Un refugio para los t¨¢rtaros de Crimea
La minor¨ªa ¨¦tnica se apoya en la cultura para mantener viva su identidad tras la anexi¨®n de la pen¨ªnsula por parte de Rusia en 2014
Perseguidos en su propia tierra y despojados de sus instituciones tradicionales de representaci¨®n, los t¨¢rtaros de Crimea tratan de preservar su identidad tras la anexi¨®n rusa de la pen¨ªnsula en 2014 y encuentran en la cultura la v¨ªa para ello. Una pel¨ªcula infantil rodada en idioma t¨¢rtaro, la primera de la historia en su g¨¦nero, es la culminaci¨®n de un esfuerzo colectivo que subraya el arraigo de la comunidad t¨¢rtara en Crimea.
La cinta, Jidir Dede, del director Dlaver Dvadzhiev, es una f¨¢bula ambientada en el siglo XVIII en el janato [Estado] t¨¢rtaro de Crimea. Muebles, ropas, vajillas, enseres dom¨¦sticos, antig¨¹edades y reliquias familiares fueron aportados solidariamente a los realizadores por t¨¢rtaros de diversa posici¨®n econ¨®mica y social para una meritoria reconstrucci¨®n hist¨®rica y etnogr¨¢fica de la vida en la pen¨ªnsula antes de que esta fuera conquistada para Rusia por la emperatriz Catalina II en 1783.
El rodaje cont¨® con un peque?o grupo de actores profesionales, pero en ¨¦l participaron m¨¢s de 500 voluntarios, seg¨²n cuenta a EL PA?S Lilia Budzh¨²rova, responsable junto con Elizara Isli¨¢mova de Qara Deniz (mar Negro), productora del filme.
Budzh¨²rova es una respetada periodista t¨¢rtara y era subdirectora de la televisi¨®n ART hasta que este canal t¨¢rtaro fue ilegalizado por la nueva Administraci¨®n rusa. Ahora, la periodista se dedica a proyectos de difusi¨®n cultural, entre ellos la denuncia de una ¡°burda¡± restauraci¨®n del palacio de los janes en Bashjisar¨¢i.
Pese a ser una f¨¢bula, Jidir Dede tuvo problemas para obtener la licencia de proyecci¨®n. En lugar de los 15 d¨ªas habituales, las autoridades de Crimea se demoraron un mes y medio, alegando que los servicios de seguridad quer¨ªan comprobar la exactitud de los subt¨ªtulos en ruso, explica Budzh¨²rova. Al estreno, en junio pasado en Simfer¨®pol, asisti¨® la ministra de Cultura local, Arina Novos¨¦lskaia, que hab¨ªa dado permiso al equipo para rodar en el palacio de los janes. La fiesta se malogr¨® cuando la ministra agradeci¨® en p¨²blico a Budzh¨²rova que ¡°colaborase con las autoridades¡± y esta replic¨® que un periodista no puede ¡°colaborar¡± con ninguna autoridad.
La lucha por la lengua
Las escuelas de Crimea manipulan la informaci¨®n sobre los derechos de los ni?os t¨¢rtaros de educarse en su lengua materna e incluso tratan de ocultarla a los padres, seg¨²n un informe realizado en 11 localidades de la pen¨ªnsula por la Oficina Jur¨ªdica de Crimea (OJC), una organizaci¨®n de abogados con base en Simfer¨®pol.
De los 196.500 ni?os matriculados en el curso 2017-208 en las 527 escuelas municipales de la Rep¨²blica de Crimea, 5.600 (un 3%) recibieron educaci¨®n en lengua t¨¢rtara y s¨®lo 318 (0,2%) en lengua ucraniana, seg¨²n la estad¨ªstica oficial, obtenida por Lenura Yengul¨¢tova de la OJC.
