Marine Le Pen consolida su ventaja ante su rival ultra, Zemmour, y ya sue?a con batir a Macron

Hay un aire de optimismo en la campa?a de Marine Le Pen, l¨ªder del Reagrupamiento Nacional (RN) y candidata por tercera vez a la presidencia de Francia. ¡°Las cosas van mejor¡±, dice al tel¨¦fono Louis Aliot, alcalde de Perpi?¨¢n, expareja de Le Pen y vicepresidente del RN. ¡°Pienso que hay una verdadera oportunidad y es posible ganar esta elecci¨®n¡±, a?ade el dirigente del partido heredero del Frente Nacional, la fuerza hist¨®rica de la ultraderecha francesa fundado por el padre de la candidata, el patriarca Jean-Marie.

Le Pen (Neuilly-sur-Seine, 53 a?os) se est¨¢ imponiendo en el pulso con ?ric Zemmour, el popular tertuliano que en oto?o irrumpi¨® en la arena electoral e intent¨® disputarle el liderazgo de la extrema derecha. Y ya sue?a con batir al actual presidente, Emmanuel Macron.

Antes de que Zemmour entrase en campa?a, se daba por hecho que en 2022 se repetir¨ªa el duelo de 2017: Macron contra Le Pen. Todo cambi¨® en unas semanas. Con su descaro ret¨®rico, su erudici¨®n de barra de bar y las andanadas contra musulmanes y extranjeros que le han llevado varias veces ante los tribunales, el tertuliano desestabiliz¨® a la jefa del RN. Y trastoc¨® las previsiones.

Zemmour capt¨® a algunos dirigentes del partido y a la figura m¨¢s preciada: Marion Mar¨¦chal, sobrina de Marine y nieta favorita de Jean-Marie. Adem¨¢s, quer¨ªa romper el dique que, con mayor o menor ¨¦xito, ha separado durante d¨¦cadas a la derecha tradicional de Los Republicanos (LR) ¡ªel partido hermano en Francia del PP espa?ol¡ª de la extrema derecha.

En noviembre y diciembre de 2021, Zemmour igual¨® o super¨® a Le Pen en los sondeos. Parec¨ªa un candidato en condiciones de clasificarse para la segunda vuelta y disputarle la victoria al centrista Macron.

Pero, como tantas veces en la carrera de Marine Le Pen, se le dio por liquidada antes de tiempo. Ahora, cuando falta poco m¨¢s de una semana para la primera vuelta de las elecciones, el 10 de abril, los sondeos son un¨¢nimes: en la extrema derecha, Le Pen derrotar¨¢ a Zemmour. La segunda vuelta, en la que participan los dos candidatos m¨¢s votados, se celebra el 27 de abril.

El ¨²ltimo sondeo del instituto Ifop, que publica uno al d¨ªa, sit¨²a la intenci¨®n de voto para Le Pen en un 21%, 10 puntos m¨¢s que Zemmour. La candidata del RN queda as¨ª en una confortable segunda posici¨®n que la clasificar¨ªa de nuevo, como en 2017, para la segunda vuelta. Macron encabeza las intenciones de voto con un 27,5%.

Un margen mucho m¨¢s estrecho

En 2017, Macron gan¨® con un 66% de votos. Le Pen sac¨® un 34%, Ahora el margen ser¨ªa mucho m¨¢s estrecho. Seg¨²n Ifop, el presidente sacar¨ªa un 53%; su rival en la extrema derecha, un 47%. Otro sondeo, instituto Elabe, estrechaba el martes a¨²n m¨¢s el margen y contemplaba una victoria de Le Pen.

¡°Poco a poco nos aproximamos al margen de error¡±, celebra Aliot. En su opini¨®n, la clave para ganar en la segunda vuelta es la participaci¨®n: ¡°Cuanto m¨¢s importante sea la participaci¨®n, m¨¢s importante el resultado de Marine Le Pen. Porque tenemos un electorado de clase popular, de clase media m¨¢s bien baja, y esta gente solo va a votar cuando hay algo en juego y piensa que podemos ganar¡±.

