El globo esp¨ªa anticipa tiempos dif¨ªciles entre China y EE UU
La incursi¨®n del aparato, abatido este s¨¢bado por el Pent¨¢gono, ha demostrado la fragilidad de las relaciones con China y ha enardecido a los republicanos m¨¢s radicales frente al Gobierno dem¨®crata
El globo chino sospechoso de espionaje ya no existe. Fue abatido este s¨¢bado por el Pent¨¢gono cuando comenz¨® a sobrevolar las aguas del Atl¨¢ntico en las cercan¨ªas del Estado de Carolina del Sur. Las autoridades de aviaci¨®n civil hab¨ªan suspendido el tr¨¢fico a¨¦reo en tres aeropuertos de la zona para ¡°ayudar al Departamento de Defensa en una iniciativa de seguridad nacional¡±. Pero la ¡°inaceptable¡± incursi¨®n de cinco d¨ªas del globo por el espacio a¨¦reo estadounidense deja un c¨²mulo de consecuencias. Ha precipitado la cancelaci¨®n de la muy esperada visita del secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, a Pek¨ªn. Ha vuelto a poner en evidencia la fragilidad de las complicadas y tensas relaciones entre las dos grandes potencias. Y ha introducido un nuevo elemento de discordia en la muy polarizada pol¨ªtica interna de EE UU.
El globo supuestamente esp¨ªa sobrevol¨® este s¨¢bado Carolina del Norte, en la costa este del pa¨ªs, tras haber seguido una ruta desde Montana, en el noroeste. Los servicios metereol¨®gicos confiaban en que el aparato llegase al Atl¨¢ntico y saliese del espacio a¨¦reo de Estados Unidos durante el fin de semana.
¡°Vamos a ocuparnos de ¨¦l¡±, hab¨ªa prometido este s¨¢bado el presidente de EE UU, Joe Biden, contestando con esta ¨²nica frase a una pregunta de los periodistas que le acompa?an en una visita, programada a ¨²ltima hora, a la ciudad de Syracuse, en el Estado de Nueva York. No ofreci¨® m¨¢s detalles, pero los preparativos para el derribo ya estaban en marcha.
La Autoridad Federal de Aviaci¨®n, encargada del control del espacio a¨¦reo civil, emiti¨® este s¨¢bado un aviso de cierre de los aeropuertos de Charleston International, Myrtle Beach International y Wilmington International, en los Estados de Carolina del Sur y del Norte. El comunicado ya apuntaba a la intenci¨®n del Departamento de Defensa de derribar el globo cuando el artefacto sobrevolase las aguas del Atl¨¢ntico y se redujese el riesgo para la poblaci¨®n en superficie, lo que ocurri¨® poco despu¨¦s, sobre las 14.30 en la costa Este (las 20.30 en horario peninsular espa?ol).
China sostiene que el globo era un mero aparato de investigaci¨®n meteorol¨®gica y cient¨ªfica. Estados Unidos insiste con rotundidad en que su funci¨®n era el espionaje. Ya ha habido otros casos en el pasado que nunca se hicieron p¨²blicos. Adem¨¢s, transportaba equipo de vigilancia, y era ¡°maniobrable¡±, alega el Pent¨¢gono. Los expertos apuntan que, pese a que no estaba dotado de tecnolog¨ªa puntera, s¨ª pod¨ªa examinar m¨¢s de cerca y durante m¨¢s tiempo los detalles sobre el terreno de lugares sensibles. Pero su valor como se?al pol¨ªtica es a¨²n ¡°mayor que cualquier ventaja de inteligencia¡± que pueda aportar, seg¨²n valora Clayton Allen, del grupo de an¨¢lisis de riesgo Eurasia Group, en una nota. Allen cree que la intenci¨®n de enviar el globo no era tanto la de espiar, sino la de mandar a Washington una se?al de fuerza.
El da?o ya est¨¢ hecho. La visita de Blinken a Pek¨ªn deb¨ªa haber servido para apuntalar lo que parec¨ªa un incipiente acercamiento entre las dos potencias tras la reuni¨®n de noviembre de sus respectivos l¨ªderes, Biden y Xi Jinping, en Bali (Indonesia). El Gobierno estadounidense pretende fijar una base m¨ªnima de consenso en la relaci¨®n geopol¨ªtica m¨¢s importante del mundo. Desea buscar mecanismos para impedir que la rivalidad econ¨®mica, tecnol¨®gica y diplom¨¢tica derive en algo m¨¢s peligroso, y acordar la colaboraci¨®n en ¨¢reas donde los dos pa¨ªses la necesitan, como el cambio clim¨¢tico o la salud p¨²blica global.
