Mitterrand, Ch?teau-Chinon y el desastre socialista en las elecciones en Francia
Un hermoso pueblo del departamento La Ni¨¨vre, antiguo refugio del presidente Mitterrand, ejemplifica hoy el descalabro de su partido ante el auge de la ultraderecha
En esta habitaci¨®n, la n¨²mero 15, vivi¨® m¨¢s de 20 a?os el presidente Fran?ois Mitterrand. Vivi¨® como viv¨ªa Mitterrand: s¨ª y no. La habitaci¨®n del hotel Au Vieux Morvan era su residencia oficial como alcalde de Ch?teau-Chinon, cargo que ocup¨® entre 1959 y 1981, cuando gan¨® la presidencia. Ch?teau-Chinon y todo el departamento de La Ni¨¨vre fueron un feudo socialista desde 1945 hasta 2020. Este hermoso pueblo de monta?a es hoy un buen ejemplo del descalabro sufrido por el Partido Socialista franc¨¦s. Y del auge de la ultraderecha.
Mitterrand se encari?¨® de Ch?teau-Chinon en 1944, cuando se uni¨® a la Resistencia (pese a que en su juventud hab¨ªa simpatizado con el fascismo) en las monta?as de La Ni¨¨vre. En las filas de la Resistencia conoci¨® a una joven de 20 a?os llamada Danielle Gouze, con la que se cas¨® de inmediato. Dos a?os m¨¢s tarde fue elegido como diputado de La Ni¨¨vre por un partido centrista, y un a?o despu¨¦s, en 1947, cuando ten¨ªa 30 a?os, se convirti¨® en el ministro m¨¢s joven de la historia francesa.
¡°Mitterrand amaba esta tierra¡±, dice Guy Doussot, que era un adolescente cuando el futuro presidente alquil¨® por un plazo indefinido la habitaci¨®n n¨²mero 15. Ch?teau-Chinon fue siempre su refugio. En 1959, al hacerse con la alcald¨ªa, Mitterrand era en realidad un apestado: se hab¨ªa opuesto a la Quinta Rep¨²blica ¡°dictatorial¡± del general Charles de Gaulle y hab¨ªa fracasado; todo indica que ese mismo a?o organiz¨® un atentado contra s¨ª mismo para ganar popularidad y tambi¨¦n fracas¨®: fue procesado por ultraje a la justicia.
El joven Doussot ve¨ªa con Mitterrand partidos de rugby en el televisor del peque?o hotel. ¡°Era muy inteligente y muy culto, pero nunca abusaba de ello, conmigo se comportaba como un tipo normal, como un amigo¡±, explica Doussot, que en poco tiempo se convirti¨® en adjunto al alcalde Mitterrand.
El hotel Au Vieux Morvan, frecuentado por viajantes de comercio y excursionistas, fue utilizado a menudo como escudo presidencial. Cada vez que se le acusaba de comportarse como un monarca y de derrochar el dinero, Mitterrand atra¨ªa a las c¨¢maras hacia la peque?a habitaci¨®n n¨²mero 15, de diez metros cuadrados, decorada de forma monacal. Tanto en su elecci¨®n de 1981 como en su reelecci¨®n de 1988, Mitterrand hizo el discurso de la victoria desde el vest¨ªbulo del Ayuntamiento de Ch?teau-Chinon.
Era su forma de mostrarse como hombre de pueblo, aunque viviera todo el a?o en Par¨ªs. Y no viviera con su esposa, sino con su amante, Anne Pingeot, a la que tambi¨¦n hab¨ªa conocido con 20 a?os. Y tuviera con ella una hija secreta. Para Mitterrand, y para otros presidentes franceses, vale la frase de Woody Allen: ¡°Nihilismo, cinismo, sarcasmo y orgasmo; con ese lema se puede hacer carrera pol¨ªtica en Francia¡±.
Guy Doussot acab¨® siendo tambi¨¦n alcalde socialista de Ch?teau-Chinon, entre 2014 y 2017. Por entonces ocupaba la presidencia de la Rep¨²blica otro socialista, Fran?ois Hollande. Doussot no le guarda simpat¨ªa: ¡°Hollande es culpable del desastre que sufre ahora el socialismo; fue un presidente que prometi¨® mucho e hizo lo contrario y, sobre todo, aprob¨® una legislaci¨®n muy conservadora que defraud¨® a la izquierda¡±, afirma.
Un veterano periodista que conoce perfectamente La Ni¨¨vre admite que el mandato de Hollande result¨® un fiasco, pero a?ade otras explicaciones m¨¢s locales: las d¨¦cadas de hegemon¨ªa socialista desembocaron en nepotismo, enfrentamientos internos, cargos heredados y desprestigio de las instituciones. El propio Doussot gan¨® la alcald¨ªa en 2014 contra otra lista socialista, la de Henri Malcoiffe, desautorizada por la direcci¨®n del partido.