Aliot gan¨® en 2020 la alcald¨ªa de Perpi?¨¢n ¡ªla mayor ciudad gobernada por el RN¡ª con una estrategia parecida a la de Le Pen: suavizar los ¨¢ngulos m¨¢s antip¨¢ticos del discurso, presentarse como un gestor pragm¨¢tico m¨¢s que un ide¨®logo y apoyarse en el rechazo a la administraci¨®n saliente para aglutinar votos de otras tendencias pol¨ªticas.

Le Pen llevaba a?os embarcada en el llamado proceso de desdiabolizaci¨®n. Se trataba de limpiar la imagen de su partido, asociado al racismo, la xenofobia y al antisemitismo. Expuls¨® a su padre. Rebautiz¨® el partido. Dec¨ªa que ella no era ni de izquierdas ni de derechas y usaba el discurso populista de ¡°los de abajo¡± contra ¡°los de arriba¡±. Como el Partido Comunista durante d¨¦cadas, el FN y despu¨¦s el RN se presentaban como el ¡°primer partido obrero¡± de Francia.

La propia candidata, que en 2017 demostr¨® su incompetencia en el debate televisado ante Macron, se ha esforzado estos a?os en prepararse mejor y en aparecer como una pol¨ªtica fiable, y amable.

Pero la desdiabolizaci¨®n dej¨® libre el terreno de la vieja extrema derecha. Y lo ocup¨® Zemmour, hijo de jud¨ªos argelinos que reivindica la figura de Philippe P¨¦tain, el l¨ªder de la Francia que colabor¨® con los nazis, y promueve la teor¨ªa racista de la gran sustituci¨®n de los europeos blancos por africanos y ¨¢rabes.

Despu¨¦s de vivir su momento de gloria, Zemmour se desinfla. ¡°Ha hecho una campa?a muy agresiva, muy violenta: la gente vio que no ten¨ªa el porte de un presidente de la Rep¨²blica¡±, juzga el alcalde de Perpi?¨¢n.

La radicalidad de Zemmour, por contraste, permite a Le Pen parecer m¨¢s moderada, aunque sus ideas sobre la inmigraci¨®n no sean tan distintas. ¡°Durante estos cinco a?os ha trabajado mucho¡±, dice Aliot. ¡°Est¨¢ serena, nada inquieta. Los franceses perciben esta solidez¡±.

Las provocaciones y salidas de tono, que al entrar en campa?a atrajeron los focos sobre el tertuliano, le han acabado perjudicando. La invasi¨®n rusa de Ucrania lo deja en mala posici¨®n. No solo por su entusiasta admiraci¨®n por Vlad¨ªmir Putin. Tambi¨¦n Le Pen era admiradora del presidente ruso, y m¨¢s que eso: lo visit¨® durante la campa?a 2017, y en una campa?a anterior se financi¨® con el pr¨¦stamo de un banco ruso.

Ambos, sin embargo, no reaccionaron igual tras la invasi¨®n del 24 de febrero. Le Pen defendi¨® la acogida en Francia de los refugiados ucranios. Zemmour mantuvo su discurso de siempre. ¡°Prefiero que est¨¦n Polonia¡±, dijo. ¡°No est¨¢ bien arrancar a la gente tan lejos de su pa¨ªs, y desestabilizar Francia, que ya est¨¢ sumergida por la inmigraci¨®n¡±.

Quiz¨¢ cre¨ªa demostrar coherencia ideol¨®gica. Quiz¨¢, como se?ala Brice Teinturier, del instituto demosc¨®pico Ipsos, era una muestra de ¡°rigidez¡±, de su incapacidad para salirse de sus teor¨ªas. Y esta es otra ventaja de Le Pen: ella se ha adaptado a las inquietudes del electorado. Ha dejado la inmigraci¨®n en un segundo plano; ahora habla sobre todo de econom¨ªa.

¡°Hemos centrado nuestro argumentario en el poder adquisitivo¡±, defiende Aliot, ¡°y hoy es esto lo que preocupa a los franceses: c¨®mo llegar a fin de mes con el aumento de los precios de la alimentaci¨®n y de la energ¨ªa¡±.

La batalla interna en la extrema derecha revela una corriente de fondo de esta campa?a: los temas del bolsillo se imponen a los temas de la identidad. Le Pen tom¨® nota pronto de ello; Zemmour, no.

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