El Partido Colorado acumula todo el poder en Paraguay

El Partido Colorado paraguayo lo hizo de nuevo. Este domingo, gan¨® la presidencia con casi el 43% de los votos frente el derrumbe de una oposici¨®n fracturada. Los colorados llevan m¨¢s de 70 a?os en el poder y sabe muy bien c¨®mo ganar elecciones. El conservador Santiago Pe?a ocupar¨¢ el Palacio de L¨®pez hasta 2028 y por primera vez disfrutar¨¢ del control total en ambas c¨¢maras del Congreso. El Partico Colorado se hizo adem¨¢s con 15 de las 17 gobernaciones del pa¨ªs. La presidencia de este economista de 44 a?os, de pasado liberal y sin alcurnia colorada, no tendr¨¢ contrapesos pol¨ªticos: Pero a¨²n as¨ª enfrentar¨¢ grandes desaf¨ªos. El principal, tomar distancia de su mentor, el expresidente Horacio Cartes, se?alado por Estados Unidos de mantener v¨ªnculos con el crimen organizado. Recomponer la relaci¨®n con Washington ser¨¢ primordial para su Gobierno. En pol¨ªtica dom¨¦stica no se espera demasiado, porque Pe?a apenas ha ofrecido alguna promesa de mayor equidad. Sus propuestas se han limitado a repartir m¨¢s recursos del Estado entre los m¨¢s pobres, en un pa¨ªs donde la desigualdad se siente en la calle.

Las causas del triunfo colorado son m¨²ltiples. La primera y la m¨¢s evidente es que en Paraguay no hay segunda vuelta y se puede ganar aunque el 57% del electorado te vote en contra, como en esta ocasi¨®n y las dos anteriores. ¡°Se subestim¨®, adem¨¢s, que el Partido Colorado lleva 70 a?os utilizando el aparato del Estado y creando redes clientelares que no han sido interrumpidas¡±, dice Sara Villalba, doctora en procesos pol¨ªticos por la Universidad de Salamanca. La segunda causa ha sido la decisi¨®n del Partido Colorado de dirimir sus peleas internas una vez en el poder. La pelea entre Cartes y el actual presidente, Mario Abdo, cabezas de dos facciones enfrentadas, se resolver¨¢ con Pe?a en la presidencia. Un tercer factor fue la decisi¨®n de Estados Unidos de cargar contra Cartes. ¡°La lealtad al Partido se vio fortalecida durante los ¨²ltimos meses debido al discurso nacionalista/antiimperialista que promocionaron entre sus bases¡±, dice Roc¨ªo Duarte, polit¨®loga de la Universidad Cat¨®lica de Asunci¨®n.

El domingo por la noche, Pe?a habl¨® a sus seguidores reunidos frente a la sede del Partido en Asunci¨®n. Prometi¨® unidad, pero, sobre todo, dej¨® bien en claro que su jefe pol¨ªtico es Cartes. Le agradeci¨® que en 2013, cuando era un poderoso empresario tabacalero sin filiaci¨®n pol¨ªtica, hab¨ªa ¡°rescatado de la llanura¡± a los colorados, golpeados tras el triunfo del exobispo Fernando Lugo en 2008. ¡°Y esta vez¡±, dijo, ¡°uniendo a la familia colorada¡±. Se baj¨® luego del escenario y se dirigi¨® a un programa de televisi¨®n que es punto habitual de reuni¨®n de los pol¨ªticos paraguayos. Mina Feliciangeli, la conductora, se mostr¨® indignada por las sanciones contra Cartes, mientras despotricaba sin filtros contra ¡°la intromisi¨®n de Estados Unidos en la democracia paraguaya¡±. C¨®mo administrar¨¢ Pe?a la relaci¨®n con Cartes ser¨¢ clave.

Pe?a es economista, trabaj¨® en el Fondo Monetario Internacional y fue ministro de Hacienda de Cartes. Como el expresidente, se afili¨® de apuro al Partido Colorado para no perder su cargo. Su pasado liberal fue un hueso duro de tragar para los pura sangre del movimiento, que finalmente se rindieron ante la evidencia de que no hab¨ªa un candidato mejor. La fragmentaci¨®n opositora hizo el resto para que el triunfo sea total. ¡°Hist¨®ricamente, el Partido ha funcionado con una l¨ªnea oficialista y una opositora¡±, explica Sara Villalba. ¡°Esa divisi¨®n interna que continua, a pesar del triunfo, normalmente se manifiesta durante el periodo de Gobierno. Hay que ver c¨®mo se comportan los dirigentes partidarios tradicionales que no apoyaron a Pe?a¡±, dice.

En este escenario de tensi¨®n, dice Roc¨ªo Duarte, ¡°deber¨¢ encontrar el equilibrio entre distanciarse lo suficiente de la figura de Cartes, como para no aparecer vinculado al crimen organizado, pero sin alienar a leales a Cartes que tambi¨¦n resultaron electos¡±. En ese equilibrio se dirimir¨¢ la administraci¨®n total del poder que el nuevo Gobierno tendr¨¢ en el Parlamento. Nunca los colorados hab¨ªan alcanzado la mayor¨ªa en el Senado, que funcionaba como el ¨²ltimo cortafuego opositor a proyectos oficialistas ¡°incluso poco democr¨¢ticos¡±, dice Sara Villalba. ¡°Esta nueva concentraci¨®n de poder ser¨¢ todo un desaf¨ªo para la democracia paraguaya. Ser¨¢ cuesti¨®n de ver c¨®mo se comportan las distintas facciones coloradas¡±, advierte.

La prioridad ser¨¢ entonces ordenar el frente interno y, al mismo tiempo, reconstruir la relaci¨®n con Estados Unidos tras las sanciones a Cartes. Si Washington pide alguna vez la extradici¨®n del expresidente, Pe?a estar¨¢ ante un dilema may¨²sculo. Tiene ah¨ª una carta ganadora, como es la a?eja relaci¨®n diplom¨¢tica que une a Paraguay con Taiw¨¢n. El pa¨ªs sudamericano es el ¨²nico de la regi¨®n que reconoce a la isla y recibe a cambio un trato comercial preferencial, el benepl¨¢cito de Washington y el repudio de China. Pe?a ya dijo durante la campa?a que ¡°Paraguay debe desarrollar un m¨²sculo propio antes de poder profundizar las relaciones comerciales con un pa¨ªs como China¡±. Tiene en contra la presi¨®n del poderoso sector agroindustrial paraguayo, que quiere acceder a ese mercado ¨¢vido de alimentos.

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