El Reino Unido y la UE aceleran un acuerdo para el encaje de Irlanda del Norte en la era post-Brexit
El primer ministro, Rishi Sunak, visita por sorpresa Belfast, en busca del imprescindible respaldo de los unionistas norirlandeses a la soluci¨®n al cap¨ªtulo m¨¢s conflictivo del divorcio entre Londres y Bruselas
A?os de negociaciones y amargas disputas en torno al Brexit ¡ªentre Londres y Bruselas, entre conservadores moderados y euroesc¨¦pticos, entre los propios brit¨¢nicos¡ª recomiendan altas dosis de escepticismo ante cualquier anuncio de avance. Esta vez, sin embargo, parece que es cierto. La decisi¨®n del primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, de recomponer las maltrechas relaciones con la UE ha hecho que vuelque sus esfuerzos en buscar una soluci¨®n definitiva al asunto m¨¢s conflictivo de los ¨²ltimos dos a?os: el protocolo sobre Irlanda del Norte. Durante 72 horas que pueden resultar cruciales, el Gobierno brit¨¢nico se ha embarcado en una estrategia triple (en Belfast, Bruselas y Londres) para comprobar si esta apuesta, que puede acabar reforzando o dinamitando el mandato del primer ministro, llega a buen puerto.
El propio Sunak lleg¨® por sorpresa el jueves por la noche a Belfast, y este viernes por la ma?ana se ha reunido con todos los partidos norirlandeses para explicarles los t¨¦rminos del acuerdo a punto de concluirse con la UE. La cortes¨ªa y el protocolo obligaban a esa ronda, pero el objetivo era muy concreto: convencer a la direcci¨®n del Partido Democr¨¢tico Unionista (DUP, en sus siglas en ingl¨¦s) para que levante su bloqueo, acepte el pacto con Bruselas y permita que las instituciones auton¨®micas de Irlanda del Norte vuelvan a ponerse en marcha.
¡°Todav¨ªa no hemos visto el texto final del acuerdo, y deben continuar las discusiones entre el Gobierno del Reino Unido y la Uni¨®n Europea, pero creo que podemos afirmar de modo seguro que ha habido progresos en determinadas ¨¢reas, aunque haya otras sobre las que se requiera un esfuerzo extra¡±, ha asegurado el l¨ªder del DUP, Jeffrey Donaldson, a las puertas del Hotel y Spa Culloden, el lujoso edificio desde el que se contempla todo Belfast, que Sunak y su ministro para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, han escogido para reunirse con las formaciones republicanas y unionistas.
El l¨ªder unionista, al frente de un partido convencido de que Londres asest¨® una pu?alada en la espalda a los brit¨¢nicos m¨¢s leales al otro lado del mar de Irlanda con el protocolo firmado por Boris Johnson para sacar adelante su Brexit, ha combinado ese mensaje de cierto optimismo con una seria advertencia: ¡°La decisi¨®n que acaben tomando el primer ministro y la Comisi¨®n Europea traer¨¢ una mayor divisi¨®n a Irlanda del Norte, o, por el contrario, despejar¨¢ el camino para la curaci¨®n de las heridas y la restauraci¨®n de las instituciones pol¨ªticas [norirlandesas]¡±, dec¨ªa Donaldson.
La par¨¢lisis de las instituciones auton¨®micas
El Protocolo de Irlanda del Norte fue el texto anexo al Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la UE, con la misma vigencia de tratado internacional, y que result¨® clave para desencallar unas negociaciones extremadamente complicadas. Como la Rep¨²blica de Irlanda es miembro de la UE, se convert¨ªa despu¨¦s del Brexit en la frontera real entre las instituciones comunitarias y el territorio brit¨¢nico, del que Irlanda del Norte forma parte. La soluci¨®n para proteger el mercado interior ¨Dy evitar una frontera dura en medio de la isla¨D, acordada y firmada por el Gobierno de Boris Johnson, consisti¨® en mantener dentro de ese espacio comunitario a Irlanda del Norte.
Lo que parec¨ªa la soluci¨®n perfecta se convirti¨®, por falta de voluntad y de eficacia de Downing Street, en un doble problema econ¨®mico y pol¨ªtico. Econ¨®mico, porque las trabas burocr¨¢ticas, aduaneras y fitosanitarias impuestas a las empresas que exportaban sus productos desde Gran Breta?a a Irlanda del Norte ¡ªel Reino Unido lo componen oficialmente Gran Breta?a (Inglaterra, Escocia y Gales) e Irlanda del Norte¡ª provocaron escasez y carest¨ªa de suministro. Fue la llamada ¡°guerra de las salchichas¡±, en referencia a un producto tan propio de la dieta brit¨¢nica. Y pol¨ªtico, porque la comunidad unionista se sinti¨® traicionada desde un principio por el acuerdo, que interpretaban como una nueva deslealtad de Londres que los dejaba a¨²n m¨¢s solos.
