Rescatada una criada tras 72 a?os esclavizada en Brasil sin salario ni vacaciones
Es el caso de esclavitud contempor¨¢nea m¨¢s prolongado descubierto en el pa¨ªs, que celebra el 134? aniversario de su abolici¨®n
Se desconoce su nombre porque no ha sido divulgado por las autoridades, pero s¨ª se sabe que tiene 86 a?os, que es negra y que fue explotada por una familia apellidada Mattos Maia. Es la v¨ªctima del caso de esclavitud contempor¨¢nea m¨¢s prolongado descubierto en Brasil. A partir de la adolescencia y durante 72 a?os, trabaj¨® como criada para tres generaciones de una familia sin cobrar un salario ni tener vacaciones. Su historia fue divulgada este viernes, precisamente en el d¨ªa en que se conmemora el 134 aniversario desde que la princesa Isabel firm¨® la abolici¨®n de la esclavitud.
Cuando la anciana fue rescatada en una vivienda de R¨ªo de Janeiro hace dos meses, dorm¨ªa en un sof¨¢ a las puertas de la habitaci¨®n de la patrona ¡ªtambi¨¦n octogenaria, de edad similar a la suya¡ª de la que cuidaba. Su avanzada edad le imped¨ªa ya ocuparse de las tareas de limpieza o de planchar. La Auditor¨ªa Fiscal del Trabajo la localiz¨® all¨ª tras recibir una denuncia an¨®nima. La v¨ªctima est¨¢ desde entonces en un asilo al cuidado de los servicios sociales, intentando adaptarse a la libertad, a tomar sus propias decisiones. Todo un desaf¨ªo tras una vida entera aislada del mundo m¨¢s all¨¢ de las cuatro paredes de la casa.
La v¨ªctima naci¨® en una finca de la familia Mattos Maia, donde trabajaban sus padres, y en la adolescencia fue enviada a casa de los patrones a servir. Fue as¨ª que comenz¨® una explotaci¨®n a la que estuvo sometida durante las siguientes siete d¨¦cadas por tres generaciones. Por aquella ¨¦poca, en torno a los cincuenta, Getulio Vargas gobernaba Brasil por segunda vez y en Inglaterra una veintea?era era coronada como Isabel II.
Con los a?os, la familia y ella se trasladaron a R¨ªo capital. Los Mattos Maia, con los que ha vivido casi toda su vida, alegaron que no hay delito alguno, que ella es una m¨¢s de la familia. Es un argumento esgrimido a menudo por los explotadores. El inspector que lleva el caso, Alexandre Lyra, ha explicado en declaraciones al portal G1, del grupo Globo, por qu¨¦ considera que este no es de ninguna manera el caso. ¡°Esta se?ora, de la que los empleadores dicen que es de la familia, aunque no lo es, se comporta de manera absolutamente sumisa. El empleador habla por ella. Cualquier respuesta que le pidamos a ella, es el empleador quien responde. Ella no custodia sus propios documentos. Los tiene el empleador¡±.
Un largo pasado de esclavitud
Brasil aboli¨® la esclavitud en 1888, despu¨¦s del resto de pa¨ªses de las Am¨¦ricas. El inhumano r¨¦gimen estuvo vigente durante 350 a?os. Y hasta sus puertos fueron trasladados en barcos negreros cinco millones de personas, m¨¢s que a ning¨²n otro pa¨ªs del continente. Por eso, sus efectos son muy evidentes en la desigualdad que desgarra la sociedad brasile?a hasta la actualidad. Los ciudadanos negros viven menos, son m¨¢s pobres.
El a?o pasado, las autoridades rescataron a casi 2.000 brasile?os explotados como esclavos, 27 de ellos ejerc¨ªan de empleados dom¨¦sticos. Desde que se tipific¨® el delito y comenzaron las inspecciones, 58.000 brasile?os explotados en circunstancias grav¨ªsimas han recuperado la libertad. El caso de Madalena Giordano tuvo especial repercusi¨®n, quiz¨¢ porque la familia que la explot¨® durante 40 a?os la cas¨® con un pariente mayor que era militar para seguir cobrando la pensi¨®n. Las denuncias aumentaron. Y transcurridos unos meses, acusados y v¨ªctima llegaron a un acuerdo por el que la antigua criada fue indemnizada con el apartamento familiar.
Estos casos tan prolongados de empleadas dom¨¦sticas convertidas en esclavas contempor¨¢neas son especialmente dram¨¢ticos porque las v¨ªctimas pierden todo contacto con sus familias. Recluidas en los hogares, no tienen amigos, solo a la familia con la que viven y que a su vez las explota. ¡°Ella no tiene noci¨®n de que estaba esclavizada¡±, ha explicado la directora del centro de mayores donde permanece mientras las autoridades buscan parientes suyos. Una especialista en trabajo esclavo entrevistada por Reporter Brasil explica que, aunque las v¨ªctimas suelen ser conscientes de que no son uno m¨¢s en la familia, como no tienen otra opci¨®n, mantienen una lealtad, una especie de deuda de gratitud, hacia las personas a las que sirven, para las que cocinan, lavan y a las que a menudo han criado.
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