Volod¨ªmir Zelenski: ¡°La anexi¨®n rusa de los territorios ucranios anula toda posibilidad de di¨¢logo¡±
El presidente de Ucrania asegura en una entrevista con EL PA?S que Rusia es ¡°una organizaci¨®n terrorista¡± y reclama valent¨ªa a los l¨ªderes europeos para establecer un cord¨®n sanitario que la a¨ªsle
Dominados por la penumbra, los pasillos del b¨²nker en el que se ha convertido la sede presidencial en Kiev no desentonan con el resto del pa¨ªs. Tras uno de esos pasillos aparece Volod¨ªmir Zelenski (Krivi Rih, Ucrania, 44 a?os), presidente de Ucrania desde 2019 y un aut¨¦ntico icono global desde el 24 de febrero. Aquel d¨ªa, el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, orden¨® la invasi¨®n alegando que una ¨¦lite nazi dirig¨ªa los designios de Ucrania, y que era su misi¨®n liberar a la poblaci¨®n de su yugo. Zelenski, hijo de un matrimonio de cient¨ªficos jud¨ªos, actor y empresario audiovisual de ¨¦xito, lidera a un pa¨ªs que lucha por su supervivencia. En una entrevista concedida a EL PA?S el mi¨¦rcoles, la primera con un medio en castellano, Zelenski enfatiza las atrocidades de la guerra como mensaje a los pa¨ªses ¡ªentre ellos, algunos de Am¨¦rica Latina¡ª que se declaran neutrales. Y pone como condici¨®n para sentarse a negociar la paz con Putin que sus tropas vuelvan a Rusia y que Mosc¨² reconozca el error que ha sido la invasi¨®n: ¡°Si ellos se retiran y reconocen que est¨¢n terriblemente equivocados, entonces podemos encontrar un formato para el di¨¢logo¡±.
La oscuridad del b¨²nker es l¨®gica: en el coraz¨®n del poder del Estado se acata tambi¨¦n la llamada al ahorro y se apaga la iluminaci¨®n que no se considera estrictamente necesaria. Los bombardeos rusos del ¨²ltimo mes han dejado a Ucrania sin un 40% de su infraestructura energ¨¦tica, y los cortes de electricidad y la falta de calefacci¨®n afectan a millones de personas. Pero una vez se dejan atr¨¢s esos pasillos, la entrevista se lleva a cabo en una sala generosamente iluminada que el presidente suele emplear para reuniones institucionales; pocas horas despu¨¦s del encuentro con este diario, el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, se reunir¨¢ all¨ª con el mandatario ucranio. La estancia tiene una recargada decoraci¨®n de espejos, telas y colores dorados. En el centro se ubica una kilom¨¦trica mesa de reuniones, similar a la que Putin ha hecho c¨¦lebre y en la que el aut¨®crata ruso se sienta en un extremo, y su interlocutor, en otro. Aqu¨ª, la diferencia es la proximidad: el l¨ªder ucranio se sienta cara a cara, no reh¨²ye el contacto ni la improvisaci¨®n.
Zelenski aparece por la puerta sin previo aviso. Saluda jovial, de forma breve y en ingl¨¦s. Viste el ya tradicional terno informal de color caqui que adopt¨® desde que comenz¨® la invasi¨®n. En la actual fase de la guerra, en la que las Fuerzas Armadas de Ucrania avanzan en m¨²ltiples frentes, el mantra de Kiev es que el conflicto b¨¦lico solo terminar¨¢ cuando hayan reconquistado todos los territorios ocupados por Rusia. Aunque una gran mayor¨ªa de ucranios declaran, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, que no quieren abrir un di¨¢logo con Rusia, tambi¨¦n los hay que s¨ª lo esperan. Como Irina, una estanquera del kvartal 95, el barrio en el que naci¨® Zelenski en Krivi Rih, que confi¨® la semana pasada a este diario que deseaba ver a Putin y a Zelenski sentados para sellar la paz. El presidente ucranio sonr¨ªe al escuchar la an¨¦cdota y recoge el guante para responder a su compatriota: ¡°Vemos una intenci¨®n muy concreta de ocupaci¨®n y destrucci¨®n de Ucrania. ?Qu¨¦ tengo que decirle a una persona que quiere simplemente destruirnos? No tendr¨ªa sentido esa conversaci¨®n.¡±
El mensaje es de lo m¨¢s contundente. Zelenski subraya que ¡°la gota que colma el vaso, en la que [Rusia] anula todas las posibilidades de di¨¢logo, son los referendos de anexi¨®n¡± organizados de forma ilegal en septiembre en las provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jers¨®n. La capital de esta ¨²ltima provincia es ahora mismo uno de los puntos m¨¢s disputados de la guerra, con las tropas ucranias a las puertas de la ciudad. Esas cuatro anexiones se unen a la ocupaci¨®n ilegal que ya pesa sobre la pen¨ªnsula ucrania de Crimea desde 2014. Pero Zelenski a?ade un matiz que, seg¨²n fuentes de su entorno, deja entrever una ligera apertura: ¡°Si los rusos se retiran y reconocen que est¨¢n terriblemente equivocados, si es que se puede hablar de error ante todo esto, entonces podemos encontrar un formato para el di¨¢logo. Pero si nosotros vamos a seguir sacrificando miles de vidas para que se desocupe nuestro territorio, creo que esto impide el proceso [de di¨¢logo] durante a?os¡±.
