Por parte de padre, esclavos. Por parte de madre, esclavistas

Los antepasados del brasile?o Daniel Fermino da Silva, de 40 a?os, sostuvieron el l¨¢tigo y tambi¨¦n fueron torturados. Traficaron con esclavos y tambi¨¦n hicieron el viaje de ?frica a Brasil en la bodega de los barcos negreros. ¡°Me sorprendi¨® descubrir que, por parte de madre, ten¨ªa ascendencia de familias nobles de S?o Paulo, due?os de esclavos con apellidos tradicionales, y por parte de padre, negros cautivos (esclavizados)¡±, explica el ingeniero por tel¨¦fono desde Londrina, en el sur de Brasil. Despu¨¦s de realizar una investigaci¨®n de m¨¢s de tres a?os para hacer su ¨¢rbol geneal¨®gico ¡ªque lo llev¨® a recorrer m¨¢s de 16.000 kil¨®metros por todo Brasil, visitar notarios, cementerios y escuchar a decenas de personas¡ª, pudo localizar a sus antepasados que llegaron poco despu¨¦s de Pedro ?lvarez Cabral, el primer portugu¨¦s en pisar el territorio.

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La historia de Silva, que logr¨® rastrear qui¨¦nes fueron sus antepasados esclavos y d¨®nde vivieron, es una excepci¨®n, casi una gota de agua en el oc¨¦ano por una decisi¨®n adoptada en 1888 por el ministro de Econom¨ªa, Rui Barbosa, cuando Brasil se convirti¨®, con la promulgaci¨®n de la Ley ?urea, en el ¨²ltimo pa¨ªs que abol¨ªa la esclavitud. Barbosa orden¨® la quema de los documentos relacionados con la posesi¨®n de esclavos. Eran libros de registro, documentos fiscales y aduaneros que conten¨ªan parte de la historia e identidad de los africanos arrancados de su tierra para ser explotados en Am¨¦rica.

El objetivo de Barbosa, seg¨²n los historiadores, era evitar que los esclavistas reclamaran indemnizaciones, algo desastroso para las cuentas p¨²blicas. El efecto secundario fue que se borr¨® gran parte de los datos disponibles sobre las personas esclavizadas en Brasil, a diferencia de Estados Unidos, donde el Gobierno conserva los archivos de esta fase brutal de su historia.

Consciente de las dificultades de rastrear sus or¨ªgenes negros, Silva, que vive en el Estado de Paran¨¢, se dio cuenta de que tendr¨ªa que viajar para llegar a las ramas m¨¢s altas de su ¨¢rbol geneal¨®gico. El primer paso fue visitar la ciudad donde naci¨® su padre: Mirabela (Minas Gerais). ¡°Descubr¨ª que en los alrededores hab¨ªa dos comunidades de quilombolas (de descendientes de esclavos rebeldes)¡±, dice. All¨ª encontr¨® t¨ªos y otros parientes cercanos. La idea era averiguar los apellidos de los vecinos, cu¨¢ndo llegaron y cualquier pista ¨²til. ¡°La informaci¨®n que obtuve all¨ª fue casi toda a trav¨¦s de la historia oral. Mucha gente no sabe leer ni escribir, por lo que se pierde mucha informaci¨®n¡±, explica. La investigaci¨®n dio sus frutos.

Sus antepasados eran propiedad de do?a Maria da Cruz y su esposo, Salvador Cardoso de Oliveira, terratenientes ricos. La pareja dio sus apellidos a sus esclavos. As¨ª, los bisabuelos de Silva por parte de padre ¡ªDomingos Cardoso da Silva y Maria Ferreira da Cruz¡ª llevan el apellido de sus due?os.

Todav¨ªa es un misterio c¨®mo consiguieron la libertad. ¡°Maria da Cruz se rebel¨® contra la Corona portuguesa y no quer¨ªa seguir pagando impuestos. Como respuesta, en 1736 le confiscaron parte de sus tierras y posesiones, incluidos los cautivos¡±, dice Silva. Sospecha que algunos lograron huir. Otros quiz¨¢ obtuvieron la libertad de sus nuevos due?os. Ciertos hallazgos le producen tristeza. ¡°Descubr¨ª que mi tatarabuela paterna era negra con ojos verdes, lo que demuestra las violaciones de los se?ores a las esclavas¡±, dice.

Su familia materna es la otra cara de la moneda. Est¨¢n en el Estado de S?o Paulo desde el descubrimiento. ¡°Mi antepasado m¨¢s lejano, el portugu¨¦s Cosme Fernandes Pessoa muri¨® en 1520 en la costa de S?o Paulo¡±, cuenta. La historiograf¨ªa lo reconoce como un comerciante de esclavos enviado a Brasil como castigo por los cr¨ªmenes cometidos en su tierra natal. Otra rama lleg¨® hacia 1710, se estableci¨® en Minas Gerais y fund¨® la ciudad de Itabira. Eran jud¨ªos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica que hu¨ªan de la Inquisici¨®n. El personaje m¨¢s emblem¨¢tico de esta rama del ¨¢rbol es do?a Eug¨ºnia Andrade. ¡°Fue ofrecida en matrimonio a los 13 a?os a mi tatarabuelo Patricio Custodio de Menezes, de 27 a?os. En la noche de bodas, no pas¨® nada porque ella era muy joven. Frustrado, Patricio fue tras las esclavas¡±, dice. Silva descubri¨® que la pareja tuvo esclavos hasta a?os despu¨¦s de la abolici¨®n. Esto prueba algo que los historiadores ya han se?alado: la Ley ?urea no signific¨® el fin de la esclavitud, que perdur¨® extraoficialmente durante muchos a?os m¨¢s.

Cuando se le pregunta c¨®mo se siente con esos or¨ªgenes antag¨®nicos, Silva responde: ¡°Cuando miro a mi familia negra, veo que no ascendieron socialmente. Eso genera signos de interrogaci¨®n en mi cabeza. Me doy cuenta de que para algunos la meritocracia es mejor que para otros¡±.