Comienza el juicio contra el empresario acusado de impulsar en 1994 el genocidio en Ruanda
El fiscal responsabiliza a F¨¦licien Kabuga, de 87 a?os, de esparcir el discurso de odio contra los tutsis a trav¨¦s de la emisora de la Radio y Televisi¨®n Libre de las Mil Colinas
El juicio contra F¨¦licien Kabuga, acusado de haber conspirado e incitado el genocidio perpetrado en Ruanda en 1994, ha dado comienzo este jueves en Pa¨ªses Bajos, que alberga la sede del Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales. Esta es la corte que se ocupa de los casos pendientes del extinto Tribunal Penal Internacional para Ruanda.
Arrestado en Par¨ªs en 2020 tras una fuga de dos d¨¦cadas, Kabuga, que seg¨²n los documentos del tribunal tiene 87 a?os, ha rechazado comparecer ante los jueces. La vista, que ha seguido adelante, ilustra el esfuerzo de la justicia para no dejar impune el exterminio de la poblaci¨®n tutsi y de miembros moderados de la etnia hutu por parte del Gobierno hutu. Seg¨²n la acusaci¨®n, entre abril y julio de 1994 perecieron unas 800.000 personas. Kabuga, de etnia hutu, mayoritaria en su pa¨ªs, aliment¨® el odio racial contra los tutsis a trav¨¦s de la propaganda transmitida por la Radio y Televisi¨®n Libre de las Mil Colinas, que presid¨ªa. Tambi¨¦n proporcion¨® armas a grupos milicianos.
Kabuga est¨¢ acusado de genocidio, incitaci¨®n al genocidio y conspiraci¨®n para cometerlo, as¨ª como de persecuci¨®n, exterminaci¨®n y asesinato. Este jueves no ha acudido al tribunal aduciendo que la corte le impide elegir a su abogado, y desconf¨ªa de los que le representan. Iain Bonomy, el juez presidente de la sala encargada del caso, ha se?alado que Kabuga ¡°se encuentra bien esta ma?ana, pero ha decidido no asistir a la vista o seguirla por videoconferencia¡±. ¡°El proceso debe continuar¡±, ha a?adido. En ausencia del que lleg¨® a ser uno de los empresarios m¨¢s poderosos de Ruanda, los fiscales han descrito las masacres ¡°perpetradas en 100 d¨ªas de espanto en 1994¡å en los que ¡°Kabuga anim¨® las muertes, financi¨® a las milicias Interahamwe [de etnia hutu, mayoritaria en Ruanda] y les dio personalmente armas¡±.
El fiscal Rashid S. Rashid, ha abierto la lectura de los cargos diciendo que ¡°hubo una campa?a para destruir del todo o en parte a la comunidad tutsi de Ruanda¡±. Ha a?adido que el acusado, junto a otras personas, ¡°utiliz¨® la emisora de la Radio y Televisi¨®n Libre de las Mil Colinas para esparcir un discurso de odio contra los tutsis: se se?alaba su ubicaci¨®n pidiendo que fuesen aniquilados en funci¨®n de su etnia o afiliaci¨®n pol¨ªtica¡±. Miles de mujeres tutsi fueron violadas porque, seg¨²n las soflamas vertidas desde la empresa radiof¨®nica, ¡°se dedicaban a quitarle fuerza a los hutus, y se animaba a que fuesen ?saboreadas? por los tutsis¡±. Kabuga, ha subrayado Rashid, ¡°tuvo un papel vital en la financiaci¨®n del genocidio sin necesidad de empu?ar un arma o tomar un micr¨®fono¡± para cometer en persona los asesinatos que se le atribuye haber instigado.
Las masacres dieron comienzo en Ruanda en abril de 1994, cuando la minor¨ªa tutsi fue se?alada como la causante de la muerte del presidente Juv¨¦nal Habyarimana, entonces presidente del pa¨ªs. El l¨ªder pol¨ªtico era hutu, y viajaba en un avi¨®n que estall¨® al aterrizar en el aeropuerto de Kigali, la capital. Iba acompa?ado de Ciprien Ntaryamira, presidente de la vecina Burundi, y ambos hab¨ªan participado en una reuni¨®n regional celebrada en Dar Es Salam, entonces la capital de Tanzania. Una de las hijas de Kabuga estaba casada con un hijo de Habyarimana.
Kabuga hizo su fortuna con las plantaciones de t¨¦ y manten¨ªa estrechos lazos con el Movimiento Republicano Nacional para la Democracia y el Desarrollo, que gobern¨® Ruanda entre 1975 y 1994. Llevaba ya cuatro a?os huido del pa¨ªs cuando fue acusado de genocidio en 1998 por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, y pas¨® por ?frica y Europa hasta que se perdi¨® su pista durante dos d¨¦cadas. Mientras, el tribunal segu¨ªa busc¨¢ndole. El pasado 16 de mayo de 2020, la polic¨ªa llam¨® a su puerta en un barrio cercano a Par¨ªs. Viv¨ªa all¨ª con ayuda de sus hijos y para sorpresa de sus vecinos. La detenci¨®n fue posible gracias a la colaboraci¨®n de varios pa¨ªses e Interpol, y acababa as¨ª la larga fuga del hombre que fue apodado ¡°el banquero del genocidio¡± ruand¨¦s.
Este junio, los jueces consideraron que estaba en condiciones de afrontar el proceso en su contra una vez analizados los informes m¨¦dicos que hab¨ªan solicitado. Para evitar los rigores de un traslado muy dif¨ªcil a ?frica en 2020, en plena pandemia, se decidi¨® celebrar el juicio en Pa¨ªses Bajos. Dada la avanzada edad de Kabuga, habr¨¢ seis horas de sesiones a la semana, divididas en dos d¨ªas h¨¢biles y en las fechas que se decida. El Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales es un ¨®rgano judicial creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Asume las funciones del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, y tambi¨¦n del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, ambos ya cerrados. El Mecanismo tiene dos divisiones, una en Arusha (Tanzania) y otra en la ciudad holandesa de La Haya, y estar¨¢ activo hasta que as¨ª lo decida la ONU.
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