Medio siglo de historia del S¨¢hara desemboca en un callej¨®n sin salida pol¨ªtica

El Frente Popular de Liberaci¨®n de Sagu¨ªa el Hamra y R¨ªo de Oro (m¨¢s conocido por su acr¨®nimo de Polisario) ha cumplido 50 a?os desde su creaci¨®n en Mauritania, el 10 de mayo de 1973, como movimiento armado independentista frente al poder colonial espa?ol, que entonces consideraba el S¨¢hara Occidental como su provincia n¨²mero 53. Poco m¨¢s de dos a?os despu¨¦s tuvo que emprender el camino del exilio hacia Argelia junto con decenas de miles de saharauis que no aceptaron la entrega del territorio a Marruecos y Mauritania por parte de Espa?a en los estertores de la dictadura. El r¨¦gimen del general Franco se sent¨ªa amenazado ante la Marcha Verde de cientos de miles de marroqu¨ªes hacia el desierto impulsada por el rey Has¨¢n II a finales de 1975.

Apoyado por Libia y Argelia, el Polisario desat¨® entonces una guerra que se prolong¨® durante 16 a?os. Mauritania ya se hab¨ªa replegado y firmado la paz con el Frente nacionalista cuando Marruecos acept¨® un alto el fuego, que entr¨® en vigor en 1991, que implicaba la creaci¨®n de la Misi¨®n de Naciones Unidas para el Refer¨¦ndum del S¨¢hara Occidental (Minurso). La consulta de autodeterminaci¨®n nunca se celebr¨®, pero ambas partes siguieron manteniendo contactos directos para buscar una salida pol¨ªtica negociada.

Con casi la misma edad que el conflicto, el actual representante ante Naciones Unidas del Frente Polisario, Sidi Mohamed Omar, nacido en Esmara (220 kil¨®metros al este de El Aai¨²n, la capital del S¨¢hara Occidental) hace 52 a?os, particip¨® en las ¨²ltimas rondas de di¨¢logo mantenidas en Manhasset (EE UU) (2007-2008) y en Ginebra (2018-2019) entre Marruecos y el Polisario. ¡°No ha vuelto a haber m¨¢s contactos directos¡±, precisa en una conversaci¨®n telef¨®nica desde Nueva York. ¡°Los actuales interlocutores marroqu¨ªes no son personas de di¨¢logo. No vivieron los a?os de guerra abierta (1975-1991). Prefieren seguir el camino de los hechos consumados y la confrontaci¨®n, mientras buscan legitimidad internacional sin conseguirlo. Pero el di¨¢logo es el ¨²nico camino para llegar a una soluci¨®n duradera¡±, remacha su posici¨®n.

Siendo un ni?o, Sidi Omar tuvo que exiliarse junto con su familia en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), donde nueve de cada diez refugiados sobreviven en la actualidad gracias a la ayuda internacional. Formado en universidades de Siria y en Espa?a, este diplom¨¢tico saharaui ¡ªque ha sido tambi¨¦n representante del Polisario ante la Uni¨®n Africana (de la que tambi¨¦n forma parte Marruecos)¡ª admite que el conflicto sigue estancado en Naciones Unidas tras medio siglo de turbulencias.

El secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, trat¨® el lunes en Madrid la cuesti¨®n del S¨¢hara Occidental con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez. En principio, el mandatario espa?ol no tiene previsto abordar el asunto este viernes en la agenda de su visita a la Casa Blanca con el presidente Joe Biden, a pesar de que la prensa marroqu¨ª evoca su eventual inclusi¨®n en el orden del d¨ªa. Los jefes de las respectivas diplomacias de Madrid y Washington, Jos¨¦ Manuel Albares y Antony Blinken, no lo han citado entre los temas que ya han tratado, aunque la agenda de los jefes del Ejecutivo, por definici¨®n, est¨¢ siempre abierta.

Espa?a y Estados Unidos forman parte del llamado Grupo de Amigos del S¨¢hara Occidental, la primera como antigua potencia administradora y el segundo como responsable de la redacci¨®n de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el territorio. Ambos han participado adem¨¢s en las ¨²ltimas consultas efectuadas entre las partes (Marruecos y el Polisario, adem¨¢s de Argelia y Mauritania) efectuadas por el enviado de la ONU para el S¨¢hara, el veterano diplom¨¢tico italosueco Staffan de Mistura, quien act¨²a como mediador internacional desde finales de 2021.

¡°No hay cambios significativos¡±, asegura Sidi Omar tras la ronda de consultas. ¡°Nosotros esperamos que De Mistura cumpla con su misi¨®n de lograr una soluci¨®n pac¨ªfica y duradera que contemple la libre determinaci¨®n del pueblo del S¨¢hara Occidental. Pero sin la ayuda del Consejo de Seguridad no puede avanzar. Depende de la actitud de miembros permanentes del Consejo, como Francia, que da apoyo incondicional a la otra parte, y hasta cierto punto tambi¨¦n de Estados Unidos. Marruecos se niega a seguir el Plan de Arreglo de 1991, ¨²nico acuerdo aceptado hasta ahora por ambas partes¡±, argumenta. ¡°La misi¨®n de De Mistura no es imposible, pero sigue siendo muy dif¨ªcil¡±.

