El ¡®caso Stormy Daniels¡¯, el cabo suelto de la trama rusa que ha puesto a Trump contra las cuerdas
El pago de dinero a la actriz de cine porno para comprar su silencio viol¨® las normas de financiaci¨®n de la campa?a de 2016
La imputaci¨®n de Donald Trump tiene algo de justicia po¨¦tica para Stormy Daniels, cuando menos la reparaci¨®n de una reputaci¨®n arrastrada por los suelos y la satisfacci¨®n ¨ªntima de haberse atrevido a plantar cara al todopoderoso Donald Trump, que quiso comprar su silencio por 130.000 d¨®lares (unos 120.000 euros) sobre la relaci¨®n que presuntamente mantuvieron. Casi siete a?os despu¨¦s de que el dinero cambiara de manos, Stormy Daniels, nombre art¨ªstico de Stephanie Clifford, se apunta ahora si no una victoria, s¨ª al menos cierta recompensa, la del beneficio de la duda. El caso al que dio nombre es ya el proceso m¨¢s grave contra un mandatario en la historia de EE UU.
Desde que se conoci¨® el affaire, han sido siete a?os de altibajos y de un escrutinio p¨²blico continuo, y en condiciones desiguales: la poderosa maquinaria del magnate, contra la palabra de la actriz de cine para adultos, tildada de oportunista por denunciar una relaci¨®n que habr¨ªa tenido lugar una d¨¦cada antes. Daniels fue tambi¨¦n v¨ªctima de su abogado, el medi¨¢tico Michael Avenatti, a quien un tribunal de Manhattan conden¨® el a?o pasado por robar 300.000 d¨®lares del anticipo editorial que la actriz iba a recibir por sus memorias. Avenatti hab¨ªa sido previamente condenado a dos a?os de c¨¢rcel por extorsi¨®n. En 2018 fue detenido por violencia machista.
Daniels revel¨® en 2018, cuando Trump ocupaba la Casa Blanca, que hab¨ªan tenido una aventura en 2006 en uno de los clubes de golf del magnate; un encuentro sexual en absoluto memorable, como cont¨® despu¨¦s. La actriz recurri¨® a la justicia para declarar nulo el contrato de confidencialidad en que se basaba el acuerdo, alegando que Trump nunca lleg¨® a firmarlo. Aparte de la batalla legal, Avenatti, que en apenas seis meses adquiri¨® fama internacional, se embarc¨® en una agresiva campa?a medi¨¢tica que situ¨® el litigio en el centro del debate pol¨ªtico del pa¨ªs. No faltaron quienes creyeron que aquella causa pod¨ªa llegar a hacer caer a Trump, porque fue el primer caso que le afect¨® directamente, con Daniels y Avenatti como feroz avanzadilla de lo que en su d¨ªa se llam¨® ¡°la resistencia¡± al republicano. Pero el intento de ambos de golpear judicialmente al mandatario result¨® infructuoso: la demanda por difamaci¨®n de Daniels contra el presidente, que la hab¨ªa insultado previamente, fue desestimada, y el juez la conden¨® a pagar 293.000 d¨®lares en costas judiciales.
El caso sali¨® a la luz como un cabo m¨¢s de la investigaci¨®n del fiscal especial Robert S. Mueller sobre las posibles conexiones entre el c¨ªrculo de Trump y el Kremlin para interferir en los comicios de 2016, la llamada trama rusa, con el objetivo de supuestamente favorecer la victoria del republicano frente a la dem¨®crata Hillary Clinton, y que dio origen al primer impeachment al que fue sometido. El asunto de alcoba entre adultos, que entonces se convirti¨® en una amenaza para su presidencia, hoy es una v¨ªa de agua en su candidatura a la reelecci¨®n.
Clifford recibi¨® el dinero para silenciar el asunto a trav¨¦s de una entidad creada por Michael Cohen, exabogado personal de Trump, hombre para todo del magnate durante una d¨¦cada y, en la pr¨¢ctica, encargado del trabajo sucio, incluido el de amedrentar a periodistas demasiado cr¨ªticos. Fue condenado en 2018 a tres a?os de c¨¢rcel tras declararse culpable de cargos que inclu¨ªan violaciones de las normas de financiaci¨®n de la campa?a a consecuencia del pago a Daniels. Cohen, a quien Trump ha calificado de sopl¨®n y otros ep¨ªtetos peores, acudi¨® este mes dos veces a la Fiscal¨ªa de Manhattan, donde declar¨® a puerta cerrada ante el gran jurado.
La actriz, que tambi¨¦n compareci¨® este mes, justific¨® en su d¨ªa que firm¨® la declaraci¨®n de confidencialidad tras haber sido amenazada para que guardara silencio sobre la aventura con Trump. Cohen fue el encargado de divulgarla a los medios de comunicaci¨®n. Los representantes de Trump, y el propio magnate, han negado en todo momento que hubiera habido relaci¨®n.
La empresa de Trump desvi¨® el reembolso a Cohen del dinero que este pag¨® a Daniels para sufragar el pago de impuestos, seg¨²n los fiscales federales que presentaron cargos penales contra el abogado. En total, Cohen recibi¨® 360.000 d¨®lares, m¨¢s una bonificaci¨®n de 60.000 d¨®lares por sus servicios. El pago a Daniels fue registrado fraudulentamente por la Organizaci¨®n Trump como ¡°servicios legales¡±. Pero la confesi¨®n de Cohen reforz¨® la denuncia de Daniels, y ahora un gran jurado de Nueva York, compuesto por 23 personas con un qu¨®rum de 16 y una unanimidad necesaria de al menos 12, ha hallado indicios de que los dos dec¨ªan la verdad, y que alguien ment¨ªa.
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