Marine Le Pen: ¡°Si Rusia gana la guerra, es catastr¨®fico; si gana Ucrania, se habr¨¢ desatado la III Guerra Mundial¡±
La l¨ªder del Reagrupamiento Nacional, reforzada por la crisis de la reforma de las pensiones, se reafirma en los principios de siempre de su movimiento: nacionalismo y rechazo de la inmigraci¨®n
¡°Si fuese presidenta...¡±, arranca Marine Le Pen, y al instante se corrige: ¡°Cuando sea presidenta.¡±
El descontento en Francia por la reforma de las pensiones ha reforzado las opciones electorales de la l¨ªder del Reagrupamiento Nacional (RN), heredero del partido de extrema derecha que hace medio siglo fund¨® su padre, Jean-Marie Le Pen. Si hoy Marine Le Pen se enfrentase a Emmanuel Macron en la segunda vuelta de las presidenciales, ganar¨ªa con un 55% de los votos frente al 45% del actual mandatario, seg¨²n un sondeo del instituto Elabe. En las ¨²ltimas presidenciales, en 2022, Macron se impuso con un 58% de apoyos frente al 42% de Le Pen. Desde el pasado junio, el RN es el primer grupo de oposici¨®n en la Asamblea Nacional, con 89 diputados que van siempre encorbatados ¨Dlos hombres¨D e intentan evitar, no siempre con ¨¦xito, las estridencias.
¡°Estamos cosechando lo que sembramos¡±, dice Le Pen (Neuilly-sur-Seine, 54 a?os) en una entrevista concedida este martes a varios corresponsales europeos de la alianza de medios LENA, entre ellos EL PA?S, en un caf¨¦ junto a la Asamblea Nacional. ¡°Sembramos durante la campa?a de las presidenciales con un proyecto extremadamente serio, detallado, en el que anticip¨¢bamos problem¨¢ticas que un a?o despu¨¦s resultaron ciertas. A partir de este cr¨¦dito, y al mismo tiempo gracias a nuestro respeto por el funcionamiento de las instituciones, hemos logrado cada vez m¨¢s obtener la confianza de los franceses¡±.
Aunque quedan cuatro a?os para las elecciones, Le Pen se siente m¨¢s cerca que nunca del poder. Cree que finalmente ha logrado, desde que en 2011 tom¨® el relevo de su padre, desdemonizar a su partido. Es decir, sacarlo del rinc¨®n de los apestados ideol¨®gicos y convertirlo en aceptable para una buena parte de los franceses.
¡°En unos a?os, hemos pasado de ser el partido m¨¢s odiado de Francia al m¨¢s amado de Francia¡±, se enorgullece la l¨ªder del mayor partido europeo de extrema derecha, etiqueta que ella rechaza. ¡°Nunca hemos sido de extrema derecha¡±, dice, pues se opone radicalmente a algunos principios que considera caracter¨ªsticos de esta corriente, como el antiparlamentarismo, el rechazo al pluralismo y el uso de la violencia. Le Pen va m¨¢s all¨¢: ¡°No somos de derechas¡±. ?Qu¨¦ son, entonces? ¡°Dir¨ªa que somos nacionales¡±, responde. ¡°Consideramos que la naci¨®n es el coraz¨®n pol¨ªtico de nuestro proyecto¡±.
Y, sin embargo, los fundamentos de Le Pen y el RN no han cambiado. Uno es el nacionalismo, y por eso, aunque aplaude a Macron por distanciarse de Estados Unidos respecto a China, le critica por hacerlo en nombre de la soberan¨ªa europea: ¡°Para que haya soberan¨ªa, es necesario un pueblo, y no hay un pueblo europeo¡±. Le Pen no seguir¨¢ el camino de otra l¨ªder de su esfera ideol¨®gica, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que ha conquistado el poder con un mensaje a favor de la OTAN y la UE. ¡°Yo sigo siendo euroesc¨¦ptica y cada d¨ªa que pasa lo soy m¨¢s¡±, declara. ¡°No esc¨¦ptica respecto a Europa¡±, precisa, ¡°sino a la organizaci¨®n pol¨ªtica de Europa¡±.
Cuando se le recuerda su antigua afinidad con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, lo niega mientras sonr¨ªe: ¡°Tiene usted derecho a decirlo, pero...¡±. Unos minutos despu¨¦s, cuando se le dice que ella es ¡°m¨¢s bien rus¨®fila¡±, reacciona: ¡°No puedo dejar que se diga eso¡±.
