Boris Johnson desaf¨ªa a Bruselas con una ley que altera lo pactado en el Brexit para Irlanda del Norte
El texto cede a las presiones del ala dura euroesc¨¦ptica del Partido Conservador. Bruselas advierte de que la decisi¨®n ¡°da?a la confianza mutua y es una f¨®rmula para la incertidumbre¡±
Boris Johnson ha decidido de nuevo agitar las aguas del Brexit para camuflar sus problemas internos. Una semana despu¨¦s de que el 41% de los diputados conservadores votaran a favor de la destituci¨®n del primer ministro, irritados por el esc¨¢ndalo de las fiestas en Downing Street durante el confinamiento, el Gobierno brit¨¢nico ha iniciado el tr¨¢mite parlamentario de aprobaci¨®n de la nueva ley que modificar¨¢ partes fundamentales del Protocolo de Irlanda del Norte. El texto fue clave para sacar adelante el acuerdo de retirada del Reino Unido de la UE, en 2019, y result¨® ser el asunto m¨¢s delicado y complejo de las negociaciones. Con esta decisi¨®n, Londres pretende barrer de un plumazo gran parte de los controles aduaneros en la zona y elimina el papel supervisor en la regi¨®n del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
La publicaci¨®n del nuevo borrador legal consuma oficialmente una amenaza esgrimida por el Gobierno de Johnson desde hace meses, y prepara la rampa de salida de lo que puede ser un duro enfrentamiento con Bruselas, que derive incluso en una guerra comercial. En apenas 24 horas, el Ejecutivo brit¨¢nico puede acabar enfrent¨¢ndose a la vez a siete rivales: todos los diputados conservadores furiosos con la idea de que su Gobierno se salte la legalidad internacional (la ex primera ministra Theresa May estar¨ªa en este grupo); los miembros independientes de la C¨¢mara de los Lores, dispuestos a retrasar y enmendar el texto hasta que no tenga nada que ver con el original; las asociaciones empresariales de Irlanda del Norte, que quieren mejoras t¨¦cnicas del protocolo, pero no la anulaci¨®n de un texto que les brinda lo mejor de ambos mundos, con acceso al Mercado Interior de la UE y al del Reino Unido; la oposici¨®n laborista, preparada para cuestionar con dureza en la C¨¢mara de los Comunes la legalidad de la decisi¨®n; y, finalmente, un buen n¨²mero de abogados activistas en disposici¨®n de dar la batalla en los tribunales.
¡°Restablecer el equilibrio¡±
¡°Lo ¨²nico que pretendemos con esta ley es restablecer el delicado equilibrio que impuso en Irlanda del Norte el Acuerdo de Viernes Santo¡±, ha dicho Johnson a primera hora de la ma?ana a la emisora LBC. ¡°Ser¨ªa una reacci¨®n brutalmente exagerada por parte de la UE lanzar ahora una guerra comercial frente a unas correcciones que pretenden acabar con una burocracia excesiva¡±, ha advertido el primer ministro brit¨¢nico.
Con este movimiento, Johnson pretende satisfacer a la corriente interna del Partido Conservador que le aup¨® al poder hace tres a?os y que puede ayudarle a sobrevivir en estos momentos: el Grupo de Estudios Europeos (ERG, en sus siglas en ingl¨¦s), que re¨²ne al ala dura de los diputados euroesc¨¦pticos que hicieron del Brexit su estandarte de guerra. A pesar de los intentos del propio Johnson y de sus ministros por edulcorar la decisi¨®n, y sobre todo, defender su legalidad, resulta evidente que los cambios propuestos en la nueva ley van todo lo lejos posible para contentar a los tories m¨¢s beligerantes con la UE.
