Donald Trump, imputado por el presunto pago de dinero negro a la actriz porno Stormy Daniels
El republicano, candidato a la Casa Blanca en 2024, ser¨¢ el primer exmandatario estadounidense que se enfrente a cargos penales, a¨²n por determinar, relacionados con el pago secreto a una actriz porno para comprar su silencio

Al final no ha sido ninguna de las grandes cuentas pendientes con la justicia la que ha acabado tumbando a Donald Trump, ni su papel en el asalto al Capitolio, ni el probado fraude fiscal de su emporio, condenado en diciembre en Nueva York; ni siquiera haberse quedado con documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca. El pago de dinero negro para tapar una aventura extramatrimonial en 2006, cuando su esposa Melania se recuperaba del nacimiento del hijo de ambos, ser¨¢ el motivo que lleve a Trump ante la justicia. Una causa menor en comparaci¨®n con el resto, un simple asunto de alcoba, pero suficiente para hacer del republicano el primer mandatario de EE UU, activo o retirado, que se siente ante un tribunal. Tambi¨¦n el primer candidato presidencial, en su caso a la reelecci¨®n en 2024, que arrastre cargos penales durante una campa?a sobre la que se proyecta la sombra de la justicia.
Un gran jurado de Nueva York ha votado este jueves imputar al expresidente republicano en la causa por el pago secreto de 130.000 d¨®lares a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio sobre una supuesta aventura que, de conocerse, habr¨ªa dinamitado sus aspiraciones presidenciales, dado que el presunto soborno abort¨® el esc¨¢ndalo en el tramo final de la campa?a. El republicano, que ha negado repetidamente la relaci¨®n, ha reaccionado de inmediato al anuncio con su consabida verdad alternativa, la de que es objeto de una ¡°caza de brujas¡± por parte de sus rivales dem¨®cratas, ¡±estos matones de la izquierda radical¡±, como los ha definido este jueves en un mensaje publicado en su red social. ¡°Esto es un ataque a nuestro pa¨ªs que carece de precedentes¡±, ha escrito, en virulentas may¨²sculas, en Truth Social. ¡°Estados Unidos es ahora una naci¨®n del tercer mundo en serio declive. ?Qu¨¦ triste!¡±.
La acusaci¨®n concreta, con el sello de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, probablemente se anunciar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. La causa se ha centrado en investigar la supuesta falsificaci¨®n de los asientos contables de la empresa de Trump para hacer pasar el pago a la actriz porno por otra cosa. El entonces abogado del magnate Michael Cohen pag¨® a Daniels de su dinero, luego reembolsado por Trump y cuya empresa, la Organizaci¨®n Trump, registr¨® como gastos legales. Eso es una falta castigada con una pena de hasta un a?o de c¨¢rcel, que pasa a ser un delito grave si queda probado que la operaci¨®n fue instrumental en la comisi¨®n de otro crimen: por ejemplo, el de financiaci¨®n irregular de una campa?a electoral o el de conspiraci¨®n para influir o impedir una votaci¨®n.
Un escenario desconocido
La oficina del fiscal Bragg invit¨® a principios de este mes a Trump a testificar ante el gran jurado que ha investigado el supuesto pago, una se?al de que la acusaci¨®n era inminente. El republicano declin¨® la oferta, seg¨²n fuentes de la Fiscal¨ªa. La imputaci¨®n abre un escenario desconocido jur¨ªdicamente hablando, dado que ning¨²n mandatario de EE UU, en activo o retirado, se ha visto en esta tesitura. Tambi¨¦n plantea un dilema existencial a su partido, ya dividido, a la hora de apoyar o rechazar a un candidato a la Casa Blanca en 2024 se?alado por la justicia, aunque hasta ahora ha cerrado filas casi un¨¢nimemente en torno al magnate.
La polic¨ªa ha dispuesto planes de contingencia en Washington y en Nueva York, sede del emporio de Trump, en previsi¨®n de protestas por parte de los seguidores del expresidente, tras el llamamiento realizado por este en su red social el pasado d¨ªa 18. Ante la Fiscal¨ªa de Manhattan se han manifestado decenas de trumpistas, pero, a medida que se dilataba el supuesto anuncio de la imputaci¨®n ¡ªte¨®ricamente, seg¨²n el anuncio del propio Trump, iba a ser el pasado martes 21¡ª, resultaba dif¨ªcil encontrar alg¨²n partidario entre el tropel de periodistas congregados.