David Shullman, director de The Global China Hub, un ¨¢rea del think tank Consejo Atl¨¢ntico y antiguo analista de inteligencia para Asia Oriental, indica por email que esa base de acuerdo reforzar¨ªa ¡°los canales de comunicaci¨®n reabiertos desde hace poco contra los vientos de tormenta que ya son evidentes para este a?o en torno a la competici¨®n tecnol¨®gica, la pol¨ªtica econ¨®mica y Taiw¨¢n¡±.
Los dos Gobiernos han tratado de quitar hierro a la cancelaci¨®n del viaje. Pek¨ªn recuerda que la visita no se hab¨ªa llegado a anunciar de manera oficial. Y el Departamento de Estado insiste en que Blinken se desplazar¨¢ en cuanto surja una nueva oportunidad.
Panorama poco favorable
Pero el panorama de los pr¨®ximos meses no se presenta favorable. En unas semanas, Pek¨ªn pasar¨¢ a centrar toda su atenci¨®n en su sesi¨®n legislativa anual, la reuni¨®n de la Asamblea Nacional Popular, que en marzo completar¨¢ el proceso de renovaci¨®n del mandato de Xi Jinping al frente del pa¨ªs para un m¨ªnimo de cinco a?os m¨¢s. Y Estados Unidos entrar¨¢ en plena campa?a electoral: se espera que Biden anuncie esta primavera su candidatura a la reelecci¨®n en las presidenciales de 2024.
La Administraci¨®n Biden planea tambi¨¦n prohibir el suministro de cualquier tipo de tecnolog¨ªa estadounidense al gigante chino Huawei, al que ya ha impuesto toda una gama de sanciones. Este paso supondr¨ªa una fuerte escalada en la rivalidad tecnol¨®gica entre las dos potencias. Washington ya ha sumado en los ¨²ltimos d¨ªas a Pa¨ªses Bajos y a Jap¨®n ¡ªdos pa¨ªses clave¡ª a sus medidas para prohibir la venta a China de la maquinaria necesaria para la fabricaci¨®n de semiconductores.
Para complicar a¨²n m¨¢s las cosas, en los pasillos del Congreso en Washington se da por hecho que el nuevo presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quiere cumplir esta primavera su promesa de campa?a: viajar a Taiw¨¢n con una gran comitiva, que deje peque?a la visita de su predecesora, la dem¨®crata Nancy Pelosi, en agosto pasado.
Aquella gira motiv¨® la furia de Pek¨ªn, que respondi¨® con unas maniobras militares sin precedentes con fuego real en aguas cercanas a la isla autogobernada, cercana ideol¨®gicamente a Washington y que China considera parte inalienable de su territorio. El Gobierno de Xi ya ha lanzado esta semana una fuerte advertencia contra la posible visita de McCarthy.
En relaci¨®n con Taiw¨¢n, solo parece que los nubarrones en el horizonte vayan a ir en aumento. Tambi¨¦n esta semana se filtraba a la prensa el memor¨¢ndum de un alto mando militar estadounidense, el general Michael Minihan, en el que opinaba que China podr¨ªa invadir la isla en los pr¨®ximos dos a?os. Adem¨¢s, Pek¨ªn ha montado en c¨®lera por la llamada telef¨®nica del nuevo jefe de Estado checo, Petr Pavel, a la presidenta taiwanesa, Tsai Ing Wen, la primera de un presidente de un pa¨ªs de la Uni¨®n Europea a la l¨ªder de la isla.
Donald Trump: ¡°Ab¨¢tanlo¡±
La pol¨¦mica en torno al globo tambi¨¦n se ha extendido a la pol¨ªtica interna estadounidense. De inmediato, despu¨¦s de que el jueves se conociera la incursi¨®n del globo, algunas voces republicanas exig¨ªan el derribo del artefacto y calificaban de blanda la respuesta del Gobierno dem¨®crata. Pese a que el Pent¨¢gono lo hab¨ªa descartado mientras sobrevolase suelo estadounidense, ante el riesgo que los fragmentos representar¨ªan para la poblaci¨®n en tierra, personalidades como el expresidente Donald Trump clamaban en las redes sociales: ¡°Ab¨¢tanlo¡±.
McCarthy ha reclamado y obtenido una reuni¨®n del Grupo de los Ocho ¡ªel Gobierno y los l¨ªderes de ambos partidos en las dos C¨¢maras del Congreso responsables de los asuntos de inteligencia¡ª para abordar la crisis del globo.
Allen, analista del Eurasia Group, considera que tras la nueva mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, ¡°la postura de dureza del Congreso hacia China podr¨ªa limitar la capacidad de Biden para priorizar una relaci¨®n estable con Pek¨ªn a medida que el a?o avance¡±. Dada la cercan¨ªa de las elecciones de 2024 en un pa¨ªs donde mostrarse intransigente contra Pek¨ªn garantiza votos, tampoco parece probable que las cosas fueran a cambiar el a?o pr¨®ximo.
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