Resucit¨® la violencia callejera en los barrios protestantes de Belfast y Londonderry, y los partidos unionistas, especialmente el DUP (Partido Democr¨¢tico Unionista) se empe?aron en boicotear las instituciones comunes de gobierno que el Acuerdo de Paz de Viernes Santo de 1998 hab¨ªa impuesto a cat¨®licos y protestantes. Desde el pasado mayo, cuando los republicanos del Sinn F¨¦in obtuvieron una victoria hist¨®rica en las elecciones auton¨®micas norirlandesas, tanto el Parlamento como el Gobierno siguen sin constituirse.
Negociaciones en la ¡®era Sunak¡¯
Sunak lleg¨® a Downing Street con el prop¨®sito de enderezar la econom¨ªa del Reino Unido, afectada por la crisis de Ucrania, una inflaci¨®n galopante, las consecuencias negativas del Brexit y el aldabonazo a la credibilidad internacional del pa¨ªs que supuso la rebaja de impuestos fallida de su predecesora, Liz Truss. Tambi¨¦n fue obra de Truss, jaleada por el entonces primer ministro, Boris Johnson, la tramitaci¨®n en el Parlamento de una nueva ley que pretend¨ªa anular unilateralmente gran parte de lo dispuesto en el Protocolo de Irlanda del Norte. La irritaci¨®n de Bruselas, que respondi¨® con sus propias medidas legales, apuntaba a un periodo de congelaci¨®n en las negociaciones, cuando no a una posible guerra comercial.
Sunak ha optado por una v¨ªa pragm¨¢tica, a pesar de ser un defensor del Brexit de primera hora. El anuncio realizado el pasado enero de que Londres y Bruselas hab¨ªan alcanzado ya un acuerdo que permit¨ªa el acceso de la UE a los sistemas digitales brit¨¢nicos de informaci¨®n aduanera [sobre el flujo de mercanc¨ªas entre Gran Breta?a e Irlanda del Norte] anticip¨® que el camino se iba despejando y era posible alcanzar una soluci¨®n sobre el protocolo.
El ministro brit¨¢nico de Exteriores, James Cleverly, se ha reunido este viernes con el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea ¡ªy responsable de la negociaci¨®n con Londres¡ª, Maros Sefcovic. ¡°He mantenido un encuentro constructivo con Maros Sefcovic en Bruselas. Hemos discutido las negociaciones en marcha entre el Reino Unido y la UE para encontrar una soluci¨®n sobre el Protocolo de Irlanda del Norte. Contin¨²an con intensidad los trabajos¡±, ha afirmado Cleverly en su cuenta de Twitter. Su contraparte hablaba tambi¨¦n, en la misma red social, de ¡°cita constructiva¡± y de ¡°buenos progresos¡±.
Sunak tiene previsto utilizar su presencia en M¨²nich, a lo largo del fin de semana, durante la Conferencia de Seguridad Internacional, para recabar el apoyo a su apuesta de dirigentes como la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, o el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, con quienes pretende mantener reuniones bilaterales.
El desaf¨ªo de los euroesc¨¦pticos
Todav¨ªa se desconocen los detalles t¨¦cnicos del acuerdo, que pasar¨ªan, seg¨²n se ha ido filtrando en diversos medios brit¨¢nicos a lo largo de la semana, por establecer ¡°l¨ªneas verdes¡± y ¡°l¨ªneas rojas¡± para las mercanc¨ªas que atraviesan el mar de Irlanda, de modo que los productos procedentes de Gran Breta?a cuyo destino ¨²ltimo fuera Irlanda del Norte evitaran los controles aduaneros. Y que reducir¨ªan el papel del Tribunal Europeo de Justicia, garante del cumplimiento de las reglas del Mercado Interior, en favor de tribunales locales, aunque la instituci¨®n preservara la ¨²ltima palabra.
El gran obst¨¢culo de Sunak, junto a los unionistas norirlandeses, ser¨¢n los euroesc¨¦pticos del Partido Conservador. El llamado Grupo de Investigaciones Europeas, la corriente parlamentaria que ha impulsado todas las rebeliones internas en defensa del Brexit, ha visto mermada en los ¨²ltimos a?os su fuerza, pero podr¨ªa suponer un serio quebradero de cabeza, e incluso una amenaza, para el primer ministro, si vuelve a ser jaleado por personajes como Boris Johnson.
La semana que viene, despu¨¦s de haber comprobado la temperatura del agua, el primer ministro brit¨¢nico decidir¨¢ si plantea un acuerdo final ante la reuni¨®n de los miembros de su Gobierno, el martes, y la impulsa a continuaci¨®n en el Parlamento. Y si dispone de la suficiente fortaleza y respaldos como para apagar el incendio que hered¨® de Johnson y de Truss.
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