Tras rechazar Trump la invitaci¨®n de la Fiscal¨ªa, la presencia de su exabogado Cohen, que ha declarado repetidas veces este mes a puerta cerrada, y la de la propia Daniels hizo evidente la inminencia del procesamiento, que, sin embargo, volvi¨® a dilatarse la semana pasada. Cohen, otrora hombre de confianza del magnate, fue condenado a prisi¨®n en 2018 tras declararse culpable en un tribunal federal de violar las leyes de financiaci¨®n de la campa?a por comprar el silencio de Daniels y de otra mujer durante su tramo final en 2016, entre otros delitos.
A principios de 2016, Cohen arbitr¨® un pago a la exmodelo de Playboy Karen McDougal de 150.000 d¨®lares por parte del editor del tabloide The National Enquirer, ¨ªntimo amigo de Trump y que se comprometi¨® a no publicar la exclusiva. El republicano, que en esa ¨¦poca estaba casado con su actual esposa, Melania Trump, niega haber mantenido relaciones sexuales con ninguna de las dos mujeres. El antiguo editor del Enquirer fue hace unos d¨ªas el ¨²ltimo testigo del gran jurado.
Un a?o hasta el juicio
La agenda que se abre ahora ante el republicano desemboca en una fecha crucial, las elecciones presidenciales de 2024. Cualquier juicio se demorar¨ªa m¨¢s de un a?o, seg¨²n expertos legales, por lo que podr¨ªa coincidir con el ¨²ltimo tramo de la campa?a. En caso de ser acusado formalmente, como parece, ser¨¢ el primer presidente de EE UU, activo o retirado, que se enfrenta a un proceso penal. Pero los casos penales en Nueva York tardan por t¨¦rmino medio m¨¢s de un a?o en avanzar desde la acusaci¨®n al juicio, seg¨²n fuentes de la Fiscal¨ªa del distrito de Manhattan. Eso plantea la posibilidad de un juicio en medio de la campa?a, o incluso despu¨¦s de haberse celebrado las elecciones, aunque llevar a un presidente electo o en ejercicio a juicio por cargos estatales entra de lleno en un territorio jur¨ªdico inexplorado. Si fuera reelegido, no podr¨ªa indultarse a s¨ª mismo de cargos como los presentados por Bragg.
A corto plazo, la acusaci¨®n implicar¨ªa que Trump viajara a la oficina del fiscal del distrito en el centro de Nueva York para entregarse. En los casos de alto nivel como este, los abogados del acusado y los fiscales suelen acordar una fecha y hora para evitar el sonrojo de una detenci¨®n a domicilio; tambi¨¦n se evita esposar al imputado con las manos a la espalda, optando por esposarle de frente. En un ir¨®nico giro de guion, y si Trump no accediera a entregarse, Ron DeSantis, gobernador de Florida y principal rival republicano de Trump, deber¨ªa aprobar la demanda de extradici¨®n del imputado, que reside habitualmente en ese Estado, aunque expertos legales sostienen que su papel ser¨ªa estrictamente administrativo.
Resulta parad¨®jico que este caso sea el que m¨¢s ha empujado al republicano a un tribunal, si se tiene en cuenta el resto de procesos en su contra: dos federales, por quedarse con documentos confidenciales y por su papel a la hora de instigar el asalto al Capitolio en 2021; otro por intentar subvertir los resultados de las elecciones de 2020 en el Estado de Georgia, y las causas paralelas por fraude fiscal en las fiscal¨ªas de Manhattan y Nueva York. El caso Stormy Daniels se deriva de la primera, pues se basa en un registro contable supuestamente fraudulento.

De hecho, en diciembre, la Organizaci¨®n Trump, nombre del emporio familiar, fue declarada culpable de fraude fiscal en un caso penal instruido tambi¨¦n por la Fiscal¨ªa de Manhattan. En septiembre, la fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, demand¨® a Trump y a tres de sus hijos adultos por lo civil por lo que describi¨® como un fraude ¡°excepcional¡±, un caso que podr¨ªa generar sanciones de al menos 250 millones de d¨®lares.
Tambi¨¦n llama especialmente la atenci¨®n la dimensi¨®n explosiva que ha cobrado este caso, si se tiene en cuenta que estuvo a punto de entrar en v¨ªa muerta en febrero del a?o pasado tras la renuncia de dos de los principales abogados de la oficina de Bragg, reci¨¦n llegado al puesto. La dimisi¨®n de quienes hasta entonces dirig¨ªan la investigaci¨®n fue interpretada como un repliegue de la Fiscal¨ªa y tal vez un eventual archivo de la causa, pero nada m¨¢s lejos de la realidad, como demuestra la imputaci¨®n en un caso que se ha acelerado desde enero con la presentaci¨®n de pruebas ante el gran jurado. Desde mediados de ese mes, el gran jurado ha venido reuni¨¦ndose cada lunes, mi¨¦rcoles y jueves a las dos de la tarde, hora local.
Es tan amplio el frente judicial que afronta Trump que el presidente Joe Biden nombr¨® en noviembre a un fiscal especial, Jack Smith, para supervisar todas las investigaciones que le implican. En todos los casos, empezando por el de Daniels, el candidato republicano a la Casa Blanca en 2024 ha negado la mayor. Sobre el fiscal Bragg, dem¨®crata, Trump escribi¨® el pasado d¨ªa 18 en su red social, Truth Social, que la oficina que dirige es ¡°corrupta y altamente politizada¡±. Como tinta de calamar, ha arremetido tambi¨¦n contra la fiscal del Estado de Nueva York, la tambi¨¦n dem¨®crata Letitia James, asegurando que es objeto de una ¡°caza de brujas¡±, es decir, de una persecuci¨®n pol¨ªtica motivada por los intereses de la que fuera en su d¨ªa candidata a gobernar Nueva York. A sus acusaciones habituales ha a?adido este jueves la de ¡°interferencia electoral¡± en una caza de brujas que, asegura el magnate, ¡°acabar¨¢ volvi¨¦ndose en contra de Joe Biden¡±. El actual presidente no ha hecho p¨²blica a¨²n su intenci¨®n de presentarse a la reelecci¨®n en 2024.
La supuesta motivaci¨®n pol¨ªtica que Trump y sus abogados echan en cara a Bragg y a James es el principal argumento en manos de los republicanos. Una munici¨®n que usan para exonerar de toda culpa a su jefe de filas y que puede ahondar en la polarizaci¨®n social y pol¨ªtica del pa¨ªs que dej¨® como principal legado el exmandatario.

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