El ¨¦xito de Espa?a marca un giro en la pol¨ªtica energ¨¦tica de la UE
La presi¨®n ejercida junto a otros pa¨ªses comunitarios abre la puerta a que se revise todo el modelo de mercado el¨¦ctrico de la UE
La batalla fue correosa, con momentos de ebullici¨®n, multitud de intereses enfrentados y una coreograf¨ªa propia de las cumbres europeas de altos vuelos, incluido el abandono de la sala de negociaci¨®n por parte de Pedro S¨¢nchez en el instante en que se discut¨ªan los puntos decisivos sobre energ¨ªa. Pero el pacto de los Veintisiete lleg¨®. Y el ¨¦xito de Espa?a, pa¨ªs al que, junto a Portugal, se le reconoce la excepci¨®n ib¨¦rica para hacer frente al zarpazo de los precios de la luz, marca un giro en la pol¨ªtica energ¨¦tica de la UE. La cu?a espa?ola, que lleva meses reclamando cambios en el sistema, abre adem¨¢s la posibilidad de que se acabe revisando todo el modelo de mercado el¨¦ctrico europeo.
El nuevo rumbo, incluido en las conclusiones plasmadas por los l¨ªderes comunitarios tras el Consejo Europeo celebrado el jueves y el viernes en Bruselas, tiene muchos frentes: la UE reconoce la ¡°urgencia¡± ante un problema agravado por la guerra en Ucrania; se enumera una lista de medidas para frenar el ¡°efecto contagio¡± del gas en el mercado de la electricidad; proclama la necesidad de actuar ¡°a corto plazo¡± y de tener en cuenta las ¡°circunstancias nacionales¡± de los Estados miembros; reclama a la Comisi¨®n propuestas para reformar la formaci¨®n de precios del mercado el¨¦ctrico y apuesta por una estrategia com¨²n de compra de gas y de almacenamiento de combustible de cara al invierno.
A Espa?a y Portugal ¨Csin mencionarlos de forma expresa¨C se les dedican un par de p¨¢rrafos enteros, en los que se especifica que dado ¡°el contexto de precios muy elevados de la electricidad¡± el Ejecutivo comunitario evaluar¨¢ ¡°urgentemente¡± las medidas temporales de emergencia notificadas por los Estados miembros. Para su evaluaci¨®n, ¡°se tendr¨¢ en cuenta el car¨¢cter temporal de las medidas y el nivel de interconectividad el¨¦ctrica con el mercado ¨²nico de la electricidad¡±. Este ¨²ltimo punto es la especificidad ib¨¦rica: Espa?a y Portugal tienen una conectividad que no llega al 3%.
Para que no hubiera lugar a dudas, la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, cuyo papel ser¨¢ central en los pr¨®ximos pasos, se?al¨® en la rueda de prensa tras la cumbre la ¡°situaci¨®n muy espec¨ªfica¡± de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. ¡°Estamos de acuerdo en que haya un tratamiento especial para que pueda lidiar con los precios energ¨¦ticos¡±.
Solo hace seis meses todo esto hubiera sonado a ciencia ficci¨®n. El resultado es fruto de un tira y afloja entre Bruselas y Madrid (a cuya batalla se han unido otras capitales, como Par¨ªs, Roma o Atenas) que se remonta al verano. Del silencio se ha pasado al reconocimiento. En septiembre de 2021, por ejemplo, cuando Von der Leyen pronunci¨® su discurso sobre el estado de la UE, no dedic¨® ni una frase de los 59 minutos y 6.500 palabras de su intervenci¨®n a la crisis de los precios de la energ¨ªa: no lo consideraba un problema prioritario ni acuciante. Bruselas entonces respond¨ªa con evasivas a cualquier pregunta o propuesta que sonara a intervenir el mercado el¨¦ctrico.
Espa?a, sin embargo, llevaba meses sufriendo una situaci¨®n que comenzaba a resultar insostenible, y reclamando medidas de todo tipo. Varias de las propuestas que ahora est¨¢n sobre la mesa, como las compras conjuntas de gas o las reservas estrat¨¦gicas de combustible, llevan un inconfundible sello espa?ol. Pero no siempre fueron vistas con buenos ojos.
En octubre del 2021, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, explicaba ante un grupo de periodistas que estaba en la mano de la UE permitir a los Estados adoptar ¡°medidas excepcionales¡± ante una ¡°situaci¨®n excepcional¡±. Es lo mismo que se hab¨ªa hecho con la suspensi¨®n de las reglas de gasto comunitarias ante las turbulencias econ¨®micas graves, argument¨®. A la semana, la Comisi¨®n respondi¨® con un paquete de ¡°herramientas¡± en el que deso¨ªa casi todas las peticiones espa?olas, aunque se abr¨ªa a ¡°estudiar¡± la creaci¨®n de reservas de gas y la compra conjunta y a evaluar, a trav¨¦s de la Agencia de Cooperaci¨®n de los Reguladores de la Energ¨ªa, ¡°las ventajas e inconvenientes¡± del sistema: fue una primera cu?a.
