Trump busca vengarse en las primarias de Georgia de quienes no le dejaron hacer trampa en 2020

¡°Solo quiero encontrar 11.780 votos¡±. Esa frase destacaba en la llamada de una hora entre el anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, d¨ªas despu¨¦s de las elecciones presidenciales de 2020. En esa conversaci¨®n, desvelada por The Washington Post, Trump presionaba de forma reiterada al funcionario estatal y sus colaboradores para que alterasen el resultado electoral y le diesen ganador en Georgia. Raffensperger y el gobernador del Estado, Brian Kemp, se mantuvieron firmes y rechazaron hacer trampas. Ahora, Trump busca venganza, pero lo m¨¢s probable es que salga derrotado de nuevo.

Cuando a¨²n no hay resultados del Estado clave de Pensilvania, este martes llegan las primarias de Georgia para elegir a los candidatos que se enfrenten el 8 de noviembre en las elecciones de mitad de mandato. En ellas se renueva la C¨¢mara de Representantes ¨ªntegra, un tercio del Senado y numerosos cargos estatales y locales. En Georgia, adem¨¢s de candidatos al Congreso, se vota gobernador y secretario de Estado, entre otros puestos. Raffensperger y Kemp aspiran a repetir, pero Trump intenta que no lo hagan y ha dado su apoyo a dos candidatos alternativos.

El rival de Kemp, el exsenador David Perdue, hac¨ªa campa?a el pasado fin de semana delante de un gran cartel con el mensaje ¡°Trump gan¨®¡±. Podr¨¢ parecer una frase folcl¨®rica, al estilo de ¡°Elvis vive¡±, pero alimentados por pol¨ªticos que abrazan teor¨ªas conspiranoicas y medios de comunicaci¨®n y redes sociales que las airean, muchos votantes republicanos se creen el bulo de que las elecciones presidenciales de 2020 estuvieron ama?adas y a Trump le robaron su victoria.

Una encuesta de este a?o de un centro de investigaci¨®n de la Escuela de Asuntos P¨²blicos e Internacionales de la Universidad de Georgia se?alaba que un 73,6% de los votantes republicanos del Estado cre¨ªan que en las presidenciales de 2020 hubo ¡°un fraude electoral masivo¡±. Era la primera vez que un republicano perd¨ªa Georgia en las presidenciales desde 1992.

Una de las grandes voces de esa teor¨ªa de la conspiraci¨®n es la congresista Marjorie Taylor Greene, conocida como MTG. Su ¨²ltima ocurrencia ha sido conectar sin venir a cuento los recientes casos de viruela del mono con Bill Gates, uno de los objetivos favoritos de las teor¨ªas conspiratorias, sugiriendo que va a ganar mucho dinero con el brote. MTG hizo campa?a el viernes en el mismo festival de moteros que Perdue, pero mientras que a ella se la ve¨ªa en su salsa subi¨¦ndose a una Harley, bebiendo cerveza o bromeando con los asistentes, Perdue parec¨ªa algo fuera de lugar.

Fuera de lugar

Perdue lleva fuera de lugar casi toda la campa?a y, pese al apoyo de Trump, est¨¢ muy por detr¨¢s de Kemp en las encuestas. Fue consejero delegado de grandes empresas como Reebok o Dollar General. Sali¨® elegido senador en 2014, pero se mantuvo muy activo en los negocios con operaciones burs¨¢tiles sospechosas de conflictos de intereses o de uso de informaci¨®n privilegiada. Tras cumplir el mandato de seis a?os, perdi¨® la reelecci¨®n en segunda vuelta en enero de 2021, entregando a los dem¨®cratas un esca?o clave.

Cuando Trump le dio su respaldo para presentarse a gobernador, muchos pensaron que la suerte estaba echada. A Perdue le financi¨® con 2,6 millones de d¨®lares, su apuesta m¨¢s alta de todas las primarias, y en un Estado en el que tantos republicanos se creen el bulo del robo electoral, el apoyo de Trump pod¨ªa parecer infalible. Desde el principio, se interpret¨® como un intento de venganza del expresidente contra Kemp, al que dispar¨® con sa?a, llam¨¢ndole ¡°cobarde¡± y diciendo que es ¡°un total y completo desastre¡± No ha parado en sus ataques hasta la semana pasada.

Pero Perdue no ha resultado ser un candidato muy entusiasta. Adem¨¢s, pese al apoyo econ¨®mico de Trump, no ha tenido muchas m¨¢s fuentes financieras y ha logrado muchos menos fondos que Kemp. El propio Trump ha visto que las cosas no pintaban bien y ha evitado celebrar actos conjuntos en los ¨²ltimos dos meses.

