Un Berlusconi en horas bajas se lanza a su ¨²ltima batalla pol¨ªtica: ¡°Ahora busca reivindicarse y, de alguna forma, vengarse¡±

El Brianteo brama de j¨²bilo. Los 18.000 aficionados que abarrotan el estadio no acaban de cre¨¦rselo: el Monza, primera temporada en Serie A, ¨²ltimo de la clasificaci¨®n con cero victorias, acaba de vencer a la Juventus. ¡°Por fin me han hecho caso, el estilo de juego anterior era err¨®neo¡±, proclama Silvio Berlusconi, que, muy en su estilo, se atribuye el m¨¦rito del triunfo. Berlusconi, otrora due?o del todopoderoso Milan, debe conformarse hoy con poseer el peque?o Monza. Podr¨ªa ser una met¨¢fora de la decadencia de Il Cavaliere, financieramente tan poderoso como siempre, pol¨ªticamente m¨¢s d¨¦bil que nunca.

Monza se encuentra en el coraz¨®n de lo que podr¨ªamos llamar Berlusconia, un amplio territorio al noreste de Mil¨¢n que, en parte gracias al magnate, concentra buena parte de la prosperidad italiana.

Aqu¨ª, en Segrate, est¨¢ Milano Due, la enorme urbanizaci¨®n que Berlusconi construy¨® entre 1970 y 1980 y de cuya televisi¨®n por cable, una emisora local que apenas transmit¨ªa otra cosa que misas y reuniones de vecinos, surgi¨® Canale 5, pieza fundacional de Mediaset. Aqu¨ª, en Cologno, est¨¢ la sede central de Mediaset, con sus 5.000 empleados. Aqu¨ª, en Legnate, est¨¢ el imperio editorial Mondadori. Y aqu¨ª, en Arcore, est¨¢ Villa San Martino, la fabulosa residencia que Berlusconi compr¨® en 1974, con muy malas artes y por un precio rid¨ªculo, a una joven arist¨®crata hu¨¦rfana e ingenua, asesorada por un abogado, Cesare Previti, que trabajaba en realidad para Il Cavaliere.

En el estadio todos parecen amar a Berlusconi, que en 2018 compr¨® el Monza por menos de tres millones de euros y, tras invertir m¨¢s de 50 millones en fichajes, logr¨® el a?o pasado el ascenso a la Serie A. Muchos, adem¨¢s de amarlo, dicen conocerlo. Uno, el camionero Giulio, porque transport¨® un mueble a la villa de Arcore. Otro, el taxista Massimiliano, porque traslada frecuentemente a directivos de Mondadori desde Legnate hasta la villa. Ambos lo votar¨¢n el domingo. ¡°Il Cavaliere pondr¨¢ orden en la coalici¨®n de la derecha y mantendr¨¢ la sensatez, los fascistas tendr¨¢n que obedecerle¡±, asegura Massimiliano.

Los sondeos indican lo contrario. Dentro de la coalici¨®n de las derechas, los neofascistas de Hermanos de Italia aspiran a ganar las elecciones del domingo con hasta el 25% de los votos. La Liga de Matteo Salvini, pura ultraderecha, puede obtener m¨¢s del 12%. Forza Italia, la tercera pata de la coalici¨®n y supuesto baluarte de la sensatez y el europe¨ªsmo (iron¨ªas de la historia), ronda el 8%. El partido de Berlusconi constituir¨¢ el flanco m¨¢s d¨¦bil del probable Gobierno ultra. ?C¨®mo imponer sensatez desde la debilidad?

M¨¢s importantes que los sondeos son los hechos. Y los hechos ensombrecen la figura de Silvio Berlusconi, que el pr¨®ximo 29 de septiembre cumplir¨¢ 86 a?os. Il Cavaliere ha sido nueve veces candidato y tres veces presidente del Consejo de Ministros. Arrastra 36 procesos judiciales, varios de ellos a¨²n en curso: suele alegar depresi¨®n o enfermedad para lograr aplazamientos. Su salud es la que es: ha sobrevivido a un c¨¢ncer, a una operaci¨®n a coraz¨®n abierto y al covid y tiene que ser hospitalizado de vez en cuando.

Fracaso en su intento de presidir la Rep¨²blica

A principios de a?o quiso ser presidente de la Rep¨²blica y fracas¨® de forma miserable. Su no al Gobierno de Mario Draghi, en julio pasado, hizo que muchos dirigentes y militantes abandonaran Forza Italia. Berlusconi es la sombra pol¨ªtica de s¨ª mismo.

El hombre, sin embargo, hace lo posible por mantener genio y figura. En marzo se prometi¨® ¡ªcon una ceremonia que lo tuvo todo de una boda, salvo la boda¡ª con Marta Fascina, de 33 a?os, antigua empleada en el servicio de prensa del Milan. Fascina ha sido obsequiada con un puesto seguro en una candidatura siciliana de Forza Italia. Cuesta no sentir verg¨¹enza ajena (o un ataque de hilaridad) con los mensajes electorales de Berlusconi a trav¨¦s de la red social TikTok, en los que, dirigi¨¦ndose a las j¨®venes, se proclama m¨¢s guapo que nadie y, dirigi¨¦ndose a los j¨®venes, les pide el voto. Y lo deja claro: ¡°Tranquilos, no el tel¨¦fono de vuestras novias¡±.

?Por qu¨¦ Berlusconi se lanza a esta ¨²ltima batalla, en tales condiciones de fragilidad personal y pol¨ªtica? ?Es el objetivo, como siempre, proteger su imperio empresarial? Alan Friedman, un prestigioso periodista estadounidense e italiano que en 2015 public¨® una larga serie de entrevistas con Berlusconi bajo el t¨ªtulo My Way (un documental basado en el libro puede verse en Netflix), considera que ya no es el caso: ¡°Lo que busca ahora es reivindicarse y, de alguna forma, vengarse¡±.

¡°En 2013, Berlusconi fue ignominiosamente expulsado del Senado por fraude [hoy es eurodiputado] y aspira a borrar esa ofensa¡±, dice Friedman. ¡°Sue?a con volver, con recuperar el poder. Pero la realidad dice otra cosa: es cada d¨ªa m¨¢s d¨¦bil. Est¨¢ llegando al final de la escapada¡±, a?ade el periodista.

Friedman recuerda que, 10 a?os atr¨¢s, Berlusconi presumi¨® de haber frenado el ascenso del fascismo en Italia. De hecho, fue ¨¦l quien, en 1994, introdujo en el Gobierno a ministros de Alianza Nacional, el nombre que adoptaban por entonces los herederos pol¨ªticos de Benito Mussolini. El hombre que dijo haber frenado el fascismo est¨¢ siendo devorado por ¨¦l. ¡°Podemos contar con que el probable nuevo Gobierno ser¨¢ racista, xen¨®fobo, antiabortista, antieuropeo, y Berlusconi no podr¨¢ hacer nada para impedirlo¡±, explica Friedman. ¡°Pero m¨¢s que a eso¡±, a?ade el bi¨®grafo de Berlusconi, ¡°temo a la incompetencia de un Gobierno que puede llevar Italia a la ruina econ¨®mica y al desastre social¡±.

Silvio Berlusconi se adentra en el crep¨²sculo. Pero el viejo encantador de serpientes sigue ah¨ª. Y viendo el milagro del domingo, cuando el peque?o Monza creado por Il Cavaliere venci¨® a la poderosa Juventus, escuchando el clamor de los aficionados y las loas de los suyos, nadie puede descartar que, por improbable que parezca, Berlusconi saque un ¨²ltimo conejo de la chistera.

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