El contencioso del S¨¢hara Occidental comienza a equipararse a antiguos conflictos internacionales interminables, como los de Cachemira, Chipre o Palestina. No se vislumbra una soluci¨®n pol¨ªtica. Para Marruecos, el S¨¢hara forma parte integrante de su territorio nacional. Tan solo admite desde 2007 un sistema de autonom¨ªa regional bajo soberan¨ªa marroqu¨ª. Para el Frente Polisario, respaldado por Argelia, se trata de una mera cuesti¨®n de descolonizaci¨®n. ¡°La antigua potencia administradora se desentendi¨® de su responsabilidad y dej¨® que dos pa¨ªses vecinos se apoderaran del territorio. Espa?a es el primer responsable de todo lo que le ha pasado al pueblo saharaui por no cumplir con sus obligaciones internacionales¡±, advierte el representante del Polisario ante la ONU, ¡°y sigue siendo, de iure, la potencia administradora¡±.

El Polisario se aferra al plan de autodeterminaci¨®n mediante un refer¨¦ndum que abrir¨ªa la puerta a la independencia, dise?ado hace m¨¢s de tres d¨¦cadas por Naciones Unidas y suscrito entonces por las partes. La deriva de los pa¨ªses occidentales en favor del plan de autonom¨ªa ofrecido en los ¨²ltimos a?os por Marruecos ha relegado, sin embargo, las tesis de los independentistas. Cuando la Minurso ya hab¨ªa organizado los detalles del viaje, De Mistura, de 76 a?os, exmediador de la ONU en Afganist¨¢n, Irak, o Siria, no pudo viajar el a?o pasado a El Aai¨²n, ante un aparente veto de Rabat, dentro de la gira regional que emprendi¨® para intentar reactivar el estancado proceso de negociaciones sobre el S¨¢hara Occidental.

Enrocado en la tesis de la autonom¨ªa tras la deriva en su favor de Estados Unidos y varios pa¨ªses occidentales ¡ªentre ellos Espa?a, que la considera como ¡°la m¨¢s seria, realista y cre¨ªble¡±¡ª el Gobierno de Rabat juega con el tiempo a su favor. ¡°Ha habido muchos cambios en 50 a?os, pero lo que pas¨® en marzo de 2022 fue un giro radical de Espa?a que solo ha empeorado las cosas al abandonar la neutralidad activa y pasarse al otro lado¡±, asegura Sidi Omar.

¡°Otro episodio de la traici¨®n¡±

¡°Para los saharauis ha sido un paso atr¨¢s. Otro episodio de la traici¨®n de Espa?a. Los espa?oles vivieron muchos a?os con los saharauis antes de la Marcha Verde. Tenemos profundos lazos hist¨®ricos, y el castellano es nuestro segundo idioma oficial¡±, sostiene el diplom¨¢tico saharaui. ¡°En todas partes nos siguen preguntando por las razones del giro radical del Gobierno actual, pero no tenemos respuesta¡±.

La Administraci¨®n de Biden no ha culminado el compromiso del presidente Donald Trump a finales de 2020, ¡ªtras reconocer la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental a cambio de la normalizaci¨®n de relaciones de Rabat con Israel¡ª, de abrir un consulado estadounidense en el territorio de la excolonia espa?ola. Tambi¨¦n Espa?a act¨²a all¨ª con pies de plomo. ¡°El anuncio de abrir dependencias del Instituto Cervantes en El Aai¨²n¡±, matiza Sidi Omar, ¡°puede reforzar la postura marroqu¨ª, pero no supondr¨ªa un cambio jur¨ªdico, sino un gesto pol¨ªtico¡±.

La ruptura del alto el fuego entre Marruecos y el Polisario desde finales del 2020, a la que el primero intenta poner sordina y el segundo trata de publicitar, tampoco parece haber alterado la ecuaci¨®n de fuerza sobre el terreno. En un gesto de ¡°buena fe¡±, el Frente Polisario ha vuelto a permitir el paso de los convoyes de la Minurso para avituallar a sus efectivos en los puestos de observaci¨®n avanzados, situados m¨¢s al este del muro o terrapl¨¦n de arena erigido por Marruecos en los a?os ochenta y noventa del siglo pasado que divide el territorio del S¨¢hara Occidental. Los combates lo hab¨ªan impedido durante m¨¢s de dos a?os. Como una voz que clama en el desierto, la ONU sigue alertando de que los enfrentamientos en el territorio de la excolonia espa?ola, amenazan con desembocar en un conflicto abierto a escala regional al sur del Mediterr¨¢neo Occidental.

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