Una de las amenazas que planean sobre la resistencia ucrania no procede de Mosc¨², sino de Washington. Estados Unidos, principal apoyo militar y econ¨®mico de Kiev, afronta un posible cambio pol¨ªtico si el Partido Republicano obtiene la mayor¨ªa en el Congreso en las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre. Republicanos notables han aireado su oposici¨®n a mantener el actual ritmo de ayuda a Ucrania. Zelenski subraya que, sea quien sea quien gobierne en Estados Unidos, deber¨¢ tener en cuenta que la mayor¨ªa de la sociedad americana est¨¢ con Ucrania: ¡°No veo ning¨²n riesgo en lo que respecta al apoyo a Ucrania por parte de la sociedad americana. Nosotros respetaremos su elecci¨®n, pero creo que ellos tambi¨¦n respetar¨¢n la elecci¨®n de su propio pueblo a favor de ayudar a Ucrania, a favor de luchar por la democracia, la libertad, el derecho internacional y humanitario¡±.
El dirigente concede que un cambio pol¨ªtico en Estados Unidos podr¨ªa hacer ¡°m¨¢s lento¡± el proceso de decisiones bilaterales, pero recuerda que tambi¨¦n se esperaba un enfriamiento en las relaciones con Italia tras la llegada al poder de la ultraderechista Giorgia Meloni, o con los recientes cambios en la jefatura de Gobierno en el Reino Unido. Y eso, seg¨²n su experiencia, no ha sucedido.
El futuro de Ucrania pasa inevitablemente por su acceso a la Uni¨®n Europea, destaca su presidente. Y otros pa¨ªses amenazados por Rusia podr¨ªan seguir sus pasos: ¡°La guerra empez¨® porque Rusia no nos considera un pa¨ªs independiente, un pa¨ªs europeo. Lo mismo pasar¨¢ en Bielorrusia, donde la gente tambi¨¦n quiere ser independiente. ?Por qu¨¦ en Rusia se ha de decidir c¨®mo deben vivir en Bielorrusia? No todos los pa¨ªses han de pasar por este calvario que estamos viviendo nosotros, y Rusia no se lo va a poner f¨¢cil a Bielorrusia, a Moldavia o a Georgia¡±. ¡°Espero que los l¨ªderes de la UE no tengan miedo¡±, concluye, reconociendo que dentro de la UE hay pa¨ªses que ¡°no quieren acelerar el proceso¡± de integraci¨®n. Pero su vaticinio es tajante: ¡°Ucrania ser¨¢ miembro de la UE, y no quiero decir tarde o temprano porque considero que ya es tarde¡±.
Espa?a no est¨¢ en guerra porque forma parte de la OTAN, a diferencia de nosotros¡±
Tambi¨¦n las palabras de agradecimiento de Zelenski por la ayuda recibida de Espa?a son recurrentes, en especial por la incorporaci¨®n a su arsenal antia¨¦reo de las cuatro bater¨ªas de misiles Hawk que deben entrar en funcionamiento en las pr¨®ximas semanas. Preguntado por si espera m¨¢s asistencia material espa?ola ¡ªdiscreta en el plano militar, si se compara con otros grandes pa¨ªses europeos¡ª, el dirigente ucranio reitera que toda ayuda es necesaria: ¡°Esta es una pregunta que los ciudadanos espa?oles tambi¨¦n pueden responder, si la ayuda es suficiente, porque es una guerra por nuestros valores comunes y por todo lo democr¨¢tico que tiene Europa¡±.