La Rep¨²blica de Crimea es una de las dos unidades administrativas en las que la Rusia tiene dividida la pen¨ªnsula (la otra es Sebastopol) y en ella hay un total de 15 escuelas t¨¢rtaras. Seg¨²n las tendencias observadas desde 2014, "los directores de las escuelas intentan disuadir a los padres de que eduquen a los hijos en la lengua materna" y recurren a "presi¨®n psicol¨®gica y manipulaci¨®n". No se niegan directamente a organizar la educaci¨®n en lengua materna, pero alegan que no tienen profesores, ni libros ni aulas o que los chicos van a tener dificultades en los ex¨¢menes para concluir la secundaria (en ruso), afirma el informe "En Simfer¨®pol, Bajchisar¨¢i y Sebastopol hubo casos en los que los directores trataron de convencer a los padres de que las clases en lengua materna eran un foco de separatismo", se?ala el documento.
Otros problemas de la educaci¨®n denunciados por el informe son ¡°la discriminaci¨®n por motivos religiosos¡±, la ¡°imposici¨®n de una historia alternativa¡± sobre ¡°el refer¨¦ndum y la anexi¨®n de Crimea¡± y el ¡°incrementado control de los representantes del Servicio Federal de Seguridad hacia los ni?os de los presos pol¨ªticos y de los miembros del Mejlis, as¨ª como ¡°el acoso¡± a los ni?os que expresaron su deseo de estudiar la lengua ucraniana. Estos ¨²ltimos son insultados sin que los ¡°profesores atajen estas actitudes negativas¡± y su situaci¨®n es peor que la de los t¨¢rtaros. El informe denuncia tambi¨¦n el hostigamiento a los profesores que apoyan a las familias que reivindican el derecho a la educaci¨®n en la lengua materna. Presionados por los directores de las escuelas, muchos padres ¡°comienzan a dudar sobre lo correcto de su elecci¨®n ling¨¹¨ªstica y alteran su deseo a favor de las clases en ruso¡±, constata el documento, seg¨²n el cual ¡°no hay problemas ni financieros ni de especialistas ni materiales¡±.
Las escuelas de Crimea tienen manuales del programa oficial ruso, traducidos al t¨¢rtaro y al ucraniano, y en Crimea hay dos instituciones de educaci¨®n superior, donde cada a?o se licencian profesores de lengua t¨¢rtara y ucraniana, adem¨¢s de un instituto de incremento de la capacitaci¨®n profesional donde en dos o tres semanas los profesores de los primeros cursos pueden formarse para darlas en la lengua materna.
¡°?Vaya cumplido para un periodista! Lo viv¨ª como una humillaci¨®n personal¡±, exclama Budzh¨²rova. Consecuencia del incidente, cree, son las dificultades que la pel¨ªcula encuentra para proyectarse en diversas localidades de Crimea, entre ellas Bajchisar¨¢i, el n¨²cleo de mayor concentraci¨®n de poblaci¨®n t¨¢rtara. Las autoridades de esta localidad se negaron a prestar una sala alegando peligro de incendio.
El choque entre la ministra y la periodista ilustra las limitaciones que la realidad impone a quienes, estando en contra de la anexi¨®n, quieren permanecer en Crimea y para ello se ven obligados a encontrar un compromiso entre convicciones y entorno.
Temor a no poder volver
Seg¨²n el censo llevado a cabo por Rusia en 2014, la poblaci¨®n de la pen¨ªnsula era entonces de algo m¨¢s de 2,28 millones de personas, de ellas el 65,3% rusos (casi 1,5 millones), el 15,7% ucranios (344.500) y el 12,2%, t¨¢rtaros (246.073 ). En Jidir Dede hay ligeras pinceladas alusivas a la relaci¨®n de rusos y t¨¢rtaros (incomprensi¨®n de los primeros respecto a los segundos) y una identificaci¨®n (idealizada) de estos ¨²ltimos con la pen¨ªnsula en su estado original. Tras la anexi¨®n, Budzh¨²rova pas¨® dos a?os sin salir de Crimea, pues tem¨ªa que no la dejaran volver, como ocurri¨® con otros l¨ªderes t¨¢rtaros como Mustaf¨¢ Dzhemilev o Refat Chub¨¢rov, ahora exiliados en Kiev. Pero Budzh¨²rova ha ido a presentar la pel¨ªcula a la capital de Ucrania y planea llevarla tambi¨¦n a Mosc¨², a Turqu¨ªa y a Toronto. ¡°Me cans¨¦ de tener miedo¡±, dice.