Poco despu¨¦s, el Ejecutivo espa?ol contraatac¨® con un documento oficioso que inclu¨ªa una propuesta que sonaba revolucionaria, en el que pr¨¢cticamente ped¨ªa permiso para abandonar el sistema de precios europeos de la electricidad. Su melod¨ªa se parece bastante a la m¨²sica de estos d¨ªas en Bruselas: ¡°En situaciones excepcionales, debe permitirse a los Estados miembros adaptar la formaci¨®n del precio de la electricidad a sus situaciones espec¨ªficas¡±, reclamaba la iniciativa. La comisaria europea de Energ¨ªa, Kadri Simson, respondi¨® alertando de sus muchos problemas: ¡°Cambiar el modelo actual supone un riesgo para la predictibilidad y competitividad del mercado y para nuestra transici¨®n hacia las energ¨ªas limpias¡±, replic¨® con el mantra bruselense habitual.
Varios Consejos Europeos, encuentros de ministros y comunicaciones de la Comisi¨®n despu¨¦s el tono pol¨ªtico parece haber dado un salto abismal. Solo en esta ¨²ltima semana, el Ejecutivo comunitario ha presentado una bater¨ªa valorando distintas posibles propuestas ¡°de emergencia¡± para cortar el contagio del precio del gas en el de los precios de la energ¨ªa; y los Veintisiete, incapaces incluso de encontrar un acuerdo energ¨¦tico en citas anteriores, han lanzado esta vez un mensaje contundente en sus conclusiones.
Fuentes del Ejecutivo comunitario admiten que el Consejo Europeo ha enviado ¡°una se?al pol¨ªtica¡± clara en esta ¨²ltima cita. Pero tambi¨¦n conceden que las conclusiones redactadas son como ¡°un ¨¢rbol de Navidad¡± o un ¡°mosaico¡± con muchos compromisos en el que cada pa¨ªs ha logrado colocar sus principales peticiones: Espa?a, su insularidad energ¨¦tica; Francia, la revisi¨®n del sistema de fijaci¨®n de precios; Alemania, los n¨®rdicos y algunos de los tradicionales halcones del libre mercado, asegurar el suministro de gas, y el compromiso de que las intervenciones a corto plazo sobre el mercado el¨¦ctrico se hagan a consultando a los actores relevantes y sin alterar las normas de mercado. Todos parecieron irse con una victoria al menos parcial a casa.
Pedro S¨¢nchez exhal¨® exultante al t¨¦rmino de la cumbre: ¡°Por fin se reconoce la excepci¨®n ib¨¦rica¡±. El canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, subray¨® tras la cita el ¡°escepticismo¡± de Berl¨ªn frente a algunas propuestas, pero ensalz¨® la batalla del espa?ol ¨C¡±ha defendido con ¨¦xito los intereses de su pa¨ªs junto a su colega portugu¨¦s¡±¨C y mencion¨® la ¡°unidad¡± que sal¨ªa de la cumbre, con propuestas como la compra conjunta de gas.
El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, fue muy claro en su comparecencia al expresar que no va a permitir que el precio de la electricidad francesa lo marque el gas ruso, como sucede ahora con el sistema marginalista de precios: ¡°Hemos dado un mandato a la Comisi¨®n para revisar esta f¨®rmula de precios¡±, dijo de forma tajante y tras explicar con unas gr¨¢ficas el complejo sistema marginalista de fijaci¨®n de precios.
Ahora le toca a la Comisi¨®n ponerse manos a la obra. Y tienen varios frentes: van a ser meses intensos para el ya ataread¨ªsimo equipo de la Direcci¨®n General de Energ¨ªa. Desde el Ejecutivo comunitario se asegura que los pa¨ªses que opten por implantar medidas extraordinarias, como Espa?a (que tiene previsto enviarlas esta semana pr¨®xima) no lo van a tener f¨¢cil: se revisar¨¢ en detalle que sus propuestas no distorsionan la competencia; y no todos tienen claro en Bruselas que las medidas vayan a tener el resultado deseado. Pero Espa?a al menos ha obtenido la posibilidad de lanzarse a la piscina con la cobertura de un manto europeo. Eso lleva buscando desde hace meses. Y ser¨¢, de alg¨²n modo, pionera en terreno inexplorado, abriendo quiz¨¢ un camino a seguir por otros.
La Comisi¨®n tambi¨¦n ha recibido el mandato de ponerse en contacto con los ¡°actores relevantes¡± para evaluar los distintos mecanismos de emergencia que pueden adoptar los Estados miembros, y ha de comenzar tambi¨¦n a coordinar la compra conjunta de gas: el acuerdo con Estados Unidos anunciado este viernes de incrementar dr¨¢sticamente los env¨ªos de gas natural licuado es ya un primer ejemplo de esta capacidad de negociaci¨®n al un¨ªsono, aseveran fuentes de la Comisi¨®n.
En las pr¨®ximas semanas, adem¨¢s, ser¨¢ publicado el esperad¨ªsimo informe de la Agencia de Cooperaci¨®n de los Reguladores de la Energ¨ªa, logrado gracias a la presi¨®n espa?ola, que plantear¨¢ alternativas al actual modelo energ¨¦tico. El Ejecutivo comunitario tiene previsto exponer en mayo posibles f¨®rmulas para modificarlo. ¡°Al final tendremos que tocar el mercado¡±, reconoce ahora una fuente comunitaria. Algo que no estaba nada claro, m¨¢s bien al contrario, hace unos meses.
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