Macron impone por decreto los presupuestos para esquivar el bloqueo parlamentario
La oposici¨®n de izquierdas y la extrema derecha preparan sendas mociones de censura con pocas perspectivas de ¨¦xito
Es el n¨²mero m¨¢gico de la vida parlamentaria francesa: el 49.3, art¨ªculo y p¨¢rrafo de la Constituci¨®n de 1958 que permiten al Gobierno poner fin a los debates parlamentarios e imponer una ley directa y unilateralmente, sin voto. El presidente Emmanuel Macron activ¨® el mi¨¦rcoles este mecanismo para aprobar los presupuestos, bloqueados en una Asamblea Nacional en la que se ha quedado sin mayor¨ªa absoluta.
Una vez aplicado el 49.3, la ¨²nica manera de la que la oposici¨®n dispone para frenar el Proyecto de Ley de Finanzas 2023 ¡ªsu nombre completo¡ª es presentar una moci¨®n de censura al Gobierno. Esto es lo que se dispone a hacer la Nueva Uni¨®n Popular Ecol¨®gica y Social (NUPES), la coalici¨®n de socialistas, ecologistas y comunistas bajo el liderazgo de los anticapitalistas euroesc¨¦pticos de Jean-Luc M¨¦lenchon. Y posiblemente tambi¨¦n, y por separado, el Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de extrema derecha de Marine Le Pen.
La primera ministra, ?lisabeth Borne, tom¨® la palabra ante la Asamblea Nacional para anunciar la medida. ¡°Esta decisi¨®n es la elecci¨®n de la responsabilidad¡±, justific¨®. ¡°Porque debemos dar un presupuesto al pa¨ªs, un presupuesto coherente con los compromisos adoptados ante los franceses: ni subida de impuestos ni subida del d¨¦ficit¡±. Borne record¨® que, en todo caso, la ley ir¨¢ al Senado, aunque la ¨²ltima palabra la tendr¨¢ de nuevo la Asamblea Nacional donde el Gobierno podr¨¢ volver a imponer el 49.3.
Mathilde Panot, jefa del partido de M¨¦lenchon en la Asamblea Nacional, reaccion¨® con el anuncio de una moci¨®n de censura. ¡°El macronismo se convierte en un autoritarismo¡±, dijo Panot. ¡°Con el 49.3, tenemos la prueba de que, de nuevo, ha elegido la brutalidad¡±.
Para frenar los presupuestos, la moci¨®n de censura debe aprobarse con un m¨ªnimo de 289 votos, el umbral de la mayor¨ªa absoluta en el hemiciclo. Ning¨²n grupo ni alianza parlamentaria dispone de esta mayor¨ªa. El primer bloque, despu¨¦s de las legislativas de junio, es el macronista, con 250 diputados. El primer partido de oposici¨®n es el RN de Le Pen, con 89 diputados. Pero los grupos de la NUPES, juntos, llegan a los 151. Aunque se uniese NUPES y RN para hacer caer el Gobierno de la primera ministra ?lisabeth Borne, tampoco alcanzar¨ªan la mayor¨ªa absoluta. Necesitar¨ªan, adem¨¢s, los votos de la derecha tradicional de Los Republicanos (LR), 62 diputados. Pero hoy este partido no parece dispuesto a derribar a Borne.
Acusaciones de autoritarismo
Las dos probables mociones de censura tienen pocas perspectivas de ¨¦xito. Sus dirigentes deber¨¢n conformarse con acusar a Macron y a su primera ministra de autoritarismo por esquivar al Parlamento con el 49.3. Y esperar a la pr¨®xima ocasi¨®n, que podr¨ªa llegar cuando, en invierno, se debata la impopular reforma de las pensiones: un momento quiz¨¢ m¨¢s propicio para unir a las oposiciones de todo signo contra el Gobierno.
No es ins¨®lito el recurso al 49.3 cuando un Gobierno carece de mayor¨ªa absoluta en Francia. El r¨¦cord lo ostenta el socialista Michel Rocard. Entre 1988 y 1991, a?os en que fue primer ministro, Rocard utiliz¨® el 49.3 en 28 ocasiones. El presidente era Fran?ois Mitterrand. Como Borne y Macron ahora, su Gobierno ten¨ªa una mayor¨ªa relativa en la Asamblea Nacional, pero no absoluta. En el primer quinquenio presidencial de Macron, entre 2017 y su reelecci¨®n en mayo de 2022, recurri¨® una vez a este art¨ªculo. La mayor¨ªa entonces era abrumadora: no lo necesitaba.
Borne tampoco podr¨ªa hacer como Rocard y usar a discreci¨®n el 49.3: una reforma constitucional de 2008 limit¨® su uso a una sola ley por sesi¨®n parlamentaria ¡ªcada sesi¨®n coincide aproximadamente con el curso pol¨ªtico¡ª y a las leyes financieras como los presupuestos. Es posible que en los pr¨®ximos d¨ªas Macron vuelva a usar el 49.3 para imponer la ley del financiamiento de la seguridad social.
La ley de los presupuestos empez¨® a debatirse en el hemiciclo la semana pasada. De las m¨¢s de 3.000 enmiendas planteadas, el Gobierno ha incorporado un centenar. Pero ha concluido que no ten¨ªa sentido prolongar los debates y pasar a la votaci¨®n, puesto que, de todas maneras, la oposici¨®n ya hab¨ªa optado por la obstrucci¨®n. La oposici¨®n acusa al Gobierno de negarse a negociar y a aceptar compromisos.
Una moci¨®n de censura triunfante esta semana no afectar¨ªa directamente al jefe del Estado ¡ªelegido por cinco a?os y por sufragio universal directo, e inamovible e inviolable durante su mandato, salvo casos excepcionales¡ª sino a la jefa de Gobierno y a sus ministros. Estos se ver¨ªan forzados a dimitir y Macron a nombrar a otro Gobierno.
Macron ha adelantado que, si una moci¨®n de censura prosperase, no se limitar¨ªa a cambiar al Gobierno. Ha amenazado con disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones legislativas en las que la oposici¨®n se arriesgar¨ªa a verse con menos diputados en el nuevo hemiciclo.
Francia no ha llegado a este punto. El efecto inmediato de la aplicaci¨®n del 49.3 ser¨¢ una subida de la tensi¨®n pol¨ªtica en un momento de tensi¨®n social. Ni la manifestaci¨®n convocada por M¨¦lenchon y la izquierda el domingo, ni la huelga interprofesional de algunos sindicatos el martes han tenido el impacto deseado por sus organizadores. El intento de extender las huelgas y paralizar el pa¨ªs result¨® fallido. Pero, en un contexto de inflaci¨®n y frenazo de la econom¨ªa, las movilizaciones pueden ser el pr¨®logo de un invierno de protestas que debilite a Macron.
Mientras tanto, contin¨²an las huelgas en las refiner¨ªas de petr¨®leo y las colas en las estaciones de servicio ante la carest¨ªa de carburante. Esta es la preocupaci¨®n inmediata del Gobierno: restablecer la normalidad antes del inicio, este fin de semana, de las vacaciones escolares de oto?o. Paso a paso.
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