Mosc¨² presiona a Kiev con la amenaza de reconocer la independencia del este de Ucrania

Los acuerdos de paz para la regi¨®n ucrania del Donb¨¢s permanecen en un punto muerto desde hace casi siete a?os, y el Gobierno ruso aprieta las tuercas. ¡°El reconocimiento [de las autoproclamadas rep¨²blicas de Donetsk y Lugansk] debe tenerse en cuenta en el contexto de nuestra l¨ªnea firme para que Occidente fuerce a Kiev a cumplir los acuerdos de Minsk. En ese caso todo estar¨¢ en orden¡±, ha advertido este viernes el ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, durante una mesa redonda con medios rusos emitida por internet. El aviso de Mosc¨² llega nueve d¨ªas despu¨¦s de que la c¨²pula del Partido Comunista presentara en la Duma Estatal una petici¨®n a Vlad¨ªmir Putin para reconocer a las regiones separatistas donde los fuerzas prorrusas luchan, con el apoyo del Kremlin, contra el Ej¨¦rcito ucranio en la ¨²ltima guerra de Europa.

Lavrov ha subrayado que en los protocolos de Minsk est¨¢ consagrada la unidad de Ucrania. Los acuerdos de paz fueron firmados por primera vez en septiembre de 2014, bajo los auspicios de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), por Ucrania, Rusia y los entonces jefes de Donetsk y Lugansk (ambos sin reconocimiento oficial, uno fallecido en un atentado en 2018 y otro huido tras un golpe interno en 2017 en una disputa de los servicios de inteligencia) y bajo la mediaci¨®n de Alemania y Francia. No obstante, la prolongaci¨®n de la guerra llev¨® a la revisi¨®n de lo pactado en febrero de 2015, Minsk II, tras varias derrotas de Kiev ante los separatistas apoyados pol¨ªtica y militarmente por Mosc¨².

¡°Rusia no quiere una guerra, pero no descarto que alguien quiera provocar acciones militares¡±, ha asegurado Lavrov. ¡°El r¨¦gimen de Kiev no controla a gran parte de sus militares en el frente¡±, ha a?adido el ministro de Exteriores ruso. Cuando la tensi¨®n se eleva por la concentraci¨®n de m¨¢s de 100.000 soldados rusos a lo largo de las fronteras con Ucrania, el titular de Exteriores ruso afirm¨® que Kiev ha colocado a decenas de miles de uniformados en torno a la llamada l¨ªnea de contacto, donde los sucesivos acuerdos de alto el fuego no han impedido un goteo constante de disparos y muertos en estos siete a?os. ¡°Si depende de Rusia, no habr¨¢ guerra. No queremos una guerra, pero no permitiremos que se pisoteen nuestros intereses, que sean ignorados¡±, subray¨® Lavrov durante el encuentro.

Los protocolos de Minsk son 13 puntos que contemplan el intercambio de prisioneros, una ley que garantice la amnist¨ªa ¡°de las personas conectadas con los eventos que tuvieron lugar¡± en la regi¨®n, o el restablecimiento del control total de la frontera con Rusia por parte del Gobierno de Ucrania. A ellos se sum¨® despu¨¦s la conocida como F¨®rmula Steinmeier ¡ªpropuesta en 2016 por Frank-Walter Steinmeier cuando era ministro de Exteriores de Alemania¡ª que abre la puerta a la celebraci¨®n de elecciones en Donetsk y Lugansk, que podr¨ªan obtener despu¨¦s un estatus especial con algunas f¨®rmulas de autogobierno. Comicios para los que se exigen ciertas condiciones previas: si hay un alto el fuego, si se retiran los combatientes respaldados por el Kremlin y despu¨¦s de que se recupere el control sobre la frontera oriental. Elecciones que deber¨ªan celebrarse bajo la legislaci¨®n ucrania (conducidas por la Comisi¨®n Electoral Central). Kiev solo declarar¨¢ este estatus especial de autogobierno si la OSCE reconoce esos hipot¨¦ticos comicios como libres y justos

El problema para la implantaci¨®n real de los acuerdos de Minsk es qui¨¦n da el paso primero. El diplom¨¢tico Alex¨¢ndr Jara, asistente del ministro de Defensa en 2020 y antiguo miembro del Consejo de Seguridad de Ucrania, se?ala que es imposible celebrar elecciones libres en aquellos territorios con Rusia controlando los resortes del poder regional. ¡°Con soldados rusos y proxies [otros actores aliados] all¨ª no podemos tener tribunales, polic¨ªa o delegaciones del Gobierno ucranios, por no hablar de partidos pol¨ªticos y medios¡±, asegura Jara a EL PA?S.

¡°Nos dicen: cambiad la constituci¨®n, legitimizad a los agentes de las fuerzas rusas, y entonces retiraremos a las tropas de la frontera. Es como si en la Segunda Guerra Mundial se celebran elecciones en un campo de concentraci¨®n. ?C¨®mo las vas a legitimizar?¡±, dice el experto.

