Daniel Ortega extiende su control absoluto de la administraci¨®n al hacerse con los 153 municipios de Nicaragua
El sandinismo instala el r¨¦gimen de partido ¨²nico tras unas elecciones sin competencia ni garant¨ªas
Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se adjudicaron el domingo todas las alcald¨ªas de Nicaragua, 153, a trav¨¦s de una votaci¨®n marcada por el desinter¨¦s ciudadano y la abstenci¨®n. Seg¨²n los primeros datos del Consejo Supremo Electoral, el Frente Sandinista gan¨® las 17 cabeceras departamentales, extendiendo el r¨¦gimen de partido ¨²nico y autoritario a toda la administraci¨®n local del pa¨ªs.
El proceso estuvo marcado por la falta de competencia y la apat¨ªa ciudadana, despu¨¦s de que el r¨¦gimen diera la ¨²ltima estocada a las municipalidades en julio, cuando descabez¨® a las ¨²ltimas cinco alcald¨ªas gobernadas por la oposici¨®n. El sandinismo acudi¨® a las urnas con partidos pol¨ªticos aliados para simular una competencia. Sin embargo, seg¨²n los datos provisionales, no han obtenido ninguna alcald¨ªa.
Seg¨²n el primer informe preliminar del Poder Electoral, el sandinismo gan¨® las municipalidades de Murra, Santa Mar¨ªa de Pantasma, El Almendro, El Cu¨¢, San Pedro de L¨®vago, Camoapa, entre otras que hist¨®ricamente hab¨ªan sido bastiones antisandinistas. A pesar de que la propaganda oficial insisti¨® en una alta participaci¨®n, la organizaci¨®n independiente Urnas Abiertas cifra la abstenci¨®n en el 82,7% del electorado. Es un porcentaje de participaci¨®n similar a las elecciones generales de 2021, en las que Ortega y Murillo se las apa?aron para mantenerse en el poder tras apresar a todos los precandidatos presidenciales.
Los opositores en el exilio consideran estas elecciones como un fraude. Para simular tensi¨®n electoral y competencia, los partidos aliados usurparon las identidades de m¨¢s de 1.000 ciudadanos para ponerlos en la lista electoral, seg¨²n denuncian estos opositores. Las urnas se vieron vac¨ªas y fue evidente el esfuerzo del sandinismo para acarrear votantes, a?aden estas mismas fuentes.
¡°La comunidad internacional, con la di¨¢spora en el exilio, en Estados Unidos, en Europa y Costa Rica, se est¨¢ manifestando por el fraude electoral, pero tambi¨¦n por los arrestos. Estamos viviendo un proceso torturante para las personas que est¨¢n en el exilio y quieren regresar, pero tambi¨¦n para los que est¨¢n dentro del pa¨ªs¡±, dijo el estudiante Armando Noguera en una manifestaci¨®n realizada en San Jos¨¦, Costa Rica, ciudad en la que se concentra gran parte de la oposici¨®n que ha huido de Nicaragua.
¡°Coacci¨®n sin precedentes¡±
Urnas Abiertas inform¨® de ¡°una coacci¨®n sin precedentes¡± hacia trabajadores p¨²blicos, opositores y la ciudadan¨ªa en general. Seg¨²n esta organizaci¨®n, el r¨¦gimen sandinista vigil¨® a personas en cada casa para evitar cualquier expresi¨®n de resistencia y en algunos casos para obligarlos a que acudieran a las urnas.
El sandinismo instal¨® puestos de control en los que operadores pol¨ªticos del oficialismo vigilaron y controlaron qui¨¦nes llegaron a votar, a?aden en la organizaci¨®n. En redes sociales circularon numerosos videos de militantes que cargaban el padr¨®n electoral en las manos para sacar a los pobladores de sus casas.
En la ciudad de Le¨®n, al occidente del pa¨ªs, el sandinista Fidel Bervis le orden¨® a su compa?era del partido que anotase ¡°los n¨²meros de tel¨¦fonos de ellos [ciudadanos] y a qu¨¦ hora van a ir a votar. Solamente para efectos de control¡±. Luego Bervis les dijo que una vez hayan votado les manden foto con el dedo manchado (de tinta indeleble en se?al de que ya votaron).
En las instituciones del Estado ordenaron a los funcionarios p¨²blicos que enviaran una foto con el dedo manchado como prueba de que hab¨ªan asistido a votar. Los que no enviaron su imagen fueron presionados por sus superiores durante todo el d¨ªa para que fueran a las urnas. Tambi¨¦n fue divulgada una fotograf¨ªa de polic¨ªas que mostraban su dedo manchado mientras cargaban fusiles en el interior de un centro de votaci¨®n. Urnas Abiertas calific¨® la escena como ¡°una clara violaci¨®n de la ley electoral, que proh¨ªbe entrar armado al local de las votaciones¡±.
Ortega y Murillo votaron en torno a las dos de la tarde en Managua. El l¨ªder sandinista dio un breve discurso en el que destac¨® que las votaciones eran sin¨®nimo de paz. ¡°Faltan todav¨ªa unas cuantas horas, donde estamos seguros de que seguir¨¢n llegando a los centros de votaci¨®n los nicarag¨¹enses, mujeres y hombres, hombres y mujeres, que saben que este voto es un voto por la paz. M¨¢s all¨¢ del partido al cual se le deposita el voto se est¨¢ votando por Nicaragua. Y al votar por Nicaragua se est¨¢ votando por la paz¡±, remarc¨®.
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