Sturgeon promete otro refer¨¦ndum de independencia en Escocia aunque Londres no lo permita

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se dirige hacia un enfrentamiento con el Gobierno de Boris Johnson, y quiere hacerlo con la ley de su parte. Ante la negativa de Downing Street de permitir que se celebre un nuevo refer¨¦ndum de independencia, la l¨ªder del Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP, en sus siglas en ingl¨¦s) ha anunciado este martes que acudir¨¢ pronto a la Asamblea Legislativa Aut¨®noma para dar m¨¢s detalles sobre c¨®mo pretende sortear la Secci¨®n 30 de la Ley de Escocia de 1998. Es el apartado que permite al Parlamento de Westminster traspasar competencias, de modo temporal o permanente, a las autoridades escocesas. Fue la f¨®rmula empleada por el Gobierno conservador de David Cameron para permitir la celebraci¨®n del refer¨¦ndum de independencia de 2014. El resultado entonces, despu¨¦s de una campa?a en la que el establishment brit¨¢nico tuvo que poner toda la carne en el asador en las ¨²ltimas semanas para salvar la unidad del Reino Unido, fue de 55% en contra de la secesi¨®n, frente a un 45% a favor.

Sturgeon, vencedora de los ¨²ltimos comicios auton¨®micos de mayo de 2021, hizo campa?a sobre la base de un programa electoral que promet¨ªa una nueva consulta. A un esca?o de la mayor¨ªa absoluta, el acuerdo parlamentario con los Verdes, partidarios tambi¨¦n de someter de nuevo a votaci¨®n la cuesti¨®n de la independencia, otorg¨® al nuevo Gobierno el mandato necesario para impulsar una nueva campa?a. Con o sin el permiso de Johnson.

¡°El Parlamento escoc¨¦s tiene un mandato indiscutiblemente democr¨¢tico, y tenemos intenci¨®n de honrarlo¡±, ha dicho Sturgeon. ¡°Sin embargo, para que un refer¨¦ndum pueda celebrarse, ofrezca confianza y logre sus objetivos, debe ser legal. Solo aquellos partidos que se oponen a la independencia se beneficiar¨ªan de posibles dudas sobre la legalidad de la consulta¡±.

La pol¨ªtica nacionalista, que ha sido capaz de consolidar una imagen de seriedad y responsabilidad, en contraposici¨®n a la de Johnson, durante la gesti¨®n de la pandemia, utiliza argumentos pol¨ªticos de modo insistente para cargarse de raz¨®n antes del posible choque con Londres. Ofrece su mano a Downing Street para negociar una nueva consulta, con el precedente de la ya celebrada en 2014; y al mismo tiempo, acusa al primer ministro brit¨¢nico de no respetar las reglas de la democracia ni el Estado de derecho. ¡°Y eso quiere decir que, si hemos de defender la democracia en Escocia, debemos construir una nueva v¨ªa para hacerlo. Si es necesario, sin recurrir a la Secci¨®n 30. Pero debemos hacerlo de un modo que sea legal¡±, ha dicho Sturgeon.

La estrategia del SNP se centrar¨¢, como ya han sugerido previamente, en preparar todos los argumentos legales necesarios para que la justicia ¡ªtodo apunta a que se tratar¨¢ del Tribunal Supremo¡ª tenga la ¨²ltima palabra, y dictamine si la Asamblea Aut¨®noma tiene competencia para convocar un refer¨¦ndum. El derecho constitucional de un pa¨ªs como el Reino Unido, sin Constituci¨®n escrita, se basa en los precedentes y las interpretaciones de los tribunales, donde el Gobierno escoc¨¦s cree tener base para defender su apuesta.

De hecho, resulta llamativo que la respuesta del Ejecutivo de Johnson, consciente de que cualquier amenaza de ruptura de la integridad territorial enardecer¨ªa al ala m¨¢s dura del Partido Conservador, es siempre en t¨¦rminos pol¨ªticos y de oportunidad. Nunca con argumentos legales. ¡°No es el momento de hablar sobre otro refer¨¦ndum¡±, ha dicho este martes un portavoz de Downing Street. ¡°Tenemos confianza en que los ciudadanos de Escocia lo que quieren y esperan de ambos Gobiernos es que colaboren entre ellos y se centren en aquellos asuntos que preocupan en sus familias y en sus vecindarios, como la crisis del coste de la vida, o la guerra en Europa [Ucrania]¡±, se?ala el Gobierno.

De nuevo, el Brexit

El Brexit ha sido la chispa que ha provocado la nueva campa?a a favor de otro refer¨¦ndum de independencia. En 2014, los defensores de la unidad territorial metieron el miedo en el cuerpo de los votantes con la amenaza de que la secesi¨®n supondr¨ªa la salida de Escocia de la UE. Dos a?os despu¨¦s, a pesar de un voto en contra superior al 60% en la regi¨®n, una mayor¨ªa del Reino Unido decidi¨® abandonar las instituciones comunitarias. La sensaci¨®n de trampa, acompa?ada del amplio y generalizado rechazo que provoca all¨ª la figura de Johnson, dieron alas a la campa?a, a pesar de la promesa nacionalista de que el resultado de 2014 durar¨ªa al menos una generaci¨®n.

¡°Nos enfrentamos a un primer ministro que no respeta la democracia, la ley o ninguna de las normas que apuntalan las democracias en la mayor¨ªa de los pa¨ªses¡±, ha denunciado Sturgeon, 24 horas despu¨¦s de que el Gobierno brit¨¢nico publicara una ley que altera unilateralmente los compromisos alcanzados con Bruselas en el Protocolo de Irlanda del Norte.

La l¨ªder nacionalista ha presentado este martes uno de los primeros documentos con los que quiere llevar la iniciativa ante los ciudadanos en las explicaciones econ¨®micas, pol¨ªticas o sociales sobre lo que supondr¨ªa un nuevo intento de alcanzar la independencia. ¡°Hoy estamos m¨¢s preparados que en 2014¡å, ha dicho.

La media de los sondeos recientes sugiere un empate pr¨¢ctico entre los partidarios y los detractores de la independencia, pero con un ambiente ligeramente m¨¢s hostil hacia el Gobierno conservador de Johnson, la batalla por el 20% de indecisos puede resultar clave en una consulta que Sturgeon planea llevar a cabo a finales de 2023.

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