El horror de los internados para ni?os nativos en Estados Unidos
Una investigaci¨®n oficial calcula que ¡°miles o decenas de miles¡± de ni?os murieron en escuelas p¨²blicas para indios desde el siglo XIX
Les arrebataban de los brazos de sus padres, les cambiaban el nombre, les cortaban el pelo, les imped¨ªan hablar su idioma o practicar su religi¨®n y costumbres, les impon¨ªan disciplina marcial. Muchos no sobrevivieron y fueron enterrados al lado de los colegios en que estaban internados.
El Gobierno de Estados Unidos ha publicado el primer volumen de su investigaci¨®n sobre el trato denigrante que durante m¨¢s de un siglo se dio a ni?os nativos americanos en internados y colegios p¨²blicos. Entre las conclusiones, que m¨¢s de 500 ni?os murieron en 19 de esos internados del horror. ¡°Se espera que ese n¨²mero crezca¡± seg¨²n avance la investigaci¨®n, dice el informe, que estima que la cuenta subir¨¢ hasta ¡°los miles o las decenas de miles¡± de ni?os muertos en los internamientos.
El descubrimiento de centenares de tumbas de ni?os ind¨ªgenas sin marcar en internados de Canad¨¢ llev¨® a Estados Unidos a poner en marcha su propia investigaci¨®n. Los primeros resultados se han publicado este mi¨¦rcoles por parte del Departamento de Interior, que en Estados Unidos se encarga de la gesti¨®n y protecci¨®n de los territorios de propiedad federal y se ocupa tambi¨¦n de las comunidades ind¨ªgenas.
La investigaci¨®n muestra que, entre 1819 y 1969, el sistema federal de internados para ni?os indios americanos constaba de 408 escuelas federales en 37 estados o entonces territorios, incluidas 21 escuelas en Alaska y 7 en Haw¨¢i. La investigaci¨®n identific¨® lugares de enterramiento marcados o sin marcar en 53 escuelas, y admite que es probable que vayan apareciendo m¨¢s.
El informe ha sido presentado por la actual secretaria de Interior, Deb Haaland, la primera nativa americana en el cargo. ¡°Las consecuencias de las pol¨ªticas federales de internado ind¨ªgena, incluyendo el trauma intergeneracional causado por la separaci¨®n de la familia y la erradicaci¨®n cultural infligida a generaciones de ni?os desde tan solo cuatro a?os, son desgarradoras e innegables¡±, ha se?alado a trav¨¦s de un comunicado.
Haaland considera que se deben aprovechar los resultados de esta investigaci¨®n para dar voz a las v¨ªctimas y sus descendientes y tratar de curar las heridas que esa actuaci¨®n dej¨® en las poblaciones ind¨ªgenas.
El primer volumen, de 106 p¨¢ginas sin contar los anexos, describe c¨®mo el intento de asimilaci¨®n cultural de los ni?os ind¨ªgenas a trav¨¦s del sistema de internados contribu¨ªa en realidad al objetivo m¨¢s amplio de despojar de sus tierras y posesiones a las tribus indias americanas y los nativos de Alaska y Haw¨¢i. ¡°Creo que este contexto hist¨®rico es importante para entender la intenci¨®n y la escala del sistema federal de internados para indios, y por qu¨¦ persisti¨® durante 150 a?os¡±, se?ala Bryan Newland, subsecretario para Asuntos Indios, en la carta de presentaci¨®n del informe.
El documento se extiende en recopilar testimonios hist¨®ricos que apuntan en esa direcci¨®n y recuerda que se firmaron centenares de tratados en la segunda mitad del siglo XIX con los nativos americanos que sirvieron para despojarles de sus territorios. Algunos de ellos contemplaban la educaci¨®n, pero el informe se?ala que hay abundantes pruebas de que muchos ni?os fueron forzados a separarse de sus padres o internados sin consentimiento familiar. Algunos nativos pagaron con su vida la resistencia a que les arrebatasen a sus hijos.