Sobre si echa en falta un mayor liderazgo espa?ol en las iniciativas internacionales, Zelenski concluye que Espa?a se suma principalmente a proyectos iniciados por otros: ¡°Yo agradecer¨ªa que el presidente [Pedro] S¨¢nchez tuviera estas iniciativas, podr¨ªa ser en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs, en el fomento de negocios, del mercado de trabajo, incluso en materia de seguridad.¡±
Zelenski es consciente de que, si bien una gran mayor¨ªa de gobiernos y de la opini¨®n p¨²blica europea est¨¢n a favor de asistir militarmente a Ucrania, hay sectores de la izquierda ¡ªy por otras razones tambi¨¦n de la derecha, como el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n¡ª que se oponen al suministro de armas por considerarla un obst¨¢culo para la paz. Y porque, seg¨²n esa interpretaci¨®n, la OTAN es igual de responsable que Rusia en el conflicto. Este es uno de los asuntos en los que el mandatario se explaya m¨¢s, gesticulando y haciendo patente que la cuesti¨®n le enerva: ¡°Es importante destacar a estas personas que esta es una guerra por Ucrania contra la agresi¨®n rusa. Nosotros somos un escudo; no hemos ido con armas nucleares, con misiles guiados, no hemos ido con drones iran¨ªes o con tanques a invadir tierras ajenas. No violamos a las mujeres rusas, a los ni?os rusos, no torturamos en aldeas rusas¡±.
En Espa?a, entre los socios de la coalici¨®n de Gobierno tambi¨¦n existen estos planteamientos y Zelenski se esfuerza en argumentar por qu¨¦ los cree equivocados: ¡°Cuando esta gente habla de la OTAN, le dir¨¦ que nosotros no estamos en la OTAN. Espa?a s¨ª est¨¢ en la OTAN, Espa?a no est¨¢ en guerra gracias a formar parte de la OTAN, a diferencia de nosotros. Nosotros estamos luchando para que no haya un segundo o tercer pa¨ªs invadido¡±.
El presidente ucranio se muestra visiblemente irritado cuando se le pregunta sobre la docena de partidos prorrusos ilegalizados por Ucrania en estos meses de guerra, acusados de ser agentes del pa¨ªs invasor. Este asunto ha levantado suspicacias en formaciones de izquierdas europeas. ¡°?Qu¨¦ partidos han sido prohibidos en Ucrania? ?Partidos rusos, quiere decir?¡±, objeta Zelenski. ¡°Si hay alguien en Bruselas preocupado por ellos, que encuentren lugar para estos partidos all¨ª. Me gustar¨ªa ver c¨®mo conviven con esos partidos cuando les muestren sus valores europeos¡±, sugiere.
?Qu¨¦ ha tra¨ªdo Rusia al margen de las amenazas para Europa y Ucrania de pasar fr¨ªo este invierno?¡±
M¨¢s all¨¢ del proceso europeo, Zelenski se detiene durante la entrevista a analizar la visi¨®n de Am¨¦rica Latina respecto a la guerra. Dice sentir ¡°mucha pena de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica tuviera tanta influencia en Am¨¦rica Latina¡±. Preguntado por el hecho de que varios gobiernos en la regi¨®n, como Colombia o M¨¦xico, mantengan una posici¨®n neutral ante la ofensiva rusa, Zelenski saca a pasear los reproches: ¡°Con el tiempo, todos estos pa¨ªses tambi¨¦n entender¨¢n lo que est¨¢ ocurriendo. Son pa¨ªses que tambi¨¦n pasaron por su lucha por la independencia y entender¨¢n que el invasor es Rusia. La distancia f¨ªsica respecto a Am¨¦rica Latina es grande, pero la distancia militar no es grande, porque los misiles rusos pueden llegar a miles de kil¨®metros¡±.
