El Departamento de Justicia de EE UU registra la segunda residencia de Biden en la investigaci¨®n sobre documentos clasificados
La b¨²squeda ¡°programada¡± no ha encontrado papeles con el sello que los identifica como confidenciales, seg¨²n el abogado personal del presidente, Bob Bauer
El caso de los documentos clasificados se est¨¢ convirtiendo en una tortura de baja intensidad, pero constante, para el presidente estadounidense, Joe Biden. Mientras el mandatario ultima su decisi¨®n sobre su candidatura en las elecciones del a?o pr¨®ximo, cada semana sale a la luz un nuevo dato que vuelve a poner el esc¨¢ndalo bajo los focos. Este mi¨¦rcoles, la noticia ha sido el registro del Departamento de Justicia en la vivienda de la playa del dirigente, en Rehoboth Beach (Delaware), como parte de la investigaci¨®n abierta tras el hallazgo de papeles confidenciales en una oficina privada en Washington y en su residencia habitual de Wilmington (Delaware).
El nuevo rastreo no ha encontrado ning¨²n tipo de documentaci¨®n confidencial en la segunda residencia del presidente, seg¨²n el abogado personal de Biden, Bob Bauer. En un comunicado previo, en el que informaba de la pesquisa, hab¨ªa precisado que se trataba de un registro ¡°programado¡± y que contaba con el benepl¨¢cito del presidente.
La b¨²squeda comenz¨® a las 8.30 (14.30 hora peninsular espa?ola) y concluy¨® en torno al mediod¨ªa, seg¨²n Bauer. ¡°No se encontraron documentos con el sello de ¡®clasificado¡¯. Como en [la casa de] Wilmington, el Departamento de Justicia se llev¨® para un an¨¢lisis m¨¢s detallado algunos materiales y notas manuscritas que parecen relacionarse con la etapa [de Biden] como vicepresidente¡±. ¡°El rastreo de hoy representa un paso m¨¢s en un proceso exhaustivo y oportuno del Departamento de Justicia que continuaremos apoyando y d¨¢ndole facilidades¡±, hab¨ªa apuntado el abogado en su comunicado previo.
El caso estall¨® a principios de enero, cuando la Casa Blanca dio a conocer que dos meses antes, el 2 de noviembre, los abogados particulares de Biden hab¨ªan encontrado documentos clasificados, de la ¨¦poca en la que el mandatario era vicepresidente con Barack Obama (2009-2017), mientras vaciaban la oficina que ocup¨® en un think-tank tras finalizar su mandato.
A ra¨ªz de aquel anuncio, el fiscal general, Merrick Garland, orden¨® la apertura de una investigaci¨®n, al frente de la cual se encuentra el fiscal especial Robert Hur. Casi de inmediato, se dio a conocer que se hab¨ªan localizado otros documentos en el garaje, as¨ª como en un cuarto destinado a almacenaje de la residencia de Biden en Wilmington. El inmueble fue registrado por agentes del FBI el 20 de enero.
Las leyes estadounidenses obligan a depositar los documentos de cada presidencia en los Archivos Nacionales. Es ilegal apropi¨¢rselos o guardarlos en un lugar indebido de manera voluntaria, aunque hasta ahora ning¨²n mandatario ha sido imputado por ese tipo de delito.
Un momento complicado
El nuevo rastreo de este mi¨¦rcoles llega en un momento complicado para el presidente estadounidense, que este mi¨¦rcoles ten¨ªa previsto reunirse con el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, Kevin McCarthy, para tratar sobre el techo de la deuda nacional, al que se llegar¨¢ en junio, entre otros asuntos. Biden tambi¨¦n debe presentar la semana pr¨®xima su discurso anual sobre el Estado de la Uni¨®n, el acto m¨¢s solemne del curso legislativo, en el que expone ante las dos c¨¢maras del Congreso sus prioridades de Gobierno para este a?o.
El esc¨¢ndalo de los documentos confidenciales amenaza con complicar la segunda mitad del mandato de Biden, del que se espera que esta primavera confirme si se presenta a la reelecci¨®n el a?o pr¨®ximo. El presidente dem¨®crata debe ahora cohabitar con la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, que ha anunciado su intenci¨®n de abrir un abanico de investigaciones sobre su gesti¨®n y su Gobierno.
El partido en la oposici¨®n se ha mostrado muy cr¨ªtico en torno al caso, en particular con respecto al tiempo transcurrido (m¨¢s de dos meses) desde el hallazgo de los primeros documentos hasta que la Casa Blanca lo dio a conocer p¨²blicamente. Los abogados encontraron los papeles confidenciales en la oficina de Biden apenas seis d¨ªas antes de que se celebraran las elecciones de medio mandato, el 8 de noviembre, y el anuncio del suceso hubiera podido influir en los resultados. Los dem¨®cratas obtuvieron mejores resultados de lo esperado en esos comicios: ampliaron su control sobre el Senado y solo perdieron la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes por un pu?ado de votos.
Tanto Biden como sus abogados han restado importancia al caso, al indicar que se trata de un n¨²mero reducido de documentos que se traspapelaron de modo involuntario y que el presidente colabora en todo momento con la investigaci¨®n del Departamento de Justicia. Pero el constante goteo de informaci¨®n, sumado a las cr¨ªticas republicanas, priva al pol¨ªtico dem¨®crata de una de las principales armas con las que contaba de cara a un nuevo enfrentamiento electoral con su rival republicano de 2020, el expresidente Donald Trump.
Trump acumul¨® miles de documentos clasificados en Mar-a-Lago, su residencia privada en Florida. El FBI solo pudo recuperarlos mediante un registro por orden judicial, tras meses de requerimientos a los que el expresidente no respondi¨®. El magnate inmobiliario, que ya ha anunciado su candidatura a las presidenciales de 2024, encara una investigaci¨®n por obstrucci¨®n de la justicia en relaci¨®n con este caso. Pero aunque la investigaci¨®n sobre el exjefe de Estado parece a priori de mucho mayor alcance ¨Dtanto por el volumen de documentos implicados como por la falta de colaboraci¨®n de Trump con los investigadores¨D, el Partido Republicano ya ha alegado que su representante ha recibido un trato discriminatorio con respecto al de Biden.
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