El Protocolo mantuvo dentro del Mercado Interior comunitario a Irlanda del Norte. Se evitaba as¨ª tener que imponer controles aduaneros o sanitarios en medio de la isla, que crearan la impresi¨®n de una nueva frontera y pusieran en riesgo la paz alcanzada en 1998. Desde que entr¨® en vigor, surgieron problemas burocr¨¢ticos, pero sobre todo pol¨ªticos. La demarcaci¨®n entre el Reino Unido y la UE se establec¨ªa, simb¨®licamente, en el mar de Irlanda. Resultado: muchos de los productos originarios de Gran Breta?a, cuyo destino ¨²ltimo era Irlanda del Norte, se vieron afectados por nuevos tr¨¢mites aduaneros y supervisiones sanitarias que encarec¨ªan y dificultaban el comercio interno entre regiones del Reino Unido. Bruselas supo entender estos problemas t¨¦cnicos sobrevenidos, y propuso soluciones que llegaban a reducir en un 80% los controles de mercanc¨ªas. No convencieron al Gobierno de Johnson, que ha ido mucho m¨¢s lejos con los cambios de la nueva ley.
¡°Acabar¨¢ con una situaci¨®n insostenible, en la que los ciudadanos de Irlanda del Norte eran tratados de un modo diferente a los del resto del Reino Unido, y proteger¨¢ la supremac¨ªa de nuestros tribunales y nuestra integridad territorial¡±, ha afirmado la ministra brit¨¢nica de Exteriores, Liz Truss. Ella es la principal negociadora con Bruselas, y a primera hora de la ma?ana comunicaba a su contraparte comunitaria, Maros Sefcovic, que la nueva ley comenzaba su andadura parlamentaria. Truss ha insistido en que el Gobierno de Johnson ¡°sigue dispuesto a solucionar la situaci¨®n a trav¨¦s de conversaciones con la UE¡±, pero acusa a la vez a las instituciones comunitarias de negarse a realizar cambios en el protocolo.
Sefcovic, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, ha dado acuse de recibo a la decisi¨®n a trav¨¦s de Twitter, a la vez que lanzaba una advertencia sobre su gravedad: ¡°La UE siempre ha prestado la mayor atenci¨®n al impacto del Brexit sobre Irlanda del Norte, y ha ofrecido soluciones pr¨¢cticas. Una decisi¨®n unilateral da?a la confianza mutua y es una f¨®rmula para la incertidumbre¡±, ha se?alado.
Spoke to @trussliz earlier where she informed me of ??legislation to unilaterally disapply the Protocol. The EU has always paid utmost attention to the impact Brexit has on NI, offering workable solutions. Unilateral action is damaging to mutual trust & a formula for uncertainty. pic.twitter.com/CWqFSxy0GC
— Maro? ?ef?ovi??? (@MarosSefcovic) June 13, 2022
En primer lugar, el texto crea dos v¨ªas de acceso para los productos que viajen desde Gran Breta?a a Irlanda del Norte. Un ¡°pasillo verde¡±, para aquellos cuyo destino final sea el territorio norirland¨¦s, que estar¨ªan libres de controles aduaneros y sanitarios. Y otro ¡°pasillo rojo¡± para los que van dirigidos a la Rep¨²blica de Irlanda, a los que se impondr¨ªan las normas del protocolo.
¡°Creo que la UE est¨¢ siendo inflexible en su planteamiento, pero el Gobierno brit¨¢nico deber¨ªa insistir en convencer a trav¨¦s de diplomacia y negociaciones¡±, ha dicho Tony Danker, director general de CBI, la principal patronal del Reino Unido. ¡°Es bastante incendiario saltarse de modo unilateral una obligaci¨®n internacional, y regresar a una ret¨®rica pol¨ªtica inflamada, cuando todas estas propuestas de pasillos verdes o rojos podr¨ªan abordarse por los equipos t¨¦cnicos de ambas partes¡±, ha reclamado Danker.
En segundo lugar, la nueva ley permitir¨ªa que las empresas norirlandesas pudieran escoger libremente las normas de calidad de sus productos, para adaptarse a la regulaci¨®n comunitaria o a la brit¨¢nica.
En tercer lugar, se impondr¨ªa una armonizaci¨®n fiscal entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. Es decir, si Londres decidiera reducir su impuesto sobre el valor a?adido (VAT, en sus siglas inglesas), tambi¨¦n lo har¨ªa en territorio norirland¨¦s, a pesar de estar dentro del Mercado Interior de la UE. Si el Gobierno de Johnson quisiera adem¨¢s ofrecer ayudas y subvenciones a determinadas empresas, podr¨ªa hacerlo sin contar con el consentimiento de Bruselas.
