La ministra de la Presidencia de Bolivia: ¡°El pueblo organizado es invencible, m¨¢s all¨¢ del poder econ¨®mico de la derecha fascista¡±
Mar¨ªa Nela Prada defiende el proceso judicial contra los responsables de la toma del poder en 2019, y denuncia una campa?a de la derecha internacional contra los gobiernos de izquierda
Cuando Evo Morales gan¨® sus primeras elecciones en Bolivia, all¨¢ por el a?o 2005, Mar¨ªa Nela Prada ya militaba en el Movimiento al Socialismo (MAS). De aquellos d¨ªas de veintea?era recuerda algo que no olvidar¨ªa. Participaba en una campa?a en una comunidad ind¨ªgena. Conoci¨® a un ni?o, de unos seis o siete a?os, seg¨²n recuerda. ¡°Le pregunt¨¦ qu¨¦ quer¨ªa ser de grande y me dijo: ¡®Presidente como Evo¡±. Un sue?o inimaginable hasta entonces. En los pueblos, los hijos de los campesinos siempre aspiraban a tener sus propios camiones para transportar lo que diera el campo, las papas, o lo que fuera que hubieran hecho sus padres y abuelos. Ning¨²n ind¨ªgena hab¨ªa sido presidente hasta Morales y eso lo cambi¨® casi todo; tampoco nunca una mujer hab¨ªa sido ministra de la Presidencia hasta que Nela Prada asumi¨® el cargo el 9 de noviembre de 2020, 15 a?os despu¨¦s de que tuviera aquella conversaci¨®n con el cr¨ªo. La ministra, de 41 a?os, natural de Santa Cruz de la Sierra, recibi¨® este domingo en Madrid a EL PA?S, en una parada en su viaje de vuelta a Bolivia, tras presentar un informe en Ginebra (Suiza) ante el Comit¨¦ para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n contra la Mujer.
La vida de Nela Prada forma parte de la historia pol¨ªtica de Bolivia. No recela de su padre, Ram¨®n Prada, del partido de derecha boliviano ADN, fundado por el que fuera presidente y dictador Hugo B¨¢nzer. Recuerda el d¨ªa en el que anunci¨® a su padre que iba a militar en el MAS. Se esperaba lo peor. ¡°Me dijo que nos hab¨ªa dado a m¨ª y a mis hermanas una educaci¨®n para que pudi¨¦ramos pensar por nosotras mismas. Fue una suerte¡±. Eso y que su madre, Betty Tejada, hubiera sido diputada del partido de Morales.
Pero el momento actual es dif¨ªcil. El Gobierno de Luis Arce, con Nela Prada en la cartera de la Presidencia, inici¨® su andadura en noviembre de 2020, un a?o despu¨¦s de que la senadora Jeanine ??ez recibiera la banda presidencial de manos de un militar. Era la culminaci¨®n a semanas de violencia y tensi¨®n en las calles del pa¨ªs andino y que llevaron a Morales a abandonar el pa¨ªs despu¨¦s de denuncias de supuestas irregularidades en las elecciones de octubre de aquel a?o. La imagen de Bolivia fue la de una naci¨®n partida por la mitad.
¨D Yo no diviso un pa¨ªs partido o dividido, como a veces se muestra. Hay algunos grupos que nunca han aceptado ni aceptar¨¢n la democracia cuando gana el pueblo. Lo que sucedi¨® en nuestro pa¨ªs fue un golpe de Estado, que no se hubiese consumado sin el concurso de las Fuerzas Armadas y la Polic¨ªa.
Arce fue ministro de Econom¨ªa con Morales, el art¨ªfice de una suerte de milagro econ¨®mico en el pa¨ªs andino. Nela Prada lleva en el petate un porfolio con los datos macroecon¨®micos de su pa¨ªs del ¨²ltimo a?o; la envidia, a primera vista, de cualquier naci¨®n avanzada. La ministra hace un par¨®n entre pregunta y pregunta y muestra las gr¨¢ficas: un 6% de crecimiento del PIB, una inflaci¨®n del 0,8%, un 5,3% de desempleo en las zonas urbanas, una ca¨ªda de la pobreza extrema al 11,1%...
En Bolivia, las cosas se ponen de cara para el Gobierno del MAS. Fuera tambi¨¦n se presenta un contexto favorable para la izquierda, con una nueva oleada de victorias en las urnas que ha confirmado el candidato colombiano Gustavo Petro el pasado d¨ªa 19, seguido muy de cerca del multimillonario populista de derechas Rodolfo Hern¨¢ndez.
¨D ?Es Am¨¦rica Latina de izquierdas?
¨D Va avanzando con las diferencias que existen de un pa¨ªs a otro en los proyectos pol¨ªticos de izquierda. Sus horizontes pol¨ªticos no deben entenderse como una receta ¨²nica, un manual ¨²nico, sino que deben emerger como una fuerza de construcci¨®n creativa y colectiva con el sello de cada pueblo. Siento que se respiran vientos de transformaci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y cultura en beneficio de los pueblos.
¨D ?Tiene m¨¢s dif¨ªcil la izquierda ganar en la regi¨®n?
