El Partido Colorado paraguayo pone a prueba en las urnas m¨¢s de 70 a?os de hegemon¨ªa pol¨ªtica
Los sondeos para la presidencia dan un empate t¨¦cnico entre el candidato del Gobierno, Santiago Pe?a, y el liberal Efra¨ªn Alegre
El Partido Colorado paraguayo es una maquinaria perfecta. Lleva en el poder m¨¢s de 70 a?os, solo interrumpidos por el triunfo del izquierdista Fernando Lugo en 2008. Pero sus seguidores est¨¢n ahora sumidos en la incertidumbre. Este domingo, casi cinco millones de personas elegir¨¢n un nuevo presidente, y se respira en el ambiente un deseo de cambio. El ultimo sondeo confiable, realizado por la encuestadora brasile?a Atlas Intel, da un empate t¨¦cnico entre el candidato colorado, Santiago Pe?a, y el liberal, Efra¨ªn Alegre. Esta misma noche los paraguayos sabr¨¢n si una mayor¨ªa ha votado o no por un giro pol¨ªtico de dimensiones ¨¦picas.
En Paraguay no hay segunda vuelta y alcanza un voto para el triunfo definitivo. El sistema est¨¢ en la Constituci¨®n, por iniciativa de los colorados, que bloquearon as¨ª cualquier posibilidad de una alianza opositora que les hiciese sombra en un segundo turno. La estrategia fall¨® con Lugo, pero m¨¢s por votos que fueron a parar a candidatos de la disidencia colorada que por m¨¦ritos del exobispo. Ahora, sin embargo, puede ser diferente. El candidato Efra¨ªn Alegre, un hombre de la vieja pol¨ªtica y presidente del tradicional Partido Liberal, ha encolumnada tras de s¨ª a 40 partidos pol¨ªticos progresistas y democristianos. En la lista de la Concertaci¨®n est¨¢ parte del Frente Guas¨² de Lugo, pero tambi¨¦n hay colorados, independientes y, por supuesto, liberales.
¡°En principio, el Partido Colorado es ganador, y si tu quieres hacer una alianza que pueda vencerlo tiene que ser amplia y con un candidato que despierta entusiasmo. No es ese el caso de Alegre¡±, advierte Marcelo Lachi, polit¨®logo de la Universidad de Pilar. ¡°Por eso hace cuatro meses dec¨ªamos que iba a ser lo de siempre: los colorados, con un candidato aceptable y un movimiento disciplinado ganar¨ªan una vez m¨¢s. Pero ahora eso est¨¢ en duda¡±, dice. Aparecieron en la campa?a, en palabras de la analista y columnista Estela Ruiz D¨ªaz, ¡°algunos cisnes negros¡±.
El m¨¢s relevante fue la sanci¨®n de Estados Unidos contra el expresidente colorado Horacio Cartes, el poder f¨¢ctico detr¨¢s del candidato Santiago Pe?a. ¡°Las sanciones por corrupci¨®n contra Cartes quebraron su alianza con la ¨¦lite econ¨®mica, que es colorada por conveniencia. De un d¨ªa para el otro, el expresidente se convirti¨® en una peste en el mundo financiero y ya nadie quiso relacionarse con ¨¦l¡±, dice Ruiz D¨ªaz. El otro cisne negro fue el accidente cerebrovascular que en agosto pasado dej¨® fuera de la campa?a a Lugo, a¨²n hoy el pol¨ªtico de izquierda m¨¢s popular de Paraguay. ¡°La enfermedad hizo que Lugo no definiera un pleito dentro de su Frente Guaz¨² y la mitad se qued¨® con Alegre en la Concertaci¨®n y la otra mitad se fue con Euclides Acevedo [candidato de centro izquierda]. Hasta el ¨²ltimo d¨ªa todos se estaban disputando el apoyo de Lugo con fotos¡±, explica Ruiz D¨ªaz.
Una campa?a ¡°austera¡±
Con Cartes cancelado por corrupto y Lugo enfermo la campa?a fue ¡°austera y chata¡±, dice el escritor y analista pol¨ªtico Alfredo Boccia Paz. ¡°El problema es que no hay mayores diferencias ideol¨®gicas y program¨¢ticas entre Alegre y Pe?a. Nadie ech¨® en falta que esta sea la primera elecci¨®n desde 1989 sin debate televisivo porque los candidatos se diferencian solo en matices¡±. ¡°Son dos conservadores de centro derecha¡±, dice Boccia Paz, ¡°y sin embargo esta elecci¨®n marcar¨¢ un hito en la historia reciente de Paraguay¡± si, finalmente, ganan los liberales.
¡°Los colorados est¨¢n inquietos¡±, advierte Ruiz Diaz. Por eso el giro que dio Santiago Pe?a en las ¨²ltimas semanas. Como no consigui¨® el apoyo cerrado de su partido, en parte porque Cartes ha roto lazos con el actual presidente, Mario Abdo Ben¨ªtez, este joven economista que se presentaba como la renovaci¨®n cay¨® en manos de los hurreros. Se llama as¨ª a aquellos que en los m¨ªtines lanzan hurras a los jefes colorados porque ya han recibido a cambio un puesto en la pol¨ªtica o un empleo p¨²blico. Son los beneficiarios del clientelismo. Hace dos semanas, Pe?a critic¨® a los que piensan que tienen un puesto ¡°porque son guapitos [trabajadores]¡± o tienen alg¨²n t¨ªtulo universitario, sin darse cuenta, dijo, de que llegan a los cargos ¡°gracias al Partido Colorado¡±. En Paraguay hay 338 mil empleados del Estado, para un censo electoral de poco m¨¢s de 4 millones de personas. Se trata de un piso de votos muy firme al que la oposici¨®n apenas puede aspirar.
Alegre tiene all¨ª una cuesta muy empinada. ¡°Su car¨¢cter es muy especial¡± dice Ruiz D¨ªaz, ¡°no tiene carisma, es confrontativo y mucha gente que no lo traga lo votar¨¢ solo para que no gane Pe?a. Adem¨¢s, le juega en contra que este es su tercer intento [perdi¨® contra Cartes en 2013 y contra Abdo Ben¨ªtez en 2018]. Hoy se valora lo nuevo y ¨¦l es el eterno perdedor¡±.
Para compensar el d¨¦ficit, Alegre se autoproclam¨® el abanderado de la lucha contra las mafias en un pa¨ªs donde la percepci¨®n de corrupci¨®n es la segunda m¨¢s altas de Sudam¨¦rica, seg¨²n el ?PC regional que tiene a Venezuela en el primer puesto. ¡°Estas elecciones no son contra el Partido Colorado, como se quiere plantear. Son contra el dinero que proviene del crimen organizado¡±, dijo el candidato en una entrevista con EL PA?S. En el cierre de su campa?a, el jueves, dio un paso m¨¢s all¨¢ y compar¨® a Cartes y Pe?a con el narcotraficante colombiano Pablo Escobar y su sicario.
El nombre del nuevo presidente se conocer¨¢ este mismo domingo 30 de abril. Los colegios electorales cierras a las 16.00 de Paraguay y el debut de las urnas electr¨®nicas anticipan un escrutinio r¨¢pido. Antes de la medianoche habr¨¢ tambi¨¦n 45 nuevos senadores, 80 diputados y 17 gobernadores.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.