La moci¨®n de censura en Francia fracasa, pero deja debilitado al Gobierno y a Macron
La iniciativa se queda a solo nueve votos de ser aprobada. La tensi¨®n no cede en la calle: 287 detenidos en las protestas espont¨¢neas tras conocerse el resultado
La oposici¨®n al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, ha fracasado en su intento de anular la impopular reforma de las pensiones y derribar al Gobierno. La moci¨®n con m¨¢s posibilidades de prosperar, auspiciada por un peque?o grupo de centristas y regionalistas y apoyada por la izquierda y la extrema derecha, obtuvo 278 votos y se qued¨® a nueve de los 287 de la mayor¨ªa absoluta en la Asamblea Nacional. La otra, presentada por el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional, todav¨ªa con menos probabilidades de prosperar, fue respaldada m¨¢s tarde solo por 94 votos.
Tras conocerse el resultado, se convocaron manifestaciones no autorizadas en Par¨ªs y otras ciudades. Algunas de estas protestas, como ha sucedido en los ¨²ltimos d¨ªas, acabaron con disturbios. La polic¨ªa detuvo a 287 personas; de ellas 234 en Par¨ªs, seg¨²n fuentes policiales citadas por la agencia France Presse.
El fracaso de las mociones de censura significar¨¢ que, por ahora, la primera ministra, ?lisabeth Borne, sigue en su cargo y que la ley que aumentar¨¢ la edad de jubilaci¨®n de los 62 a los 64 a?os ha superado el ¨²ltimo obst¨¢culo parlamentario. La oposici¨®n, tras un debate el¨¦ctrico en la Asamblea Nacional, no ha sumado votos suficientes en contra de la reforma, que habr¨ªa ca¨ªdo autom¨¢ticamente en caso de vencer la moci¨®n. Pero queda muy cerca, m¨¢s de lo esperado. Le quedan otras v¨ªas para torpedear la ley: plantear recursos ante el Consejo Constitucional, lo que podr¨ªa ocurrir desde este martes. Y recoger en un plazo de nueve meses los 4,87 millones de firmas necesarias para forzar la convocatoria de un refer¨¦ndum, una opci¨®n m¨¢s compleja legal y pol¨ªticamente.
Que el resultado fuese tan ajustado es consecuencia de que 19 diputados de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha tradicional, sumasen sus votos a la izquierda, la extrema derecha y los regionalistas y centristas. LR tiene en total 61 diputados. ¡°?Dimisi¨®n! ?Dimisi¨®n!¡±, corearon, tras anunciarse el resultado, los diputados de La Francia Insumisa (LFI), primer partido de la coalici¨®n de izquierdas que integra a socialistas, ecologistas y comunistas. La izquierda ya hab¨ªa anunciado que no sumar¨ªa sus votos a la moci¨®n de Reagrupamiento Nacional. Los diputados macronistas salieron del hemiciclo con semblantes serios, pese a la victoria num¨¦rica.
El resultado no es motivo de celebraci¨®n para Macron, inamovible en el cargo hasta el fin del segundo y ¨²ltimo mandato, en 2027, pero a partir de ahora en peligro de convertirse en un pato cojo. S¨ª, ha dado un paso decisivo para promulgar la madre de todas las reformas, una promesa en la campa?a que hace un a?o le llev¨® a la reelecci¨®n, y ha demostrado que su ¨ªmpetu transformador no se ha agotado.
Un pa¨ªs en contra
Pero el precio es elevado. El presidente se ha puesto al pa¨ªs en contra: el 70% de franceses rechazan la reforma. Ha ignorado a los sindicatos durante el proceso de discusi¨®n de la ley. Al recurrir, la semana pasada, al art¨ªculo 49.3 para imponerla sin pasar por el voto parlamentario, ha agravado el abismo que le separa de la opini¨®n p¨²blica y ha alimentado las acusaciones de autoritarismo, aunque el procedimiento sea democr¨¢tico y constitucional.
¡°Esta decisi¨®n [la aplicaci¨®n del 49.3] es el apogeo de una negaci¨®n de democracia inaceptable en su constancia y su desprecio por nuestras instituciones y nuestros cuerpos sociales¡±, dice el texto de la moci¨®n que obtuvo m¨¢s votos. El texto de Le Pen afirmaba: ¡°Mientras que los franceses se manifiestan masivamente en oposici¨®n a esta reforma, la representaci¨®n nacional no ha podido votar en ning¨²n momento este texto, lo que, pese a la legalidad del proceso, es un ataque a los principios democr¨¢ticos¡±.
Macron, silencioso en las ¨²ltimas semanas, podr¨ªa tomar la palabra con un discurso a la naci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas. El domingo, en v¨ªspera de la votaci¨®n, expres¨® en un mensaje a los presidentes de la Asamblea y el Senado su deseo de que ¡°el texto sobre las pensiones pueda llegar hasta el final en su andadura democr¨¢tica, respet¨¢ndonos todos¡±, seg¨²n el palacio del El¨ªseo. Los sindicatos y la oposici¨®n exigieron al presidente que retirase la ley.
El futuro de la primera ministra
La inc¨®gnita m¨¢s inmediata es que ocurrir¨¢ con la primera ministra Borne, una tecn¨®crata adscrita al ala socialdem¨®crata del macronismo y en el cargo desde el pasado mayo. En Francia, al primer ministro lo llaman el fusible del presidente, el primero que salta cuando las cosas van mal dadas. Macron podr¨ªa relevarla y cambiar el Gobierno para marcar el inicio de una nueva etapa. Pero no es seguro que lo haga enseguida. Y, en todo caso, seguir¨¢ teniendo el mismo problema que ha tenido con la reforma de las pensiones: los partidarios de Macron, aunque forman el primer grupo en la Asamblea Nacional, no tienen mayor¨ªa. A menos que formalicen un acuerdo con la derecha moderada, o una parte de ella, topar¨¢n de nuevo con el mismo problema: la falta de votos para aprobar cualquier iniciativa de calado.
Mientras tanto, el presidente afronta un pa¨ªs en tensi¨®n creciente. Desde que en enero Borne present¨® el proyecto de ley, se han celebrado ya ocho jornadas de manifestaciones masivas convocadas por los sindicatos. El jueves ser¨¢ la siguiente. Las huelgas en sectores como las refiner¨ªas o el transporte contin¨²an esta semana.
La indignaci¨®n contra la reforma, que una mayor¨ªa de franceses considera injusta, se redobl¨® el jueves pasado cuando el presidente decidi¨® activar el art¨ªculo 49.3. Desde ese d¨ªa, cada noche se producen altercados entre manifestantes y la polic¨ªa en Par¨ªs y otras ciudades y se viven escenas de violencia (incendios, asaltos a edificios oficiales o a oficinas de parlamentarios). Existe el riesgo de una radicalizaci¨®n del movimiento social, que hasta la semana pasada fue ampliamente pac¨ªfico. El fantasma de los chalecos amarillos, la revuelta de 2018 y 2019, recorre de nuevo Francia.
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