Los fantasmas del pasado visitan a Salvini
La celebraci¨®n anual de la Liga en Pontida recuerda al l¨ªder del partido, en ca¨ªda libre en las encuestas para las elecciones del pr¨®ximo d¨ªa 25, cu¨¢les son las esencias autonomistas de la formaci¨®n
Un desangelado descampado junto a la carretera nacional 342 de B¨¦rgamo ilustra la mitolog¨ªa heroica de la Liga de Matteo Salvini. Pontida, un peque?o pueblo de 3.230 habitantes en el Bergamasco, una de las provincias m¨¢s ricas de la pr¨®spera Lombard¨ªa, es el lugar donde, seg¨²n una leyenda, se celebr¨® el 7 de abril de 1167 el juramento de la Liga Lombarda, un ej¨¦rcito que dobleg¨® al invasor Federico I Barbarroja. Nada menos. As¨ª que en 1990, el partido convirti¨® oficialmente este solar en un ¡°prado sagrado¡± y comenz¨® a llenarlo anualmente con sus fieles. Aqu¨ª se iz¨® la bandera de la Padania, otro territorio ficticio sobre el que Umberto Bossi proclam¨® una independencia tan falsa como las cuentas de su partido cuando ¨¦l estaba al frente. Sucedi¨® mucho antes de que la Liga Norte se liberase de su apellido, se convirtiera en un artefacto nacional para arrasar en las urnas. Pero esos tiempos pasaron. Y cuando los fantasmas del pasado llaman a la puerta, como sucedi¨® este domingo en Pontida, conviene tener los salones del presente bien arreglados. En el caso de Salvini, podr¨ªa decirse que la casa est¨¢ manga por hombro.
La fiesta de Pontida, que el domingo congreg¨® a unas 100.000 personas seg¨²n los organizadores ¨D20.000 seg¨²n la polic¨ªa¨D, es la celebraci¨®n anual del partido que fund¨® en 1991 Bossi, un tipo rudo que se paseaba con camisetas imperio y un puro toscano por los salones de poder de Roma. El descampado se llenaba siempre a principios de septiembre de militantes de la vieja Liga Norte, en su mayor¨ªa lombardos y v¨¦netos, que cantaban canciones racistas contra el sur, beb¨ªan cerveza y com¨ªan chuletas de cerdo y polenta. Una rave nacionalista donde se dictaba sentencia contra la parte meridional del pa¨ªs como causante de todos los males. Los confines de la Padania, el mundo imaginario para el que se lleg¨® a proclamar la independencia, lo marcaba el cauce serpenteante del pr¨®spero r¨ªo Po, hoy castigado por la sequ¨ªa: todo lo que quedase por debajo pertenec¨ªa a la pobre Italia. Eran otros tiempos. Aquella Liga Norte se ali¨® con Silvio Berlusconi, que lo jibarizaba todo, se enroc¨® en su visi¨®n autonomista y perdi¨® poder. Hasta que un joven milan¨¦s de instinto asesino para cabalgar el malestar del electorado tom¨® las riendas del artefacto.
Cuando Matteo Salvini se convirti¨® en l¨ªder de la Liga Norte, el partido no superaba el 4% en las encuestas. El pol¨ªtico, con apenas experiencia en al Ayuntamiento de Mil¨¢n y en la radio del partido, entendi¨® que hab¨ªa que mutar, crecer y aprovechar el miedo que entonces se apoderaba de Europa: inmigraci¨®n, crisis de la clase media, paro... Transform¨® el partido en un artefacto nacional y se ali¨® en Bruselas con un escuadr¨®n de ultras: Marine Le Pen en Francia, Geert Wilders en Pa¨ªses Bajos o Alternativa para Alemania en Berl¨ªn. Los barones del norte apretaron los dientes, protestaron en privado. Bossi se distanci¨® de Salvini y terminaron teniendo una relaci¨®n p¨¦sima, aunque este domingo el secretario de la Liga invocase para ¨¦l ¡°fuerza y honor¡±. El plan no ten¨ªa nada que ver ni con la Liga Norte ni con su identidad autonomista. Pero la abundancia electoral, que permiti¨® a la formaci¨®n convertirse en la fuerza m¨¢s votada en las elecciones europeas de 2018 y tener una vicepresidencia del Consejo de Ministros, silenci¨® las quejas. Hoy, sin embargo, con un 12% en los sondeos y cada vez m¨¢s lejos de su socia Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), Salvini vuelve a enfrentarse a su pasado. Y este domingo sus militantes y barones se lo dijeron muy claro: el tema es la autonom¨ªa.
