Las organizaciones humanitarias intentan reactivar la ayuda en Sud¨¢n para evitar una cat¨¢strofe

El conflicto de Sud¨¢n, que enfrenta al ej¨¦rcito regular con el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo R¨¢pido (FAR), se encuentra en su tercera semana sin que haya indicios de que vaya a cesar pronto. El pa¨ªs africano va camino de una cat¨¢strofe humana, seg¨²n alerta la ONU, que ha cifrado este martes en al menos 100.000 las personas que han cruzado ya las fronteras sudanesas para huir de los combates. A esta cifra se suman 330.000 desplazados internos. Las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, mientras, redoblan esfuerzos para enviar los primeros cargamentos sustanciales de auxilio y reforzar sus actividades en Sud¨¢n para intentar mitigar el sufrimiento de la poblaci¨®n civil.

El secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, expres¨® el lunes que ¡°la magnitud y la rapidez de lo que est¨¢ ocurriendo en Sud¨¢n no tienen precedentes en el pa¨ªs¡± y anunci¨® que ¡°en vista del r¨¢pido deterioro de la crisis¡± ha decidido enviar a la regi¨®n al m¨¢ximo responsable de asuntos humanitarios de la organizaci¨®n, Martin Griffiths. Este subray¨® que la situaci¨®n en Sud¨¢n est¨¢ alcanzando ¡°un punto cr¨ªtico¡±, y avanz¨® que buscar¨¢ v¨ªas para hacer llegar ayuda a las personas afectadas. El coordinador humanitario de la ONU en Sud¨¢n, Abou Dieng, declar¨®, por su parte, que el conflicto est¨¢ convirtiendo la crisis humana del pa¨ªs ¡°en una cat¨¢strofe total¡±.

Tanto el ej¨¦rcito como los paramilitares declararon a ¨²ltima hora de la tarde del domingo que prorrogar¨ªan 72 horas un alto el fuego que ha resultado ser solo nominal. Declarado inicialmente el pasado martes, no se ha traducido en un fin de los combates, que han continuado en medio de acusaciones cruzadas de los bandos de violaciones de la tregua.

Seg¨²n Sud¨¢n del Sur, uno de los pa¨ªses que intenta mediar entre las facciones militares, ambas partes han acordado este martes otra tregua de siete d¨ªas a partir del jueves e iniciar conversaciones de paz, inform¨® la agencia Reuters. Sin embargo, los intentos previos de alto el fuego, no respetados, dejan en el aire la credibilidad de este nuevo acuerdo entre el jefe del ej¨¦rcito, Abdelfat¨¢ al Burhan, y el de los paramilitares, Mohamed Hamdan Dagalo, que hasta las hostilidades compart¨ªan el control del poder en el marco de una transici¨®n hacia unas elecciones libres y un gobierno civil. Una reforma militar para evitar la coexistencia del ej¨¦rcito y las milicias desencaden¨® los enfrentamientos.

Los choques han sido especialmente violentos en la capital, Jartum, donde el pasado fin de semana se ha comenzado a desplegar tambi¨¦n una unidad especial de polic¨ªa militarizada alineada con el ej¨¦rcito, as¨ª como en algunos puntos de la castigada regi¨®n occidental de Darfur. M¨¢s de 500 personas han muerto y m¨¢s de 4.500 han resultado heridas desde el pasado 15 de abril, aunque se cree que, debido a la dificultad de recoger datos, la cifra real es muy superior.

Escasez de agua, comida y medicinas

La dureza de los enfrentamientos est¨¢ provocando en las zonas donde se han concentrado los combates una escasez cada vez m¨¢s aguda de productos de primera necesidad como comida, agua y medicinas, adem¨¢s de electricidad y combustible. Antes del conflicto, m¨¢s de 15 millones de personas ya se enfrentaban a una grave inseguridad alimentaria en Sud¨¢n, sobre todo fuera de Jartum. Los choques tambi¨¦n han llevado el sistema sanitario al borde del colapso. En la zona de la capital, un 70% de los hospitales ha tenido que suspender su actividad, seg¨²n un comit¨¦ de m¨¦dicos local. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) estima que una cuarta parte de las muertes registradas hasta ahora podr¨ªan haberse evitado con atenci¨®n m¨¦dica b¨¢sica.

En medio de los combates, las organizaciones de ayuda humanitaria solo han podido distribuir suministros de primera necesidad con cuentagotas, y en Jartum esta labor la asumen en gran parte grupos y redes vecinales locales. Algunas agencias de la ONU contin¨²an prestando servicios esenciales en algunos Estados del pa¨ªs, donde la situaci¨®n de seguridad es relativamente estable. Pero en las zonas m¨¢s afectadas por la violencia, como Darfur, la acci¨®n humanitaria se ha reducido a m¨ªnimos, aunque algunas organizaciones, como M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF), siguen prestando asistencia m¨¦dica. Las oficinas y almacenes de varias organizaciones humanitarias han sido saqueadas.

MSF ha informado de que contin¨²a activa en las zonas del pa¨ªs m¨¢s estables. Y tiene preparados equipos de emergencia experimentados para ampliar su respuesta en cuanto reciba garant¨ªas de seguridad para desplegarse.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunci¨® el lunes que retomar¨¢ el trabajo en la zona despu¨¦s de la suspensi¨®n de las operaciones por la muerte de tres miembros de la organizaci¨®n alcanzados por los combates el pasado 15 de abril en Darfur. El programa empezar¨¢ a distribuir alimentos en los pr¨®ximos d¨ªas en cuatro Estados de Sud¨¢n que se han visto menos afectados por la violencia. Asimismo, la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) inform¨® de que cuenta con un cargamento de suministros m¨¦dicos de emergencia en Puerto Sud¨¢n, una ciudad en el mar Rojo que se ha convertido en una suerte de capital administrativa por los combates en Jartum. Pero indic¨® que esperar¨¢ a recibir garant¨ªas de seguridad de las autoridades para distribuirlos. Lo mismo har¨¢ la OMS, que tambi¨¦n tiene reservas de medicamentos b¨¢sicos en el pa¨ªs.

Este domingo, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja anunci¨® el primer gran env¨ªo de asistencia humanitaria al pa¨ªs desde el inicio de los combates. El cargamento, de ocho toneladas, incluye material quir¨²rgico para tratar a miles de personas y la prioridad es distribuirlos a las zonas del pa¨ªs m¨¢s afectadas por la violencia, como Jartum y Darfur, de acuerdo con una portavoz de la organizaci¨®n. Cruz Roja tiene listo en Nairobi (Kenia) un segundo avi¨®n con suministros m¨¦dicos adicionales, pero contin¨²a esperando a las necesarias garant¨ªas de seguridad para enviarlo, seg¨²n la portavoz.

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