Decepci¨®n y des¨¢nimo
Las elecciones municipales de 2020 demostraron que las redes locales del PS en La Ni¨¨vre y en el conjunto de Francia se desintegraban con rapidez. El partido de Emmanuel Macron y la derecha tradicional se repartieron casi todas las peque?as alcald¨ªas. El PS a¨²n dirige hoy 14 de las 42 ciudades francesas con m¨¢s de 100.000 habitantes, generalmente en coalici¨®n con Los Verdes, y sobre todo mantiene Par¨ªs. Habr¨¢ que ver si Anne Hidalgo sobrevive como alcaldesa tras su descalabro en las presidenciales.
De las 270 ciudades con m¨¢s de 30.000 habitantes, los socialistas dirigen 47. En ambientes urbanos a¨²n disfrutan de dosis notables de poder. Es en los ayuntamientos peque?os, en la red capilar del pa¨ªs, la que permite hacer llegar cualquier campa?a hasta el ¨²ltimo rinc¨®n del pueblo m¨¢s diminuto, donde han perdido pie.
En Ch?teau-Chinon viven unas 5.000 personas y todo el mundo se conoce. El domingo, por primera vez, en este pueblo gan¨® Marine Le Pen. Las charlas de caf¨¦ se desv¨ªan con facilidad hacia el asunto. ¡°Los otros ya nos han enga?ado demasiado, mejor probar con alguien nuevo¡±, dice un pensionista que admite haber votado a la ultraderecha. ?Y si Le Pen tambi¨¦n les enga?a? ¡°Pues la pr¨®xima vez no la votaremos¡±. El exalcalde Doussot reconoce que a no pocos simpatizantes de la izquierda el programa de Le Pen ¡°les parece social¡±. ¡°Eso tampoco es raro en la izquierda: oscilar de un extremo a otro¡±, a?ade.
La actual alcaldesa de Ch?teau-Chinon, Chantal-Marie Malus, profesora, ostenta la etiqueta ¡°diversos de centro¡±, una creaci¨®n del Ministerio del Interior en 2020 para definir a quienes dec¨ªan no ser ni de derechas ni de izquierdas y tampoco se identificaban con el partido de Emmanuel Macron.
¡°Aqu¨ª estamos muy decepcionados y muy desanimados¡±, comenta un joven camionero que descarga en una de las calles del pueblo. ¡°Ni siquiera nos unimos a la revuelta de los chalecos amarillos, imag¨ªnese el nivel de apat¨ªa¡±. Un reflejo del des¨¢nimo fue la abstenci¨®n, que roz¨® el 30%, muy por encima de la media francesa. ¡°La pandemia nos ha matado, vivimos en gran medida del turismo y hemos pasado dos a?os mal¨ªsimos¡±, se?ala la encargada de una brasserie. Las otras fuentes importantes de ingresos, la agricultura y la ganader¨ªa, sufren a su vez por los aumentos del combustible y del pienso.
Fran?ois Mitterrand resulta casi omnipresente en el pueblo. Hay un busto de Mitterrand a la entrada del Ayuntamiento, hay un museo Mitterrand (con todos los regalos que recibi¨® durante sus 14 a?os en El El¨ªseo), hay una escultura abstracta dedicada a Mitterrand, hay un bosque Mitterrand. Y est¨¢ la habitaci¨®n n¨²mero 15, claro. ¡°Es una habitaci¨®n como cualquier otra y la alquilamos al mismo precio que las otras (menos de 90 euros por noche), la ¨²nica diferencia es que siempre est¨¢ reservada con mucha antelaci¨®n por admiradores del mandatario o por gente que disfruta durmiendo donde dorm¨ªa un presidente¡±, explica el actual encargado de Au Vieux Morvan.
Pero hay una ¨²ltima herencia de Mitterrand, tan ambigua como el propio personaje. Ch?teau-Chinon se mantiene como un peque?o para¨ªso para excursionistas, cazadores y pescadores, porque no llega el turismo masivo. No puede llegar. Las comunicaciones son p¨¦simas. ¡°Val¨¦ry Giscard d?Estaing llen¨® de buenas carreteras su regi¨®n, Auvernia. Mitterrand, en cambio, no quer¨ªa que La Ni¨¨vre se estropeara y bloque¨® todos los proyectos para mejorar las carreteras¡±, explica el exalcalde Doussot. ¡°Mitterrand era as¨ª y ten¨ªa esas cosas¡±.
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