Uno de los anexos muestra los mapas de localizaci¨®n de los internados. La ilustraci¨®n mancha de puntos negros todo el mapa de Estados Unidos, pero muy especialmente los actuales estados de Oklahoma, Nuevo M¨¦xico y Arizona.
En muchos de esos lugares, como parte de la formaci¨®n, los ni?os desarrollaban trabajos de ganader¨ªa, agricultura, avicultura, orde?o, fertilizaci¨®n, explotaci¨®n maderera, fabricaci¨®n de ladrillos; cocina, confecci¨®n de ropa... pero el informe indica que sal¨ªan de la escuela con una formaci¨®n poco ¨²til para integrarse en el sistema productivo. En la pr¨¢ctica, bajo la apariencia de una supuesta educaci¨®n, lo que se estaba es usando trabajo infantil. Con frecuencia, el Gobierno federal colabor¨® con organizaciones e instituciones religiosas que gestionaban los internados.
En el informe se documenta c¨®mo se llev¨® a cabo una pol¨ªtica de desarraigo deliberada. No solo se les separaba de sus padres y familiares, sino que en los internados se mezclaba a indios de diferentes tribus, con el prop¨®sito adicional de que tuvieran que utilizar necesariamente el ingl¨¦s para comunicarse.
El comisario para Asuntos Indios William A. Jones se?alaba en 1902 que hab¨ªa que ser persistente y comparaba a los nativos con p¨¢jaros enjaulados. Dec¨ªa que la primera generaci¨®n quiere volar de la jaula porque conserva los instintos, pero tras varias generaciones el p¨¢jaro preferir¨¢ vivir en la jaula que salir volando. ¡°Lo mismo ocurre con el ni?o indio¡±, a?ad¨ªa, seg¨²n recoge el informe: ¡°El primer piel roja salvaje llevado a la escuela se resiente de la p¨¦rdida de libertad y anhela volver a su hogar salvaje. Sus descendientes conservan algunos de los h¨¢bitos adquiridos por del padre, pero evolucionan en cada sucesiva generaci¨®n, fijando nuevas reglas de conducta, diferentes aspiraciones y mayores deseos de estar en contacto con la raza dominante¡±.
La investigaci¨®n ha recopilado los maltratos y abusos a que se vieron sometidos los ni?os, m¨¢s all¨¢ de la separaci¨®n de sus familias y el internado forzoso. ¡°El sistema federal de internados para indios despleg¨® metodolog¨ªas sistem¨¢ticas de militarizaci¨®n y de alteraci¨®n de la identidad para intentar asimilar a los ni?os indios americanos¡±, dice el informe.
¡°Las normas a menudo se hac¨ªan cumplir mediante castigos, entre ellos castigos corporales como el aislamiento, la flagelaci¨®n, la privaci¨®n de alimentos, azotes, bofetadas y esposas. (...) A veces se obligaba a los ni?os indios mayores a castigar a los menores¡±, a?ade. Algunos ni?os trataban de escapar de los internados. Si eran descubiertos o capturados, recib¨ªan un severo castigo.
La investigaci¨®n ha descubierto ya 53 enterramientos en esos internados y en 19 de los centros se han identificado m¨¢s de 500 muertes infantiles. El informe no entra a analizar directamente las causas, pero s¨ª se?ala que todo el sistema de asimilaci¨®n y desarraigo fue ¡°traum¨¢tico y violento¡±.
Aunque por ahora las muertes que se han detectado son unos cientos, el Departamento de Interior prev¨¦ que la investigaci¨®n en marcha ¡°revele que el n¨²mero aproximado de ni?os indios que murieron en los internados indios federales sea de miles o decenas de miles¡±, muchos de ellos enterrados en fosas comunes o sin identificar. ¡°Las muertes de ni?os indios mientras estaban bajo el cuidado del Gobierno Federal, o de instituciones apoyadas por ¨¦l, condujo a la ruptura de las familias indias y a la erosi¨®n de las tribus indias¡±, concluye el informe.
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