Hu¨¦rfanos de Gorbachov

Mija¨ªl Gorbachov se negaba en redondo a ser pesimista, incluso cuando los espacios de libertad que ¨¦l abri¨® hace m¨¢s de 40 a?os, a mediados de la d¨¦cada de los ochenta, se iban cerrando uno tras otro de forma implacable. Plagados de muerte y de fr¨ªvolas jactancias, los ¨²ltimos meses han destruido la obra de su vida, pero no destruyen su mensaje dirigido al g¨¦nero humano y a quienes tienen la capacidad de causar una muerte a¨²n m¨¢s masiva que la que Rusia ha llevado al territorio de Ucrania.

¡±No dejen que se les escape el futuro¡±, me dijo Mija¨ªl Sergu¨¦ivich en noviembre de 2019 cuando le pregunt¨¦ cu¨¢l ser¨ªa el consejo que dar¨ªa a los j¨®venes. ¡°El futuro es suyo¡±, a?adi¨® el padre de la perestroika y la glasnost, que ya por entonces por razones de salud no viajaba y limitaba sus intervenciones p¨²blicas, aunque acud¨ªa con regularidad a su fundaci¨®n, donde le rodeaba el peque?o equipo de fieles colaboradores que le ha acompa?ado durante d¨¦cadas.

Estos ¨²ltimos a?os, y sobre todo estos ¨²ltimos meses, tienen que haber sido muy duros para Mija¨ªl Sergu¨¦ievich, pues de forma violenta y rabiosa los dirigentes de la Rusia actual (y no solo ellos) se han ido deshaciendo de toda la herencia de Gorbachov, uno de cuyos grandes m¨¦ritos fueron los acuerdos de desarme que firm¨® con EE UU. La reducci¨®n de los arsenales nucleares y la voluntad de llegar a un mundo desnuclearizado son a¨²n m¨¢s valiosos si se comparan con la realidad actual en la que la amenaza del arma nuclear se repite de forma irresponsable. El desarme que Gorbachov predicaba era el resultado de una mirada global sobre el mundo, una mirada hacia el futuro y una advertencia sobre los peligros de las visiones imperiales.

Una pol¨ªtica con rostro humano

Gorbachov cre¨ªa en una pol¨ªtica con rostro humano y quer¨ªa que el planeta fuera m¨¢s seguro. Nada m¨¢s ajeno a ¨¦l que la violencia. Por eso, en diciembre de 1991, el entonces presidente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica se neg¨® a utilizar al ej¨¦rcito para mantener la unidad de aquel Estado-Imperio que se desmoronaba. En muchas ocasiones, Gorbachov avis¨® sobre las amenazas que se ciernen sobre el mundo de hoy, pero en Rusia muy poca gente o¨ªa su voz, porque el pa¨ªs era (y es) conducido por otros derroteros y el presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, considera la desintegraci¨®n de la URSS como la mayor cat¨¢strofe del siglo XX, sin que esto le impida trabajar para lo que puede ser la mayor cat¨¢strofe del siglo XXI.

Cada vez que se mostraba demasiado cr¨ªtico con la pol¨ªtica del Kremlin, Gorbachov recib¨ªa advertencias que pon¨ªan en peligro la continuidad y el trabajo de su fundaci¨®n. Se trataba de advertencias veladas, indirectas, pero suficientemente claras. Cuando entr¨® en vigor la legislaci¨®n que limita las actividades de los denominados ¡°agentes extranjeros¡±, la fundaci¨®n tuvo que restringir radicalmente sus actividades porque renunci¨® a percibir subvenciones y recursos financieros para seminarios y conferencias internacionales. Sin embargo, pese a estas limitaciones, la fundaci¨®n Gorbachov ha seguido siendo una isla de pensamiento democr¨¢tico, de tolerancia y apertura al mundo en un pa¨ªs cada vez m¨¢s autoritario y hostil.

¡±No, no y no¡±. En aquella conversaci¨®n de 2019, Mija¨ªl Sergu¨¦ievich rebati¨® mi comentario sobre el rumbo suicida del mundo, aunque admiti¨® que en el aire se ¡°huele de nuevo el autoritarismo¡±. ¡±No te dejes llevar por los viejos esquemas. S¨¦ joven¡±, me aconsej¨®. Gorbachov infund¨ªa optimismo y demostraba que la pol¨ªtica puede ejercerse de otra manera, con otra visi¨®n de la realidad. Hoy quienes as¨ª piensan se han quedado hu¨¦rfanos.

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