La ofensiva de Putin fuerza a la UE a emprender una profunda reforma para proteger a Ucrania
La cumbre europea de junio se anticipa como el pistoletazo de salida para una posible revisi¨®n de los Tratados y la concesi¨®n al Gobierno de Zelenski de su ansiada perspectiva europea

La guerra de Rusia contra Ucrania marca un antes y un despu¨¦s en la historia de una Uni¨®n Europea abocada a revisar tanto su estructura interna ¡ªpara adaptarla a la nueva realidad del continente¡ª como su modelo de adhesi¨®n ¡ªpara no frustrar del todo las expectativas de Ucrania¡ª. La cumbre europea que pondr¨¢ fin a la presidencia francesa de la UE a finales de junio ser¨¢ el punto de partida de una transformaci¨®n que puede incluir la revisi¨®n de los Tratados y la creaci¨®n de un estatus especial que ofrezca a los pa¨ªses candidatos buena parte de los privilegios del club mientras esperan a su ingreso definitivo.
La necesidad de socorrer a Ucrania ya ha forzado a la UE a adoptar decisiones sin precedentes, como acoger a un n¨²mero ilimitado de refugiados o financiar la compra de armamento letal. Pero los cambios no han hecho m¨¢s que empezar y todo indica que se pondr¨¢ en marcha un proceso de remodelaci¨®n profunda de la UE que podr¨ªa alcanzar uno de sus puntos culminantes en el segundo semestre de 2023, durante la presidencia de Espa?a.
El pr¨®ximo gesto hacia Kiev, seg¨²n fuentes comunitarias, podr¨ªa llegar durante la cumbre de junio, con la posible, e incluso probable, concesi¨®n del estatuto de pa¨ªs candidato a ingresar solo tres meses despu¨¦s de haber cursado la solicitud. Con otros pa¨ªses, Albania o Macedonia del norte los m¨¢s recientes, Bruselas tard¨® meses o a?os en dar ese primer paso.
Algunos socios se muestran todav¨ªa reacios a a?adir a Ucrania a la lista de pa¨ªses en espera, por temor a crear falsas expectativas entre su poblaci¨®n. Pero el reconocimiento visualizar¨ªa el compromiso de la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, que en su reciente visita a Kiev asegur¨® que ¡°Ucrania pertenece a la familia europea¡±. ¡°Aceleraremos el proceso [de adhesi¨®n]¡±, dijo, ¡°tanto como sea posible¡±.
En todo caso, el estatus de candidato no garantiza nada, ni siquiera la apertura de las negociaciones de adhesi¨®n. Y la duraci¨®n del proceso de entrada en el caso de Ucrania no se calcula en a?os, sino en d¨¦cadas. Susi Dennison, directora del programa European Power en el centro de estudios European Council on Foreign Relations (ECFR), se?ala que ¡°lo largo del proceso no es solo por parte de la UE, que en el caso de Ucrania se est¨¢ moviendo muy r¨¢pido para sus est¨¢ndares hist¨®ricos, sino tambi¨¦n por lo que necesita hacer el aspirante¡±. Dennison recuerda que ¡°Ucrania deber¨ªa acometer importantes reformas pol¨ªticas y democr¨¢ticas para cumplir los criterios de adhesi¨®n y, por desgracia, eso no se hace de la noche a la ma?ana, especialmente en un contexto de guerra¡±.
Antes de la invasi¨®n rusa, el pa¨ªs presidido por Volod¨ªmir Zelenski ya se encontraba a la cola de casi todas las clasificaciones internacionales en calidad democr¨¢tica. Se aprecia en indicadores como el ¨ªndice del centro estadounidense Freedom House, que describe a Ucrania como ¡°parcialmente libre¡±; el de Transparencia Internacional, donde figura en el puesto 122 de 180 pa¨ªses en cuanto a corrupci¨®n, o en el de respeto a los derechos de la comunidad LGTBI, elaborado por ILGA-Europe, en el que figura en el puesto 39 de 49.
