¡°Ni Ortega ni Maduro est¨¢n dando ninguna muestra de un di¨¢logo constructivo¡±
Esmeralda Arosemena de Troiti?o, relatora de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos para Venezuela y Nicaragua, se?ala que la regi¨®n debe ¡°comprometerse m¨¢s¡± con la crisis de estos pa¨ªses
Una seguidilla de comunicados de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alerta sobre el deterioro de los derechos humanos en la regi¨®n. El fin de semana pasado condenaron las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela contra j¨®venes varones en situaci¨®n de pobreza. Luego alzaron la voz contra el asesinato de la periodista mexicana Lourdes Maldonado. Este lunes, la CIDH ha denunciado nuevamente la delicada situaci¨®n de los presos pol¨ªticos en Nicaragua, en particular la de las mujeres recluidas en precarias condiciones en la c¨¢rcel de El Chipote, sometidas, junto a sus familiares y defensores, a tratos vejatorios. ¡°El encarcelamiento de las mujeres adquiere una dimensi¨®n propia que podr¨ªa resultar en vulneraciones particulares a sus derechos, derivadas de su condici¨®n de g¨¦nero¡±, advierte el comunicado difundido. Esmeralda Arosemena de Troiti?o, exmagistrada de la Corte Suprema de Panam¨¢ y relatora de la CIDH para Venezuela y Nicaragua, repasa las principales preocupaciones sobre lo que las crisis de ambos pa¨ªses implican para la regi¨®n.
Pregunta. Han alertado sobre las condiciones de los presos pol¨ªticos nicarag¨¹enses, en particular los de El Chipote, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa de esta situaci¨®n?
Respuesta. El tema de la justicia, pues nuestras leyes y constituciones son baluarte de la vida de la gente. No son solo los tratados internacionales, sino lo que las leyes del propio pa¨ªs los que permiten que en un momento dado de transgresi¨®n se haga justicia. Me preocupa el sistema de justicia y esa falta absoluta de independencia para el manejo de las investigaciones. Le¨ªa hoy que se est¨¢n colocando tipos delictivos en blanco, que no son tipos penales que la justicia reprende, se est¨¢n condenando a personas a 12 a?os de prisi¨®n. Es otro concepto de la detenci¨®n como respuesta social y la c¨¢rcel no es una respuesta social. Hoy que se reanudan los procesos suspendidos arbitrariamente, es m¨¢s notorio el problema de sistema de justicia, porque permea todo, porque no est¨¢ haciendo su trabajo.
P. ?En qu¨¦ momento se fue desviando el sistema de justicia en Nicaragua?
R. En 2016, en mi primer per¨ªodo como relatora me toc¨® tambi¨¦n Nicaragua. En el 2017 que quise ir como invitada a un evento acad¨¦mico con organizaciones sobre los derechos de la ni?ez y se me neg¨® la seguridad. El sistema de justicia es algo por lo que pueblo de nicarag¨¹ense luch¨®, pero a m¨ª me dijeron esa vez que esas organizaciones no estaban para defender los derechos de los ni?os. Eso me indic¨® que el problema de justicia ven¨ªa de atr¨¢s y esa injerencia sobre el ¨®rgano judicial se reflej¨® despu¨¦s cuando le quitaron la personalidad jur¨ªdica a las organizaciones no gubernamentales. Nuevamente en mi condici¨®n de relatora para Nicaragua, quisiera hacerle un llamado a ese hombre y esa mujer (Daniel Ortega y Rosario Murillo) que dirigen el pa¨ªs a que nos sentemos en un di¨¢logo realmente constructivo o a que se reconozca que van a imponer sus leyes y sus pautas y que eso es lo que hace un dictador, que permitan entrar y demuestren que El Chipote no tiene esas condiciones.
P. El tema de los presos pol¨ªticos parece no haber tenido tanta prioridad en las agendas de negociaci¨®n en ambos pa¨ªses
R. Para la CIDH s¨ª es una prioridad, porque es la vida y la integridad de una persona en las condiciones que hoy se denuncian, son los testimonios de mujeres y hombres que est¨¢n sufriendo tortura, que sus vidas est¨¢n en peligro. Debe ser una condici¨®n sine qua non para todo di¨¢logo.
P. ?Qu¨¦ pueden hacer los pa¨ªses de la regi¨®n ante la indiferencia con que Nicol¨¢s Maduro y Daniel Ortega reciben los se?alamientos y sentencias de la comisi¨®n y la Corte?