Y finalmente, la disposici¨®n m¨¢s incendiaria de la nueva ley: el Tribunal de Justicia de la UE perder¨ªa su papel supervisor de las reglas del Mercado Interior en territorio norirland¨¦s. Para el ala dura euroesc¨¦ptica de los conservadores, era el principal caballo de batalla. No toleraban la idea de un tribunal ¡°extranjero¡± interfiriendo en territorio brit¨¢nico, aunque el TJUE tuviera sobre todo un papel t¨¦cnico y garantista. Nada que ver con una supuesta usurpaci¨®n de soberan¨ªa o jurisdicci¨®n.
Mecanismo de arbitraje
Londres propone ahora un mecanismo de arbitraje que sustituya la funci¨®n del tribunal, una soluci¨®n similar a la que se adopt¨® en el Tratado de Libre Comercio negociado por ambas partes, que evit¨® un Brexit duro.
El movimiento del Gobierno de Johnson agita la amenaza de una guerra comercial con la UE, y est¨¢ por demostrar que tenga alg¨²n beneficio. El Partido Unionista Democr¨¢tico (DUP) mantiene bloqueadas las instituciones auton¨®micas de Gobierno. Culpa al protocolo, una nueva ¡°traici¨®n¡± de Londres que acerca m¨¢s la posibilidad de una reunificaci¨®n de Irlanda, de sus problemas internos. A principios de mayo, los republicanos del Sinn F¨¦in, durante d¨¦cadas el brazo pol¨ªtico de la organizaci¨®n terrorista IRA, obtuvieron una hist¨®rica victoria en las elecciones de Irlanda del Norte. Seg¨²n lo establecido en el Acuerdo de Viernes Santo, el partido m¨¢s votado ocupa la silla de ministro principal, pero el puesto de viceministro principal corresponde al segundo partido. Era el modo de asegurar un reparto equitativo de poder y un equilibrio entre republicanos y unionistas, o desde otra perspectiva algo menos vigente, entre protestantes y cat¨®licos.
A pesar de la rotunda oposici¨®n del DUP al protocolo, su visi¨®n no es la predominante en Irlanda del Norte. Una mayor¨ªa de sus diputados auton¨®micos, 52 de 90, ha enviado una carta a Johnson en la que le acusa de ir en contra, con su decisi¨®n, ¡°de los deseos de la mayor parte de empresas y de ciudadanos norirlandeses¡±. Los firmantes del texto son miembros del Sinn F¨¦in, del Partido Laborista y Socialdem¨®crata y de Alliance. Esta ¨²ltima formaci¨®n, la tercera m¨¢s votada en mayo, no se define por ninguno de los bandos.
El Gobierno de Johnson ha intentado ara?ar el compromiso de la formaci¨®n unionista de que volver¨¢ a colaborar, ayudar¨¢ a elegir un nuevo presidente de la Asamblea Aut¨®noma y designar¨¢ un viceministro principal, a cambio de que Downing Street impulse en el Parlamento la ley que desguaza el Protocolo de Irlanda del Norte. Contentar al DUP ser¨ªa contentar tambi¨¦n a los euroesc¨¦pticos, firmes defensores de la integridad territorial del Reino Unido. Pero ni siquiera ese compromiso est¨¢ claro, porque el DUP es muy consciente de que la ley tiene por delante un tr¨¢mite que puede prolongarse un a?o, y muchos obst¨¢culos parlamentarios y judiciales por delante. ¡°Queremos ver c¨®mo avanza el texto legal en el Parlamento antes de tomar una decisi¨®n¡±, ha indicado el l¨ªder del partido, Jeffrey Donaldson. En la C¨¢mara de los Lores, muchos de sus miembros afilan ya los cuchillos para frenar un texto que consideran tremendamente da?ino para la reputaci¨®n internacional del Reino Unido.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.