Aun as¨ª, la mayor¨ªa de las capitales europeas acepta que la UE debe demostrar un compromiso tangible con Ucrania. Y por ese motivo, se abre tambi¨¦n camino la posibilidad de ofrecer a Kiev un anclaje muy firme que permita a los ucranios disfrutar de muchas de las ventajas del club mientras dure la negociaci¨®n de adhesi¨®n. Los privilegios incluir¨ªan desde fondos comunitarios a integraci¨®n econ¨®mica o facilidades para la libre circulaci¨®n de personas, bienes y servicios. Francia, que ocupa este semestre la presidencia de la UE, incluso ha propuesto crear una Confederaci¨®n entre el club comunitario y los pa¨ªses de su entorno que, por unos motivos u otros, no est¨¢n en condiciones o no desean incorporarse como socios de pleno derecho.
Dennison secunda sin ambages la idea. ¡°Una r¨¢pida entrada en la UE no es posible, pero hace falta ofrecer apoyo a Ucrania. Y la forma de resolver ese rompecabezas es establecer una nueva capa de membres¨ªa con los pa¨ªses que se comprometan a poner en marcha las reformas necesarias para ingresar¡±. La analista del ECFR cree que ¡°lo que Ucrania necesita ahora es un paraguas de seguridad y esa soluci¨®n le ofrecer¨ªa algo de certidumbre y al mismo tiempo demostrar¨ªa a Rusia que la UE simplemente no va a dejar a ese pa¨ªs a la intemperie¡±.
El nuevo estatuto de los pa¨ªses en la ¨®rbita de la UE pasar¨ªa a formar parte de las reformas que el club va a acometer como seguimiento de la Conferencia sobre el futuro de Europa, concluida el pasado 9 de mayo. El Parlamento Europeo ha aprobado este mes una resoluci¨®n en la que defiende una reforma de los Tratados. Y fuentes comunitarias no descartan que la cumbre de junio pacte la convocatoria de una Convenci¨®n, un foro encargado de examinar la revisi¨®n en profundidad de los Tratados y compuesto por representantes de los Parlamentos nacionales, de los jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros, del Parlamento Europeo y de la Comisi¨®n.
Carlos Carnero, exeurodiputado, fue miembro de la ¨²ltima Convenci¨®n europea celebrada, que desemboc¨® en 2004 en un proyecto de Constituci¨®n europea. Carnero, hoy asesor en la consultora Vinces, cree que ¡°de una nueva Convenci¨®n debe surgir un Tratado con la orientaci¨®n federal reivindicada hace unos d¨ªas por el primer ministro italiano, Mario Draghi, o que aparece en el contrato del Gobierno de coalici¨®n de Olaf Scholz en Alemania¡±. Carnero reconoce, sin embargo, que ¡°ser¨¢ dif¨ªcil avanzar en esa direcci¨®n¡±.
Algunas fuentes comunitarias valoran incluso como contraproducente seguir ese procedimiento porque temen que se prolongue demasiado en el tiempo o se estrelle contra la opini¨®n p¨²blica de algunos pa¨ªses, como ocurri¨® con el frustrado proyecto de Constituci¨®n europea en Francia y Holanda. Los reticentes abogan por reformas m¨¢s quir¨²rgicas que se puedan aprobar con los Tratados en vigor. Medidas como la supresi¨®n del veto en pol¨ªtica exterior y fiscalidad son posibles con el marco legal actual. Unas fuentes y otras coinciden, sin embargo, en que la Uni¨®n necesita un ajuste tanto para asumir nuevas responsabilidades en ¨¢reas como sanidad, defensa o exteriores como para adaptar las instituciones a una futura ampliaci¨®n hacia el este y los Balcanes que, con toda probabilidad, acabar¨¢ por llegar tarde o temprano.
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