La comunidad t¨¢rtara fue la que m¨¢s se resisti¨® a la anexi¨®n rusa, aunque Mosc¨² trat¨® de ganarse el apoyo de este pueblo al que Stalin deport¨® a Asia Central en 1944. Los t¨¢rtaros volvieron a Crimea a partir de finales de los a?os ochenta gracias a la perestroika del l¨ªder sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov. Al intento de seducci¨®n del Kremlin sigui¨® la desconfianza. Rusia prohibi¨® el Mejlis, el ¨®rgano de direcci¨®n de los t¨¢rtaros, lo declar¨® organizaci¨®n extremista, y persigue a los miembros de la organizaci¨®n isl¨¢mica Hizb-u-Tahrir, legal en Ucrania.
Por lo menos 71 personas, mayoritariamente t¨¢rtaros, est¨¢n procesadas en Crimea por motivos pol¨ªticos, de ellas 29 por delitos relacionados con el ¡°terrorismo¡±, afirma el abogado Nazhimsheij Mamb¨¦tov, de la organizaci¨®n Solidaridad de Crimea. ¡°Los procesan sobre la base de denuncias an¨®nimas y sin pruebas convincentes. Las condenas por terrorismo intimidan a los interlocutores internacionales. Rusia las usa muy bien para enmascarar la persecuci¨®n pol¨ªtica¡±, dice el abogado.
La organizaci¨®n Nuestros Ni?os ayuda a las familias de los presos y especialmente a los menores, a los que apoya con 5.000 rublos mensuales ( unos 68 euros). ¡°Hay 111 ni?os con el padre en la c¨¢rcel¡±, dice Budzh¨²rova, que patrocina esta iniciativa para ayudar a peque?os de diversas comunidades, entre los que se encuentran los dos hijos del?cineasta ucranio Oleg Sentsov, condenado a 22 a?os de c¨¢rcel en Rusia.
De los 33 miembros del Mejlis, 27 est¨¢n en activo; uno en EE UU, siete en Kiev y el resto en Crimea. Aunque hay procesos abiertos contra varios, ninguno de los miembros del Mejlis est¨¢ en la c¨¢rcel. ¡°La represi¨®n se concentra en los activistas de base¡±, afirma Narim¨¢n Dzheli¨¢lov, que fue vicepresidente del disuelto ¨®rgano. Entre los que permanecen en Crimea y los que se vieron obligados a marcharse hay ¡°ciertas tensiones¡±, explica. ¡°Los de fuera se radicalizaron y los de aqu¨ª se han volcado en el campo cultural e hist¨®rico. Desde Crimea acusan a los de fuera de exacerbar los ¨¢nimos y desde Kiev acusan a los de aqu¨ª de ser demasiado sumisos y complacientes¡±.
En privado en Simfer¨®pol, un competente intelectual ruso lamenta la falta de una pol¨ªtica adecuada de Mosc¨² respecto a las minor¨ªas de Crimea y constata que la inclusi¨®n de este territorio en el Distrito Federal del Sur (que agrupa otras provincias meridionales de la Federaci¨®n Rusa) agrava los problemas. Tras el decreto promulgado por Vlad¨ªmir Putin en julio de 2016, los responsables rusos de Crimea est¨¢n en Rostov del Don, distantes de los conflictos sobre el terreno en la pen¨ªnsula. Mosc¨² ha ¡°manejado el palo¡±, pero no ha sabido ¡°usar la zanahoria¡± para compensar la dimensi¨®n policial de su pol¨ªtica en Crimea, se?ala el intelectual. Entre las instituciones con base en Rostov est¨¢n los juzgados militares donde se juzga a los t¨¢rtaros por ¡°terrorismo¡±.
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