¡°Nac¨ª en Donetsk, soy rusoparlante¡±, agrega Jara, que subraya que ¡°no es una guerra civil¡±. ¡°Rusia introdujo fuerzas especiales para minar la soberan¨ªa ucrania. Fracasaron en J¨¢rkov, Odesa, Dnipropetrovsk... pero lograron crear esta apariencia de revuelta en Donetsk y Lugansk¡±, puntualiza el analista, antes de se?alar que lo principal es la desescalada militar en la frontera. ¡°Nuestros gobiernos han cambiado much¨ªsimo la legislaci¨®n desde 2014 y se ha descentralizado el poder hacia las regiones. Lugansk y Donetsk podr¨ªan beneficiarse de eso, tendr¨ªan m¨¢s autonom¨ªa que en 2014¡å, agrega Jara.

Durante su rueda de prensa, el ministro de Exteriores ruso ha afirmado que el Kremlin est¨¢ dispuesto a abordar las relaciones bilaterales con el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, pero no sobre ese conflicto, que Rusia considera una ¡°guerra civil¡±. ¡°Si quieren hablar del Donb¨¢s, dir¨ªjase al Grupo de Contacto [Rusia, Ucrania y la OSCE] que, como decidi¨® el Formato de Normand¨ªa [formado por Ucrania, Rusia, Alemania y Francia], debe tratar todas las cuestiones entre Kiev y Donetsk, y Kiev y Lugansk¡±.

Discrepancias sobre un ataque inminente

En plena escaldada de tensi¨®n por las informaciones de Washington de que Rusia podr¨ªa lanzar otra agresi¨®n militar contra Ucrania de forma inminente y la evacuaci¨®n de las familias de las embajadas de EEUU, Reino Unido, Canad¨¢ y Australia, Zelenski, ha asegurado que no hay raz¨®n para el p¨¢nico. ¡°No tenemos un Titanic aqu¨ª¡±, dijo en una conferencia de prensa ante los medios extranjeros en su residencia oficial en Kiev. ¡°Entendemos lo que est¨¢ pasando. Pero llevamos ocho a?os en la situaci¨®n¡±, se?al¨® el l¨ªder ucranio, que convers¨® por tel¨¦fono con el presidente estadounidense, Joe Biden, el jueves. ¡°No podemos decir que la guerra suceder¨¢ ma?ana o para fines de febrero. S¨ª, puede suceder, por desgracia. Pero hay que tomarle el pulso en el d¨ªa a d¨ªa¡±, dijo Zelenski, que habl¨® tambi¨¦n de ¡°presi¨®n psicol¨®gica¡± del Kremlin. El ministro de Defensa ucranio, Oleksandr Reznikov, ha estimado en 130.000 los soldados rusos concentrados a lo largo de las fronteras con Ucrania; contando los movilizados en el mar Negro.

Mosc¨² ha aprovechado la evacuaci¨®n para ahondar en su acusaci¨®n de que Occidente est¨¢ estimulando la crisis con sus env¨ªos de armas a Kiev y prepara alg¨²n tipo de provocaciones para calentar el conflicto y que Kiev planea entrar militarmente en las regiones de Donetsk y Lugansk. El Gobierno de Zelenski lo ha negado categ¨®ricamente. ¡°?Qui¨¦n ha evacuado sus embajadas?¡± plante¨® ret¨®ricamente Lavrov, ¡°Estadounidenses, brit¨¢nicos y canadienses. Saben algo que el resto no sabe. Tal vez nosotros tambi¨¦n deber¨ªamos tomar precauciones en previsi¨®n de alguna provocaci¨®n de ellos¡±

Mosc¨² ha llegado a insinuar que Kiev planeaba un ataque qu¨ªmico en el Donb¨¢s. En las ¨²ltimas semanas, adem¨¢s, las autoridades rusas han detenido a varios supuestos saboteadores ucranios y los medios de la ¨®rbita del Kremlin han afirmado incluso que la explosi¨®n de un autob¨²s en Vor¨®nezh el verano pasado, que se consider¨® como un accidente por una fuga de gas, pudo haber sido provocada por presuntos agentes de Kiev. Mientras, los servicios de espionaje de EEUU, Reino Unido y Ucrania advierten que Rusia puede estar preparando operaciones de falsa bandera en la zona del Donb¨¢s para utilizar un supuesto ataque como excusa para entrar abiertamente a defender a la poblaci¨®n civil. Ese escenario, alimentado ahora por la idea del reconocimiento como Estados de Donetsk y Lugansk, es uno de los que est¨¢ sobre la mesa en el plan ruso, seg¨²n los expertos. Ser¨ªa una jugada similar a la lanzada en 2008 en la guerra contra Georgia y las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.

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