Liz Truss, la nueva Dama de Hierro y defensora del Brexit
La ministra brit¨¢nica de Asuntos Exteriores, que vot¨® en contra de la salida de la UE, defiende ahora una l¨ªnea dura frente a Bruselas
La ministra brit¨¢nica de Exteriores, Liz Truss (Oxford, 46 a?os), ha controlado siempre su imagen p¨²blica: en el Parlamento, entre sus colegas diputados conservadores y en las redes sociales. Su foto sobre un tanque militar, en Estonia, trajo a muchos el recuerdo de la de Margaret Thatcher en 1986, cuando visit¨® las tropas brit¨¢nicas estacionadas al sur de Hamburgo.
Vot¨® contra el Brexit en 2016, pero en la actualidad, con su l¨ªnea dura de negociaci¨®n con Bruselas, se ha convertido en una de las favoritas de los euroesc¨¦pticos conservadores ¨Dcompetir¨¢ por dirigir el Gobierno con el exministro de Econom¨ªa Rishi Sunak¡ª. Respecto a Rusia, su planteamiento son¨® siempre unos grados m¨¢s duro que el de su jefe, Boris Johnson, si bien ambos comparten un discurso de enfrentamiento directo, sin concesiones, con Vlad¨ªmir Putin.
Hija de un profesor universitario de Matem¨¢ticas y de una enfermera, estudi¨® Filosof¨ªa, Pol¨ªtica y Econom¨ªa (la combinaci¨®n elegida por muchos de los l¨ªderes conservadores, y tambi¨¦n laboristas) en la Universidad de Oxford.
Truss ha recorrido un camino no tan extra?o en pol¨ªtica, aunque siempre resulte chocante. De su pasado estudiantil con afinidades izquierdistas ¨Dlo que se respiraba en su casa¨D y participaci¨®n en protestas contra Margaret Thatcher, a disfrutar con la idea de que muchos piensen en ella como la nueva Dama de Hierro. De defender, en los debates universitarios, posiciones claramente republicanas a sentirse completamente a gusto en su nueva piel como miembro del Gobierno de Su Majestad. De apostar por la permanencia del Reino Unido en la UE, durante el refer¨¦ndum de 2016, a convertirse en la celosa guardiana del Brexit y de sus consecuencias. Ella es, junto con Johnson, la responsable de impulsar una ley que desguaza unilateralmente el Protocolo de Irlanda del Norte y amenaza con provocar una guerra comercial entre Londres y Bruselas.
Apasionada por la econom¨ªa, trabaj¨® durante un tiempo en el departamento contable de Shell y de Cable&Wireless, pero desde el primer momento ten¨ªa el ojo puesto en el Parlamento y en el Partido Conservador. Despu¨¦s de dos intentos fallidos, se hizo con un esca?o en Westminster en 2010, de la mano del que ser¨ªa luego primer ministro David Cameron.
Durante sus a?os al frente del Departamento de Comercio Internacional (DIT, en sus siglas en ingl¨¦s), antes de que Johnson la elevara al rango de ministra de Exteriores, se volc¨® en cerrar acuerdos comerciales con otras naciones ¨DAustralia, Nueva Zelanda, Jap¨®n¡¨D que sirvieran para reforzar la idea de que el Brexit hab¨ªa ¡°liberado al Reino Unido de las cadenas de la UE¡± y brindaba nuevas oportunidades. Lleg¨® a escribir un libro, Britannia Unchained (Gran Breta?a Desencadenada), junto a compa?eros de partido y Gobierno igual de radicales en su euroescepticismo, como la ministra del Interior, Priti Patel. Un texto de tono neoliberal, de acuerdo con el conservadurismo defensor a ultranza del libre mercado por el que Truss aboga. ¡°Nunca me cansar¨¦ en la defensa de la libertad, y mi filosof¨ªa est¨¢ enraizada en mi feroz creencia en la libre empresa¡±, escrib¨ªa en las p¨¢ginas del Daily Telegraph, el diario de referencia del ala dura conservadora, durante la primera fase de las primarias de los conservadores.
Pero a la vez, Truss se ha esforzado en promocionar su imagen personal a trav¨¦s de una intensa campa?a en las redes sociales. El DIT lleg¨® a ser conocido como el ¡°Departamento para Instagramear a Truss¡±. Esa promoci¨®n, y su mensaje de dureza ideol¨®gica, le han permitido aspirar ahora a ocupar el puesto de primera ministra conservadora del Reino Unido.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.