¡°Es un chantaje lo que hace Rusia¡±, precisa; un chantaje que puede afectar a toda la comunidad internacional: ¡°Cortar el transporte mar¨ªtimo en el mar Negro, por ejemplo. Am¨¦rica Latina recib¨ªa muchas cosas de Ucrania, y nosotros tambi¨¦n import¨¢bamos muchas cosas de Am¨¦rica Latina. Nos han interrumpido esta relaci¨®n comercial. Quiz¨¢ ahora Am¨¦rica Latina no tiene tanto d¨¦ficit de trigo y cereales como los pa¨ªses africanos, pero con el tiempo notar¨¢n sus efectos¡±.
?Cree seriamente Zelenski que la amenaza militar en Am¨¦rica Latina es posible? ¡°?En Am¨¦rica Latina piensan que un misil nuclear no los puede alcanzar?¡±, repregunta, en referencia a una de las principales amenazas de esta contienda: que acabe sald¨¢ndose con un ataque nuclear. En este contexto, alerta de que Rusia ¡°no pertenece al mundo civilizado; es una organizaci¨®n terrorista dirigida por una camarilla¡±. El dirigente defiende que no solo las sanciones, sino una suerte de cord¨®n sanitario internacional debe ser aplicado a Rusia: ¡°Debe ser aislada hasta que entienda que tiene los mismos derechos que el resto de los pa¨ªses. Si t¨² no quieres ser democr¨¢tico dentro de tu territorio, por lo menos tienes que actuar de forma democr¨¢tica con los otros pa¨ªses. No tienes que imponer tu visi¨®n del mundo y tu orden a nosotros y al resto¡±.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, coment¨® durante el verano en una entrevista con este diario que pa¨ªses como M¨¦xico, que se est¨¢n beneficiando del aumento de los precios del petr¨®leo y el gas en sus exportaciones, deber¨ªan responsabilizarse m¨¢s. Zelenski anota estas palabras y saca su m¨®vil para buscar datos sobre el Ej¨¦rcito de M¨¦xico, un pa¨ªs por el que muestra especial inter¨¦s. El resto de las personas en la sala ¡ªsu portavoz, los periodistas, la int¨¦rprete y el fot¨®grafo presidencial¡ª no han podido acceder con sus tel¨¦fonos, como tampoco han podido utilizar sus bol¨ªgrafos o relojes, por motivos de seguridad. Zelenski alarga el brazo y se aleja la pantalla del rostro, pero aun as¨ª le cuesta leer sin las gafas. Acepta entonces prestadas las de uno de los periodistas, que emplea a modo de lupa. Tras unos minutos en silencio buscando la informaci¨®n, se arranca con un soliloquio para refutar que la neutralidad en esta guerra sea posible: ¡°Imag¨ªnense que el segundo ej¨¦rcito del mundo, o por lo menos Rusia se define as¨ª, invade M¨¦xico; siempre encuentran alg¨²n pretexto para hacerlo, como en Siria. ?Estar¨ªa M¨¦xico defendi¨¦ndose solo o pedir¨ªa ayuda a sus socios, a sus vecinos como Estados Unidos?¡±.
Transcurridos casi 50 minutos de conversaci¨®n, el presidente ucranio se despide sin protocolos y, tras unas fotos, se encierra en las dependencias desde las que continuar¨¢ trabajando, un espacio en el que destaca un gran escudo de armas ucranio, el mismo lugar desde el que por la noche emitir¨¢ su mensaje diario a la naci¨®n. En los salones hace fr¨ªo; la calefacci¨®n todav¨ªa no ha llegado a Kiev por la carest¨ªa energ¨¦tica que han provocado los ataques rusos. ¡°Al margen del miedo, de las amenazas, de las migraciones forzadas, del bloqueo del comercio agrario, del aumento de los precios, tambi¨¦n del combustible, al margen de las amenazas para Europa y Ucrania de pasar fr¨ªo este invierno, ?qu¨¦ ha tra¨ªdo Rusia?¡±, reflexiona Zelenski. Y cierra: ¡°Nosotros no hemos aceptado ning¨²n ultim¨¢tum, como tampoco hemos querido perder parte de nuestro territorio. Dijimos que luchar¨ªamos hasta el final para defender nuestro hogar. Pero, sobre todo, debemos intentar salvar vidas¡±.
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