el chavismo parece haber hecho una jugada adelantada en la que el Consejo Nacional Electoral acept¨® r¨¢pidamente las peticiones de tres organizaciones, lo que luc¨ªa como una manera de facilitar el proceso. Pero tambi¨¦n, de forma veloz, convoc¨® a recoger m¨¢s de cuatro millones en una jornada de apenas 12 horas esta semana, un desaf¨ªo casi imposible de cumplir.
Con distintos m¨¦todos, el chavismo parece haber bloqueado nuevamente el revocatorio para retrasar la transici¨®n pol¨ªtica que reclama la oposici¨®n hasta las presidenciales de 2024. Mover (Movimiento Venezolano por el Revocatorio), uno de los sectores de la oposici¨®n que han promovido el proceso, han criticado las condiciones, pero anunciaron que no se retirar¨¢n. Nicmer Evans, del chavismo disidente, y C¨¦sar P¨¦rez Vivas, de un partido tradicional de oposici¨®n, han asumido las trabas como un desaf¨ªo. ¡°Esto es un zarpazo m¨¢s que nos convoca a movilizarnos a todas las fuerzas populares. Ellos quer¨ªan dividirnos y lo que lograron fue unirnos¡±, se?al¨® Evans en una conferencia de prensa. Anunciaron que este lunes exigir¨¢n al CNE elaborar un nuevo cronograma que les permita participar.
Para iniciar el revocatorio es necesario recoger las firmas y huellas del 20% del padr¨®n electoral nacional, como ocurri¨® en 2004 cuando se realiz¨® el refer¨¦ndum sobre el mandato de Hugo Ch¨¢vez, al que sigui¨® una persecuci¨®n a los empleados p¨²blicos que entonces firmaron para activar este mecanismo. Esta vez, igual que en 2016, el ¨¢rbitro electoral se acogi¨® a una sentencia del Tribunal Supremo que complica el requisito de las firmas, pues obligar a recolectar el 20% del padr¨®n en cada Estado. Para esta semana se han habilitado 1.200 puntos en plazas y centros electorales.
La decisi¨®n del CNE de pautar ese proceso para este mi¨¦rcoles ha sido considerado por algunos sectores como una manera de hacerlo inviable. El propio rector Roberto Pic¨®n, que representa a la sociedad civil dentro del organismo electoral, ha se?alado que retir¨® su voto de la decisi¨®n. ¡°Se tendr¨ªan que procesar cinco electores por minuto, por 12 horas, en todas las m¨¢quinas del pa¨ªs, sin margen de error, sin tiempo para notificar a la ciudadan¨ªa los puntos de recolecci¨®n. El proceso se llevar¨¢ a cabo sin auditor¨ªa del software que garantice integridad e inviolabilidad del proceso, sin tiempo para nombrar testigos en los 1.200 puntos, sin medias de bioseguridad. De haber convocatoria, habr¨ªa colas de 300 personas en pleno pico de ¨®micron¡±, denunci¨® en un hilo de Twitter los inconvenientes t¨¦cnicos de la decisi¨®n.
El revocatorio divide a la oposici¨®n. Por un lado, los sectores m¨¢s moderados consideran que la estrategia debe ser de largo aliento con miras al 2024. Otros grupos, sin embargo, claman por un cambio de Gobierno antes del pr¨®ximo ciclo electoral, bien sea a trav¨¦s del revocatorio o de una negociaci¨®n pol¨ªtica que permita el adelanto de las elecciones presidenciales y parlamentarias, las que la oposici¨®n considera que deben repetirse.
La ratificaci¨®n el pasado 9 de enero del triunfo opositor en Barinas, con todo en contra y luego de que el Gobierno maniobrara para quedarse con esa plaza simb¨®lica, la tierra de los Ch¨¢vez, ha dado aliento a algunos sectores para impulsar el revocatorio. Pero el camino hasta all¨¢ es empedrado.