¡ª Hay una articulaci¨®n de la derecha internacional, con un movimiento muy grande de recursos econ¨®micos, orientada a coartar el desarrollo de procesos de izquierda en la regi¨®n. Aunque logremos victorias contundentes, se replican narrativas de dictadura, dictadura, dictadura¡ Es alucinante. No se acepta la democracia cuando son movimientos de izquierda con un mandato popular. Aun as¨ª, hemos demostrado que el pueblo organizado y movilizado es invencible m¨¢s all¨¢ del poder econ¨®mico de la derecha fascista.
Juicio a Jeanine ??ez
Nela Prada recuerda bien aquellos d¨ªas convulsos de 2019; hab¨ªa temor, una fuerte presencia militar en las calles, alrededor de la sede del MAS, incluso de su casa. Pero, sobre todo, la hoy ministra tiene en mente c¨®mo el jefe del Ej¨¦rcito, Williams Kaliman, puso la banda a ??ez. ¡°Esa imagen retrata bien lo que fue ese momento¡±, relata la ministra, ¡°que un militar, tras 37 a?os de vida democr¨¢tica, fuera quien le estuviera poniendo la banda a quien se autoproclamaba presidenta, reconociendo desde las fuerzas del orden una autoridad inconstitucional¡±.
Aquellos militares y polic¨ªas que obligaron a Morales a renunciar al cargo, que llegaron a quitarse de sus uniformes la whipala, la bandera de los pueblos originarios andinos, est¨¢n hoy, un a?o y medio despu¨¦s de una nueva victoria del MAS en las urnas, a las ¨®rdenes de su capit¨¢n general, el presidente Luis Arce. Una transici¨®n corta que pone a prueba su lealtad. A Nela Prada le cuesta decir que no conf¨ªa en ellos. Medita mucho la respuesta porque es un tema delicado. ¡°La confianza se ha roto entre el pueblo y las fuerzas del orden¡±, admite, ¡°estamos en un proceso de reconstrucci¨®n¡±. No han acabado, se entiende. ¡°Somos hijos de la democracia¡±, prosigue, ¡°pero no se puede dar por sentada, siempre puede haber retrocesos¡±.
Y es aqu¨ª donde la historia pol¨ªtica de Bolivia se presenta de nuevo en el relato de Nela Prada. Paradojas de su vida, la ministra evoca al poeta y cantante boliviano Nilo Soruco, perseguido por la dictadura de B¨¢nzer y exiliado en Venezuela a finales de los setenta. El presidente Arce utiliz¨® en sus m¨ªtines una de sus canciones, La Caraque?a, un himno de la resistencia. Seg¨²n cita Nela Prada, dec¨ªa as¨ª en una de las estrofas: ¡°Nunca el mal dur¨® cien a?os ni hubo cuerpo que resista¡±.
En mucho menos tiempo ha sido juzgada y condenada en los tribunales bolivianos la expresidenta ??ez. Afronta una sentencia de 10 a?os de c¨¢rcel por ¡°resoluciones contrarias a la Constituci¨®n¡± e ¡°incumplimiento de deberes¡±. La Uni¨®n Europea, la ONU y Estados Unidos han criticado el juicio por ¡°no respetar los derechos al debido proceso¡±. No obstante, seg¨²n Nela Prada, su Gobierno apelar¨¢ la condena, insuficiente a su juicio ¨Dla pena m¨¢xima por los juzgados ser¨ªa de 15 a?os¨D. ¡°Para reconstituir un tejido social tiene que hacerse sobre la base de memoria, verdad y justicia¡±, explica la ministra boliviana, ¡°no se puede dejar atr¨¢s el pasado como si las vidas del pueblo no importaran, las vidas de todas las personas importan¡±.
Sea por esto o por esa otra patita del proceso de reconciliaci¨®n, la de la verdad, la ministra viaj¨® hasta Madrid con un tr¨ªptico en el que aparece bien claro la condena a ??ez.
Nela Prada cuenta durante la conversaci¨®n que mantiene un di¨¢logo cotidiano con el presidente del partido en el que milita, Evo Morales. En las ¨²ltimas semanas, la prensa local ha aireado cr¨ªticas del expresidente boliviano al actual ministro del Interior, Eduardo del Castillo, tambi¨¦n cruce?o y militante del MAS, por su gesti¨®n en la lucha contra el narcotr¨¢fico. La ministra de la Presidencia defiende la sinton¨ªa entre Morales y el Gobierno de Arce.
¨D La oposici¨®n ha querido instalar una narrativa de que nuestro presidente iba a ser un t¨ªtere de Evo Morales. Este siempre ha reconocido el respaldo a nuestro Gobierno. Me comunico permanentemente con ¨¦l y nunca ha habido una instrucci¨®n de su parte. Como presidente del MAS, puede verter opiniones, pero la oposici¨®n quiere que entre en modo silenciador, que desaparezca y no exprese ninguna opini¨®n. ?C¨®mo busca la derecha fascista anular a gobierno de izquierdas? Tienen operadores generando divisi¨®n dentro del movimiento popular, buscando la implosi¨®n en el seno del movimiento.
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