La Liga no es un partido que discuta al l¨ªder, por muy moribundo que parezca, mientras est¨¦ de cuerpo presente. Pero la puesta en escena de Pontida, una mezcla de convenci¨®n pol¨ªtica al aire libre y un carnaval vikingo, permit¨ªa descifrar el humor de la militancia. Andrea Pastore, bandera en mano, cree que puede pagar algunas cosas como su ambig¨¹edad con el tema de las vacunas. ¡°Esta fue una zona muy golpeada por la pandemia, y con ese tema no se bromea¡±, se?ala. A¨²n as¨ª, no muestra fisuras: ¡°Discutirle a una semana de las elecciones? Ni en broma. Es nuestro l¨ªder¡±, proclama mientras una nube de humo de carne a la brasa invade la llanura. Algunos de sus correligionarios, sin embargo, matizan su estrategia de expansi¨®n en el sur. Alex Marchione, de la provincia de Brescia, empu?a una bandera verde de la Padania y muestra algunas dudas. ¡°Creo que la nueva estrategia nacional est¨¢ mezclando demasiadas ideas y culturas. El sur no es el norte. Y muchos de los problemas que hemos tenido vienen de ah¨ª. Yo reivindico la Padania libre¡±. En la primera fila del p¨²blico una pancarta se lo recordaba tambi¨¦n. ¡°Autonom¨ªa¡±.
Salvini parece no darse por enterado y el domingo continuaba con sus soflamas internacionales. Un discurso con un rancio aroma a Steve Bannon. Primero elogi¨® a Trump y asegur¨® que nada de lo que pasa hoy suceder¨ªa con ¨¦l. Y luego llam¨® comunista al presidente de EE UU, Joe Biden. Una ret¨®rica que toleraba la militancia cuando las cosas iban bien, pero que comienza a producir hast¨ªo ahora que la formaci¨®n le ha regalado a Meloni la mitad de sus votos. ¡°Los partidos de la coalici¨®n estamos unidos en todos los temas¡±, gritaba ¨¦l en el escenario restringiendo todav¨ªa m¨¢s la lista de motivos para votarle: si el programa es el mismo, mejor una candidata nueva que aporta m¨¢s serenidad, piensa parte del electorado. Salvini lo sabe. Y en realidad, hoy aspira solo a ocupar el Ministerio del Interior. Pero ni en eso pareci¨® tener una estrategia clara. El domingo asegur¨® que propondr¨¢ para la cartera de Justicia a un abogado o para la de Sanidad, a un m¨¦dico. ¡°Es de sentido com¨²n¡±, lanz¨®. Una premisa que invitar¨ªa a pensar tambi¨¦n que Interior deber¨ªa ocuparla un experto en seguridad o un mando de la polic¨ªa en lugar del l¨ªder de un partido ultraderechista.
Los resultados de la Liga el pr¨®ximo d¨ªa 25 marcar¨¢n las din¨¢micas internas de la formaci¨®n. Si fueran p¨¦simos ¨Dalgunas fuentes aseguran que todav¨ªa no ha tocado fondo¨D podr¨ªa hablarse de relevos. Los mejores situados son hoy los gobernadores de V¨¦neto, Luca Zaia ¨Dgan¨® las ¨²ltimas elecciones regionales con el 77% de los votos¨D o Massimiliano Fedriga, gobernador de Friuli-Venezia Giulia. Este domingo fueron aclamados sobre el escenario. Una se?al clara de que el partido quiere recuperar parte de las esencias del pasado y algunas de las viejas tesis de Umberto Bossi. El gran fundador, por cierto, no quiso asistir el domingo a la cita. Evit¨® la foto porque quer¨ªa celebrar su cumplea?os en familia. Pero como el propio Salvini record¨® micr¨®fono en mano, el calendario se lo atribu¨ªa para el d¨ªa siguiente.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.