El gobernador tiene el dinero y tiene el cargo. Desde su puesto, Kemp ha tratado de mezclar sus medidas de Gobierno con la campa?a. La semana pasada, anunci¨® una inversi¨®n de 5.500 millones de Hyundai con la que se crear¨ªan casi 8.000 empleos. Adem¨¢s, Kemp tiene una gesti¨®n que vender. Y pese a que Trump ha intentado ponerle la etiqueta de RINO (republican in name only, republicano de boquilla), esa gesti¨®n es de hecho bastante de derechas.

Durante su mandato como gobernador, Kemp fue de los primeros en acabar con el confinamiento y las mascarillas. Abri¨®, bares, restaurantes, colegios y tiendas en cuanto pudo. Ha bajado los impuestos, incluida una rebaja de la gasolina muy oportuna. Ha promovido una ley contra el aborto, ha aprobado una norma que permite ir por la calle con armas ocultas sin una autorizaci¨®n especial, ha endurecido los requisitos para votar y ha limitado lo que los profesores pueden ense?ar en temas como el racismo, por ejemplo. Se ha olvidado de Trump y ha hecho campa?a atacando al actual presidente, el dem¨®crata Joe Biden. El programa que ha aplicado sigue el ideario republicano.

Una de las cosas que est¨¢n pasando en las primarias republicanas es que el trumpismo se impone como discurso en lo ideol¨®gico, pero los candidatos de Trump no siempre son los favoritos dentro del partido. El Doctor Oz no es muy querido en el partido ha tenido un resultado decepcionante en Pensilvania, pese a que a¨²n lucha voto a voto por la victoria en las primarias para el Senado. Madison Cawthorn se ha quedado fuera en su distrito de Carolina del Norte. Sus candidatos a gobernadores en Ohio, Idaho y Nebraska tambi¨¦n han perdido las primarias. Es cierto que hay una mayor¨ªa de candidatos de Trump que han ganado, pero tambi¨¦n que en ocasiones el expresidente se ha subido a ¨²ltima hora al caballo ganador, como con Doug Mastriano en las primarias a gobernador de Pensilvania. En general, como ya se vio incluso la noche que J. D. Vance result¨® ganador en Ohio, el apoyo de Trump no es infalible.

Amarga derrota

Para el expresidente, la de Georgia puede ser la derrota m¨¢s amarga desde la que ¨¦l mismo sufri¨® en 2020. En escena ha entrado tambi¨¦n el que fue su vicepresidente, Mike Pence, con un apoyo decidido a Kemp. Tambi¨¦n gobernadores republicanos de otros Estados han preferido apoyar a quien ya ocupa el cargo antes que al candidato de Trump. De hecho, una victoria clara de Kemp puede tener cierto efecto terap¨¦utico en parte de los dirigentes republicanos, que consideran que ha llegado el momento de pasar la p¨¢gina de las elecciones perdidas de 2020 (incluso en Georgia) y centrarse en los debates que preocupan a los ciudadanos, desde la inflaci¨®n a la delincuencia, pasando por la pandemia, los impuestos o el aborto.

Un poco m¨¢s dif¨ªcil lo tiene Raffensperger, otra obsesi¨®n para Trump, porque resulta complicado que logre conseguir este martes m¨¢s del 50% de los votos, que es lo que se necesita en Georgia para que no haya segunda vuelta. Raffensperger es claro favorito pese a que rechaz¨® ¡°encontrar¡± votos suficientes para darle la vuelta al resultado electoral de 2020. Esa actuaci¨®n de Trump est¨¢ siendo investigada por la fiscal del condado de Fulton, Fani T. Willis, que intenta sentar al expresidente en el banquillo y que a principios de este a?o solicit¨® la convocatoria de un gran jurado especial para que estudiase el caso.

En la carrera al Senado, no hay duda de que el ex jugador de f¨²tbol americano Herschel Walker es el favorito, pese a su oscuro pasado. Su mujer se divorci¨® de ¨¦l alegando su comportamiento violento y amenazante. Y luego denunci¨® que ¨¦l amenaz¨® con matarla cuando ella empez¨® a salir con otra persona. Tiene el apoyo pleno de Trump.

La participaci¨®n adelantada casi se ha triplicado en las primarias de Georgia. Tambi¨¦n hay elecciones primarias este martes en Arkansas, Minessota y Alabama y segundas vueltas en las primarias de Texas que no han quedado a¨²n decididas entre ellas la que enfrenta para ser fiscal general del Estado a Ken Paxton (apoyado por Trump) con George P. Bush, la nueva generaci¨®n de la saga.

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