Pedro Castillo consuma su ruptura con Cerr¨®n y se aparta formalmente del partido que lo llev¨® a la presidencia de Per¨²
El gobernante comunic¨® su salida de Per¨² Libre un d¨ªa despu¨¦s de que el jefe de la formaci¨®n le exigiera p¨²blicamente su renuncia
La alianza entre el presidente Pedro Castillo y el fundador de la formaci¨®n izquierdista Per¨² Libre, Vladimir Cerr¨®n, termin¨® formalmente el jueves, aunque la distancia estaba marcada entre ellos hace al menos un mes. Entonces el jefe del partido pidi¨® al exdirigente magisterial renunciar a la militancia, a la que fue invitado a finales de 2020 para que fuera candidato presidencial. Ocurri¨® tras meses de desencuentros, que empezaron en octubre pasado y, como consecuencia, el jefe de Estado pierde 16 votos de respaldo en un posible nuevo debate parlamentario para destituirlo, lo que la oposici¨®n en el Congreso ya intent¨® dos veces.
Castillo fue reclutado a fines de 2020 por Cerr¨®n, un neurocirujano y pol¨ªtico de izquierda ortodoxa que le propuso ser el candidato de Per¨² Libre porque ¨¦l estaba impedido de hacerlo, a consecuencia de una condena por corrupci¨®n que lo inhabilit¨® pol¨ªticamente. Cuando el exmaestro rural gan¨® las elecciones, lo hizo con el apoyo de la izquierda moderada que en ese tiempo lideraba la antigua candidata presidencial Ver¨®nika Mendoza: para ello tuvo que comprometerse en campa?a a respetar el sistema interamericano de justicia y los derechos de la poblaci¨®n LGTBI. Dicha alianza oblig¨® a Castillo a matizar el discurso populista de izquierda - y conservador en lo social- de Per¨² Libre. Desde entonces, el pol¨ªtico no supo lograr un equilibrio frente a compromisos tan opuestos.
Pero a ello se sum¨® otro factor. Cerr¨®n demandaba espacios para los suyos en el gabinete, y en el Congreso se volvieron frecuentes las mociones para destituir a Castillo en virtud de la figura de la vacancia por incapacidad moral permanente. Por lo tanto, el presidente empez¨® a nombrar como ministros a pol¨ªticos de otras bancadas para asegurarse de que los que promov¨ªan su salida no alcanzaran los 87 votos necesarios.
A fines de mayo, Cerr¨®n se reuni¨® con el jefe de Estado en Palacio de Gobierno y le pidi¨® que dejara el partido. D¨ªas antes, diez congresistas de Per¨² Libre -los m¨¢s cercanos a Castillo- renunciaron a esa formaci¨®n y formaron el Bloque Magisterial. La bancada de Cerr¨®n ten¨ªa 37 congresistas al inicio del mandato y actualmente solo quedan 16. Otro grupo de perulibristas se hab¨ªa escindido entre diciembre y enero de este a?o y form¨® otra bancada parlamentaria, llamada Per¨² Democr¨¢tico.
Cerr¨®n ya se hab¨ªa resentido con Castillo en octubre, cuando reemplaz¨® en el cargo de primer ministro a uno de sus hombres de confianza, Guido Bellido, y nombr¨® a una abogada de izquierda moderada, Mirtha V¨¢squez. Los analistas peruanos interpretan la ruptura en p¨²blico de Cerr¨®n con Castillo como un intento de hacer valer lo que le queda de poder -16 votos- en una coyuntura complicada para ambos. El fundador de Per¨² Libre afronta una investigaci¨®n fiscal por lavado de dinero -por el financiamiento de las campa?as electorales-, mientras que el jefe de Estado est¨¢ investigado por tr¨¢fico de influencias -al haberse entrometido en ascensos militares de 2021- y por crimen organizado y corrupci¨®n en la licitaci¨®n de una obra p¨²blica millonaria.
La carta del comit¨¦ pol¨ªtico de Per¨² Libre, que Cerr¨®n tuite¨® el mi¨¦rcoles, ped¨ªa a Castillo renunciar al partido por haber promovido ¡°el quebrantamiento de la unidad partidaria y la fractura de la bancada congresal¡±. Adem¨¢s, cuestion¨® que las pol¨ªticas del Gobierno no concordaban ¡°con lo prometido en la campa?a electoral, y menos con el programa e ideario del partido, implementando el programa neoliberal perdedor¡±. El mandatario envi¨® una carta -fechada el mi¨¦rcoles- al Jurado Nacional de Elecciones comunicando su renuncia a la militancia, pero la hizo p¨²blica la tarde del jueves.
Castillo lleg¨® a la presidencia ofreciendo una asamblea constituyente y una eventual nueva Constituci¨®n. Sin embargo, a los pocos meses de asumir como jefe de Estado abandon¨® dicha promesa, fuertemente cuestionada por la oposici¨®n parlamentaria y la ¨¦lite econ¨®mica.
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