Entre el palo y la zanahoria: los motivos de los rusos para ir al frente o escapar de ¨¦l
La subordinaci¨®n a las autoridades, las convicciones, la presi¨®n social y la motivaci¨®n econ¨®mica constituyen las principales razones de los ciudadanos dispuestos a morir y matar en Ucrania
Centenares de miles de rusos han sido movilizados con destino al frente de Ucrania y su imagen colectiva en Occidente y entre los cr¨ªticos del rumbo de Vlad¨ªmir Putin es la de un ¡°reba?o sumiso conducido al matadero¡±. Pero los rusos dispuestos a matar y a morir por una idea imperial de la patria constituyen un contingente diversificado en una realidad compleja.
En el contingente de los dispuestos se ubican los que act¨²an por sentido de subordinaci¨®n al jefe del Estado y por convicciones, con independencia de que estas sean o no el fruto de la avasalladora propaganda del Kremlin. A juzgar por el apoyo del que a¨²n goza Putin en su pa¨ªs, este grupo parece ser el mayoritario, aunque los puntos de vista de estos patriotas pueden cambiar a consecuencia del contacto directo con las realidades del frente.
Entre los que se dejan movilizar est¨¢n los influidos por una primitiva concepci¨®n de la masculinidad y los que han sucumbido a la presi¨®n social y el qu¨¦ dir¨¢n de colegas y vecinos en las regiones de las profundidades de Rusia. Tambi¨¦n est¨¢n los que conf¨ªan en remontar situaciones econ¨®micas precarias, caracterizadas por sueldos bajos, desempleo, ahogantes deudas y gastos inasumibles, como comprar un piso, pagar una hipoteca o dar estudios a los hijos.
Justamente a la motivaci¨®n econ¨®mica apela una serie de v¨ªdeos aparecidos en las redes sociales, cuyos protagonistas son hombres que ven su ¨²nica salida en el alistamiento como voluntarios. En uno de los v¨ªdeos, un avergonzado padre recurre a la hucha de su hija para compensar el retraso con el que recibe su sueldo en la f¨¢brica. En otro, un joven moroso se alista para acogerse a la moratoria en la devoluci¨®n de deudas, decretada con motivo de la movilizaci¨®n y, de esta forma, ¡°se salva de los recaudadores, salvando al mismo tiempo a la patria¡±.
§³§ä§â§Ñ§ß§Ñ §ß§Ñ§ã§ä§à§Ý§î§Ü§à §ß§Ú§ë§Ñ§ñ, §é§ä§à §é§ä§à§Ò§í §Ü§å§á§Ú§ä§î §â§Ö§Ò§×§ß§Ü§å §ä§Ö§Ý§Ö§æ§à§ß, §ß§Ñ§Õ§à §Ú§Õ§ä§Ú §å§Ò§Ú§Ó§Ñ§ä§î.
— §¥§å§Þ§Þ§Ú§ß§Ô §´§å§á§ã(§¡§ß§Ü-§®§à§â§á§à§â§Ü??????) (@dumingtups) December 17, 2022
§±§à §à§è§Ö§ß§Ü§Ñ§Þ Forbes, §ß§Ñ 29 §Ñ§á§â§Ö§Ý§ñ 2022 §Ô§à§Õ§Ñ §Ó §²§à§ã§ã§Ú§Ú §ß§Ñ§ã§é§Ú§ä§í§Ó§Ñ§Ý§à§ã§î 113 §Þ§Ú§Ý§Ý§Ú§Ñ§â§Õ§Ö§â§à§Ó pic.twitter.com/LVNyYUJwt8
La serie, que seg¨²n el periodista Andr¨¦i Medv¨¦dev ¡°est¨¢ rodada con dinero estatal¡±, es tan burda que ha indignado a quienes consideran como insultante e irreal la imagen de Rusia ofrecida por ese producto propagand¨ªstico.
Con todo, el sueldo m¨ªnimo de 195.000 rublos al mes (cerca de 2.500 euros) que Putin asign¨® a los movilizados en noviembre es una suma importante si se compara con el sueldo medio mensual de los empleados de empresas rusas (62.470 rublos o cerca de 800 euros como promedio en el Estado en octubre), con diferencias que van desde 113.895 rublos en Mosc¨² a 43.422 rublos en la vecina y deprimida provincia de Tver.
Equiparados salarialmente a los voluntarios que sirven en el ej¨¦rcito por contrato, los movilizados complementan sus ingresos con una amplia gama de prestaciones a cuenta de los presupuestos locales. Esas prestaciones, que dan una seguridad a las familias en caso de muerte en combate, difieren de una a otra regi¨®n de Rusia, tanto por las sumas asignadas como por las ventajas sociales, escolares y descuentos en servicios p¨²blicos y comunitarios. Mosc¨², por ejemplo, tiene 15 medidas de apoyo distinto para las familias de los movilizados, entre ellas ayudas y prioridades escolares, servicios de comedor gratuito para los estudiantes y formaci¨®n profesional para los c¨®nyuges.