Para revocar a Maduro, adem¨¢s de conseguir los 4,2 millones de firmas, se necesita obtener al menos 6,2 millones de votos a favor de que se termine anticipadamente de su mandato. Si esto ocurre durante 2022 podr¨ªa convocarse a una nueva elecci¨®n, para la que la oposici¨®n a¨²n no tiene un l¨ªder en el panorama que pueda competir. Las faltas absolutas del presidente pueden cubrirse a trav¨¦s de una nueva elecci¨®n solo si ocurren dentro de los primeros cuatro a?os de Gobierno, que en el caso de Maduro se cumplen el 10 de enero de 2023. Si el proceso se extiende hasta despu¨¦s de esa fecha, la Constituci¨®n se?ala que lo que resta del per¨ªodo lo asume el vicepresidente, es decir Delcy Rodr¨ªguez.
El refer¨¦ndum revocatorio ha sido visto con clara prevenci¨®n por amplias capas de la sociedad opositora venezolana, en virtud de lo engorroso que se ha convertido el proceso. Aunque ha sido impulsado por algunas plataformas de activismo, para numerosos pol¨ªticos y observadores el revocatorio es un instrumento que pone en sobreaviso a la militancia chavista, que polariza en exceso el debate p¨²blico y retarda la concreci¨®n de un marco pol¨ªtico acordado para celebrar unas elecciones limpias.
Aunque no lo han declarado abiertamente, Juan Guaid¨® y su equipo de la presidencia interina hab¨ªan resuelto acompa?ar la tesis del revocatorio hasta donde fuera posible, a¨²n a pesar de las diferencias existentes con los partidos mayoritarios, el llamado G-4, sobre esta f¨®rmula. Se argumentaba que el pa¨ªs no pod¨ªa seguir esperando resignadamente hasta 2024 para intentar cambiar al Gobierno en el desastroso estado econ¨®mico y social del pa¨ªs. El desarrollo de la iniciativa para promover el refer¨¦ndum iba a profundizar las grietas actuales de los partidos de la oposici¨®n. Guaid¨® ha dicho este domingo que el Gobierno ¡°enterr¨® el revocatorio porque le tiene miedo a la decisi¨®n de la mayor¨ªa¡±.
Piero Trepiccione, analista pol¨ªtico y profesor universitario, sostiene que ¡°el Gobierno de Maduro est¨¢ acostumbrado a manejar los hilos de la agenda de la oposici¨®n¡± y el revocatorio es una muestra. ¡°Por un lado, intentan ofrecer la idea de que este es un mecanismo accesible para dirimir inquietudes, pero por el otro ponen obst¨¢culos que dificulten de manera extrema su concreci¨®n¡±. Trepiccione opina que esta es una f¨®rmula usada desde el poder para disipar el descontento. ¡°Maduro ha estado montado en estos a?os sobre una gran olla de presi¨®n y descontento popular. Esta secuencia de expectativas, furia y frustraci¨®n diluye las tensiones. No hay forma de que el descontento se exprese¡±.
¡°Mientras se mantenga el autoritarismo madurista en Venezuela, el revocatorio es solo una ilusi¨®n constitucional¡±, opina Julio C¨¦sar Fern¨¢ndez, acad¨¦mico en derecho y analista pol¨ªtico. ¡°Esta decisi¨®n ha cimentado el criterio de parte de la poblaci¨®n de que el CNE y la justicia electoral estar¨¢n siempre controlados desde Miraflores, lo cual es un descr¨¦dito inducido interesadamente por el madurismo¡±. Fern¨¢ndez alerta: ¡°Habr¨ªa que ver si por su enorme impopularidad, Maduro est¨¢ pensando en radicalizar el autoritarismo pol¨ªtico al modo nicarag¨¹ense¡±.
La propia pertinencia de este dispositivo constitucional ya ven¨ªa siendo cuestionada por las fuerzas democr¨¢ticas, por su cr¨®nica inviabilidad. Al respecto, Fern¨¢ndez apunta: ¡°Los mecanismos pol¨ªtico-constitucionales para prevenir, procesar y solucionar conflictos o crisis pol¨ªticas dependen de la percepci¨®n general de la sociedad. Hay una relaci¨®n directa entre la confianza en tales medios y su utilidad pol¨ªtica para formular una decisi¨®n que sea aceptada como leg¨ªtima incluso por quienes la adversaron¡±.
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