R. A¨²n a la regi¨®n le est¨¢ faltando la consciencia de humanidad, de compromiso con la gente, no del compromiso con ideolog¨ªas. Se trata de la humanidad. En Venezuela hay seis millones de personas que se fueron de un pa¨ªs que era rico, hay una Nicaragua que mostr¨® al mundo su lucha por la libertad y hoy est¨¢ as¨ª. A nuestros pa¨ªses a¨²n le falta este an¨¢lisis m¨¢s all¨¢ de la conceptualizaci¨®n pol¨ªtica. Necesitamos una nueva humanidad, m¨¢s solidaria y equitativa. Esos son los principales objetivos de un di¨¢logo objetivo y constructivo, aunque hoy ni Ortega ni Maduro est¨¢n dando ninguna muestra de un di¨¢logo constructivo. No es un hombre o una mujer en el poder, es toda la institucionalidad de esos pa¨ªses que debe funcionar. Lo que estamos viviendo en los pa¨ªses para atender la crisis migratoria de Venezuela tambi¨¦n est¨¢ impactando nuestras democracias. No es el caso de Nicaragua ni el caso de Venezuela es el caso de la regi¨®n.
P. ?Qu¨¦ m¨¢s puede hacer la comunidad internacional?
R. Los l¨ªderes deben hacer este llamado a construir un espacio regional que permita establecer cu¨¢les son los objetivos que nos gu¨ªan. No se trata de una intervenci¨®n. Yo no creo en intervenciones, Panam¨¢ vivi¨® una y esa no es la respuesta. Hay que trabajar con todas las fuerzas de los pa¨ªses y encontrar juntos, porque tenemos que asegurarle al poder que el di¨¢logo es sincero, respuestas democr¨¢ticas sin agendas ocultas.
P. El informe de la Misi¨®n Independiente de la ONU y otros se?alan que las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela son una herramienta de control social, ?cu¨¢l debe ser el camino de la justicia en estos casos?
R. Partimos de la misma calificaci¨®n, si son ejecuciones est¨¢n fuera del Estado de Derecho. Es una fuerza de seguridad que ve al que est¨¢ en la calle como enemigo, una instituci¨®n de seguridad para quien no est¨¢ a sus pies es su enemigo. Las ejecuciones extrajudiciales a la hora de la hora se van a constituir en cr¨ªmenes de lesa humanidad y el prop¨®sito es ese: intimidar y acallar. ?Qu¨¦ hay all¨ª? Tambi¨¦n hay un sistema de justicia donde la impunidad es la caracter¨ªstica. Ya no solo son fuerzas policiales, sino grupos civiles que asumir¨¢n que est¨¢n ¡°limpiando la sociedad¡±. No se reconocen que son ejecuciones extrajudiciales, sino que las catalogan como ¡°resistencia a la autoridad¡± y con esa frasecita est¨¢n matando a la gente y por eso los venezolanos se siguen yendo. Eso va destruyendo el sentido de pa¨ªs, de comunidad, y cuando todo eso se pierde es tremendo. ?C¨®mo vamos a vivir con temor incluso al vecino? Es lo que implica el control de la vida de la gente, para que no puedas ni hablar y es un peligro que nuestra regi¨®n tenga esas realidades.
P. Parece que todo va mal en materia de derechos humanos en pa¨ªses como Venezuela y Nicaragua, ?puede identificar alg¨²n avance en estos a?os?
R. Hay aprendizajes como la necesidad de ser transparentes, de expresar los puntos de vista con respeto al otro. Eso es importante porque si no es as¨ª no hay di¨¢logo posible. Pienso que tambi¨¦n hay unos avances. Los eval¨²o en la consciencia de la ciudadan¨ªa que comienza a sentir un compromiso nacional, a levantar la voz a pesar de los obst¨¢culos y eso implica un avance en la lucha por los derechos humanos. Hay muchos l¨ªderes y muchas defensoras, tenemos el apoyo y los compromisos de los organismos internacionales y eso es muy importante para el trabajo que todav¨ªa hay que hacer.
?Por qu¨¦ falla la protecci¨®n a periodistas?
“Los atentados contra periodistas ocurridos durante enero de 2022 en México ponen en evidencia la necesidad de que el Estado ajuste y fortalezca sus mecanismos institucionales de protección a periodistas de manera inmediata”, señala el comunicado de la CIDH de la Relatoría de Libertad de Expresión y las Naciones Unidas sobre el asesinato de Lourdes Maldonado en Tijuana, luego de haber recibido amenazas y haber solicitado protección. Sobre el caso, Esmeralda Arosemena de Triotiño dice: “Después que la vi en una de Las Mañaneras del presidente explicándole cómo se sentía, levantaba la voz para decirle lo que sienten los periodistas, me pregunto: ¿Cómo es posible que hablando de seguridad, de decir que necesitan la militarización para la persecución del delito y del crimen, un grupo de desconocidos se para en la puerta de tu casa y te asesina? México logró tener un mecanismo especial de protección de defensores y periodistas, pero en todos los análisis que hemos hechos encontramos que hay que medir por qué fallan estos mecanismos de protección a una persona que pide protección”, señala la relatora. “También hay que medir el efecto de cómo el asesinato de una periodista silencia a miles”.
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