La acogida por parte de Francia del barco de migrantes ¡®Ocean Viking¡¯ genera el primer choque entre Macron y Meloni

Las chispas saltan entre Par¨ªs y Roma solo 20 d¨ªas despu¨¦s de la llegada al poder de la ultraderechista Giorgia Meloni y por un motivo que no sorprende a nadie: la inmigraci¨®n. El mismo que en 2018 y 2019 ¡ªdurante el anterior experimento nacional-populista en Italia¡ª contribuy¨® a llevar las relaciones bilaterales a su m¨¢xima tensi¨®n en d¨¦cadas. Francia anunci¨® este jueves que aceptar¨ªa, ¡°a t¨ªtulo excepcional¡±, el desembarco en un puerto franc¨¦s de un barco con migrantes rechazado por las autoridades italianas. Pero lo hizo con reproches al Gobierno de Meloni, al que le atribuy¨® falta de ¡°solidaridad¡± con los socios europeos y de ¡°humanidad¡± con los migrantes. Toda la relaci¨®n queda afectada, seg¨²n Par¨ªs.

El Ocean Viking ¡ªbarco de la ONG SOS Medit¨¦rran¨¦e con 234 migrantes, entre ellos 57 ni?os, rescatados en el Mediterr¨¢neo¡ª debe desembarcar este viernes por la ma?ana en el puerto militar de Tol¨®n, en sur de Francia. Italia se hab¨ªa negado a acogerlo, pese a que, seg¨²n Par¨ªs, le correspond¨ªa responder a los llamamientos de ayuda al encontrarse el barco m¨¢s cerca de las costas italianas que de otro pa¨ªs.

¡°Lamentamos que Italia no haya estado a la altura del deber de humanidad¡±, dijo el ministro franc¨¦s del Interior, G¨¦rald Darmanin, en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. ¡°El comportamiento de Italia¡±, a?adi¨®, ¡°es contrario al derecho internacional, a la solidaridad y los compromisos que el Gobierno italiano adquiri¨® hace unas semanas, antes de la llegada de las nuevas autoridades italianas¡±.

Darmanin anunci¨® represalias. La primera es la suspensi¨®n del plan de acogida de 3.500 refugiados que, tras desembarcar en Italia en meses anteriores, se encontraban en este pa¨ªs y deb¨ªan ir a Francia antes del pr¨®ximo verano, seg¨²n el mecanismo de solidaridad europeo. El ministro llam¨® a adoptar la misma medida a Alemania y a otros pa¨ªses europeos que participaban de este acuerdo de solidaridad, y que tambi¨¦n deb¨ªan acoger refugiados que ahora viven en Italia.

La segunda represalia es el reforzamiento de los controles en la frontera terrestre con Italia. Y tercera: ¡°Francia¡±, dijo Darmanin, ¡°extraer¨¢ todas las consecuencias de la actitud italiana en los otros aspectos de su relaci¨®n bilateral¡±.

Para Emmanuel Macron se trata de evitar la imagen de una victoria de Meloni en este pulso y mostrarle que su posici¨®n tendr¨¢ coste, ante Francia y la Uni¨®n Europea. La nueva primera ministra italiana puede celebrar que ha torcido al brazo al presidente franc¨¦s al impedir que el Ocean Viking desembarque en un puerto italiano y redirigirlo hacia uno franc¨¦s. El argumento italiano es que Italia no tiene por qu¨¦ asumir todos los migrantes naufragados en el Mediterr¨¢neo y que los otros socios tambi¨¦n deben contribuir.

Para Francia, no es solo una cuesti¨®n bilateral con Italia, ni solo europea. En pleno debate sobre la futura ley de inmigraci¨®n y con la extrema derecha en ascenso, se trata de pol¨ªtica interior. Marine Le Pen, l¨ªder del partido Reagrupamiento Nacional (RN), reaccion¨® en la red social Twitter: ¡°Al aceptar por primera vez que un barco desembarque en un puerto franc¨¦s, Emmanuel Macron lanza una se?al dram¨¢tica de laxismo. Con esta decisi¨®n, no puede hacer creer a nadie que desee poner fin a la inmigraci¨®n masiva y an¨¢rquica¡±.

El Ocean Viking dio pie, la semana pasada, a una trifulca parlamentaria en la Asamblea Nacional. Durante la intervenci¨®n de un diputado de izquierdas de origen africano, Carlos Martens Bilongo, el parlamentario Gr¨¦goire de Fournas, del RN, le interrumpi¨® gritando una frase que no se pudo o¨ªr con precisi¨®n. Dijo ¡°que se vuelva ?frica¡± (en alusi¨®n a Martens Bilongo) o ¡°que se vuelvan a ?frica¡± (en alusi¨®n a los migrantes del Ocean Viking). De Fournas fue sancionado con dos semanas de expulsi¨®n y reducci¨®n del sueldo a la mitad durante dos meses.

La crisis entre Francia e Italia tiene un precedente en el verano de 2018, cuando Italia y Malta rechazaron el barco Aquarius, que acab¨® desembarcando en Valencia por decisi¨®n del Gobierno espa?ol. Macron se neg¨® a acogerlo.

Las tensiones marcaron las relaciones entre Francia e Italia durante aquella ¨¦poca, en la que gobernaba en Roma una alianza nacional-populista con Matteo Salvini, ahora vicepresidente del Gobierno, como hombre fuerte. Macron recibi¨® la victoria de Meloni en las elecciones de septiembre con cautela pero sin dramatismo. Fue el primer jefe de Estado extranjero en reunirse con ella.

En el palacio del El¨ªseo estaban convencidos de que el apoyo de Meloni a la UE y la OTAN, as¨ª como un talante m¨¢s institucional que el de Salvini, facilitar¨ªan el entendimiento. Al mismo tiempo, el Gobierno franc¨¦s ten¨ªa claro que, si alg¨²n asunto pod¨ªa hacer aflorar de nuevo las tensiones, este era la inmigraci¨®n. La crisis ha estallado antes de lo esperado.

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