Le Pen ha sido durante a?os la pol¨ªtica francesa m¨¢s cercana a la Rusia de Putin. Su partido recibi¨® en 2014 un pr¨¦stamo de nueve millones de euros de un banco ruso y ella declar¨® compartir la visi¨®n global de Putin. Tras la invasi¨®n de Ucrania en febrero de 2022, se distanci¨®, y ahora declara: ¡°Yo creo en la soberan¨ªa de las naciones: si Ucrania desea entrar en la OTAN, si es su voluntad, no veo qui¨¦n puede oponerse¡±. ¡°Cuando una naci¨®n como Rusia agrede a otra naci¨®n y atenta contra su soberan¨ªa¡±, razona, ¡°no hay equidistancia posible, hay que tomar posici¨®n¡±. Aunque se declara favorable al env¨ªo a Ucrania de armas defensivas, se opone a que estas sean ofensivas. ?Sanciones? S¨ª, pero no al sector energ¨¦tico. ?Su soluci¨®n? Negociar la paz. Ya.
¡°Si Rusia gana la guerra, es catastr¨®fico porque todos los pa¨ªses con un conflicto territorial pensar¨¢n que podr¨¢n resolverlo por las armas¡±, argumenta. ¡°Si Ucrania gana, querr¨¢ decir que la OTAN ha entrado en guerra, pues estoy convencida de que Ucrania, sin la potencia de la OTAN, no puede ganar militarmente ante Rusia. Y esto quiere decir que se habr¨¢ desatado la III Guerra Mundial¡±. Tercera opci¨®n: ¡°Si continuamos entregando armas con cuentagotas a Ucrania, como hacemos ahora, entonces afrontamos una nueva guerra de los 100 a?os, lo cual, teniendo en cuenta las p¨¦rdidas humanas, es un drama espantoso¡±. Cuando se le pide que concrete c¨®mo resolver entonces el conflicto, zanja: ¡°No voy a darle aqu¨ª, en una mesa de caf¨¦, un plan de paz¡±.
El otro fundamento invariable del lepenismo es el rechazo a la inmigraci¨®n, y aqu¨ª se felicita por haber logrado ¡°una victoria ideol¨®gica total¡± porque, en su opini¨®n, otros partidos han asumido sus ideas. ¡°Hoy¡±, dice, ¡°hasta el Partido Comunista dice que hacen falta fronteras¡±. Pero Le Pen no se limita a defender el control de las fronteras. Si llega al poder, promete organizar un refer¨¦ndum para introducir en la Constituci¨®n la llamada preferencia nacional, que dar¨ªa prioridad a los franceses ante los extranjeros en el acceso a empleos, vivienda y ayudas sociales.
¡°Para m¨ª¡±, dice la pol¨ªtica, ¡°el refer¨¦ndum debe ser una parte integrante del funcionamiento de la democracia francesa. Lo que contemplo es hacer al menos un gran refer¨¦ndum por a?o.¡±
Como otros nacionalpopulistas, Le Pen hace bandera del voto y la democracia. Critica el procedimiento legislativo que us¨® Macron para adoptar la reforma de las pensiones, sin un voto en la Asamblea Nacional, aunque despu¨¦s super¨® dos mociones de censura, una de ellas del RN.
¡°?C¨®mo quieren que la gente no considere que hay un problema democr¨¢tico?¡±, dice. ¡°Emmanuel Macron es la hormona de crecimiento de los que ya no creen en la democracia¡±.
Sobre el riesgo de una deriva autoritaria si ella llega al poder, responde: ¡°Al contrario, si salgo elegida habr¨¢ m¨¢s democracia¡±. Y cita los refer¨¦ndums, la elecci¨®n por sistema proporcional y la voluntad de dar un mayor papel al Parlamento. ¡°?C¨®mo le voy a demostrar que no ser¨¦ autoritaria? Es perverso como acusaci¨®n. Yo siempre he estado del lado de las libertades¡±.
Le Pen se considera v¨ªctima de una caricatura, pero dice que acaba benefici¨¢ndola. ¡°Se habl¨® de nuestros diputados como si fuesen unos cretinos, unos negados, unos incompetentes¡±, enumera. ¡°Era tan insultante que, cuando los franceses vieron llegar a diputados inteligentes, trabajadores, bien vestidos, se dijeron: ¡®Pero esta gente est¨¢ muy alejada del retrato que nos han pintado¡±. Sostiene la l¨ªder del RN: ¡°Cuando lleguemos al poder, la gente ver¨¢ que no solo no es el apocalipsis, sino que es una pol¨ªtica de sentido com¨²n¡±.
Del pasado no reniega, ni de la herencia de Jean-Marie Le Pen, t¨®tem de la ultraderecha m¨¢s desacomplejada, abiertamente asociada al antisemitismo y la xenofobia. ¡°Pienso que es honorable no hacer una selecci¨®n entre lo que fue menos glorioso y lo m¨¢s glorioso¡±, justifica. Con su padre, a quien expuls¨® del partido, se ha reconciliado. ¡°Tiene 95 a?os, felizmente mi relaci¨®n con ¨¦l se ha calmado¡±, dice. ¡°Ya no hablamos de pol¨ªtica, as¨ª que nos cabreamos menos¡±.
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