Amenazas y chantajes
Los intentos de imponer la movilizaci¨®n por medio de amenazas y chantajes se dan en distintos puntos del pa¨ªs. Desde Kazajist¨¢n, el ruso V¨ªctor (nombre ficticio) cuenta a esta periodista que, junto con su esposa y su hijo, abandon¨® su prometedora hacienda agr¨ªcola en el Lejano Oriente ruso despu¨¦s de que una comisi¨®n de reclutamiento le amenazara con enviarlo a las filas de Wagner, la que se presenta como compa?¨ªa militar privada que combate junto con el ej¨¦rcito invasor en Ucrania.
La ley rusa castiga a los mercenarios, pero no regula las actividades de las denominadas compa?¨ªas militares privadas como Wagner, que ha reclutado presos en las c¨¢rceles sin que se sepa en virtud de qu¨¦ competencias legales. Hasta ahora, la Duma estatal (C¨¢mara baja del Parlamento ruso) no ha tramitado ninguno de los varios proyectos de ley que han sido presentados durante a?os para regular la actividad de Wagner y otras entidades semejantes.
La amenaza de enviar a V¨ªctor a las filas de Wagner estaba fuera de la ley, pero la ley cuenta poco hoy en Rusia. El a?o 2022 se ha caracterizado por la proliferaci¨®n de ¡°regulaciones secretas¡± que han sido gestadas en dependencias del Ministerio de Defensa y que se van conociendo sobre la marcha, afirmaba el jurista Pavel Ch¨ªkov, especializado en temas relacionados con la movilizaci¨®n. La ¡°imprevisibilidad¡± de las autoridades desorienta a la sociedad que ¡°no sabe si est¨¢ pisando un campo de minas¡± y que se transforma en ¡°un reba?o de ovejas a las que el perro lleva adonde quiere ir el pastor¡±, afirmaba el abogado al servicio informativo Meduza.
Legalmente, los que esquivan la movilizaci¨®n no tienen responsabilidades penales por ello, pero en el terreno resbaladizo de los ¡°conceptos jur¨ªdicos difusos¡± quienes as¨ª act¨²an se arriesgan a ser considerados como movilizados a partir del momento en el que reciben la cita formal para presentarse en el centro de reclutamiento. Si no acuden all¨ª por las buenas, pueden ser conducidos por las malas si son atrapados en las ¡°redadas colectivas¡± o en las ¡°cacer¨ªas individuales¡± que han provocado el ¨¦xodo de decenas de miles de potenciales afectados. Una vez integrados en el engranaje que lleva desde el punto de reclutamiento hasta la unidad militar, quienes se niegan a combatir o abandonan su puesto pueden ser condenados a hasta 15 a?os de c¨¢rcel.
La amenaza y el chantaje sobre los reticentes son m¨¢s eficaces si tienen a la familia como blanco. Seg¨²n la organizaci¨®n de derechos humanos Memorial, el pasado septiembre, un grupo de mujeres se manifestaron en contra de la movilizaci¨®n en Grozni, la capital de Chechenia. Las mujeres fueron detenidas y conducidas a la alcald¨ªa, que convoc¨® a sus parientes masculinos para que las azotaran con la advertencia de que ¡°si ellos no lo hac¨ªan, las azotar¨ªan otros y ser¨ªa mucho peor¡±. Al d¨ªa siguiente, el jefe de Chechenia, Ramz¨¢n Kad¨ªrov, anunci¨® que los parientes de 40 de las manifestantes hab¨ªan sido enviados a luchar a Ucrania. Adam Mur¨¢dov, uno de los obligados a azotar a su esposa, muri¨® de un ataque al coraz¨®n poco despu¨¦s de saber que su hijo Valid estaba entre los movilizados y en primera l¨ªnea de frente en Ucrania.
Seg¨²n Chikov, la severidad y duraci¨®n de las condenas impuestas en 2022 por el simple hecho de opinar en contra de la guerra no tienen precedentes en el Estado autoritario ruso. El pacifismo ha sido castigado con 8,5 a?os de c¨¢rcel en el caso del pol¨ªtico Ili¨¢ Yashin, y tiene efectos sobre el estatus. En Novosibirsk, el cese fulminante y sin explicaciones del prestigioso Alexandr Kuliabin como director del teatro Krasnii Fakel es interpretado como represalia por las declaraciones pacifistas de su hijo, el tambi¨¦n director teatral Timof¨¦i Kuliabin, cuyas puestas en escena han sido eliminadas de la cartelera. Kuliabin hijo emigr¨® a Alemania tras criticar a Putin.
¡°La gente tiene miedo a que la echen del trabajo o a que su familia tenga problemas¡± y teme tambi¨¦n las multas, afirmaba Polina Muj¨¢cheva, una estudiante de 22 a?os, residente en Kirov, en una serie dedicada a rusos que se han manifestado contra la guerra publicada por Idel.Realii. La joven conclu¨ªa: ¡°Si la gente no siempre tiene dinero para comer y tiene que pagar una multa de 50.000 rublos por participar en una protesta contra la guerra, se lo pensar¨¢ 100 veces antes de salir a la calle¡±.
En esa misma serie, el inform¨¢tico Evgueni Prokin, de 26 a?os, reconoc¨ªa que tem¨ªa salir a la calle en un piquete porque sus allegados pod¨ªan tener problemas. ¡°Quisiera hacer m¨¢s, pero no tengo derecho a poner en peligro a mis familiares¡±, afirmaba Prokin desde Perm, en los Urales.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.