Al nuevo Defensor del Pueblo de Per¨² le falla la defensa

Josu¨¦ Guti¨¦rrez C¨®ndor, el nuevo Defensor del Pueblo de Per¨², ha desatado un aluvi¨®n de cr¨ªticas. Han pasado dos semanas desde que el Congreso de la Rep¨²blica lo eligi¨® con 88 votos y, desde entonces, no han cesado las voces que han puesto el grito en el cielo por su nombramiento. Desde analistas pol¨ªticos hasta ex defensores del Pueblo que no est¨¢n dispuestos a darle el beneficio de la duda. Eduardo Vega, quien comand¨® la instituci¨®n entre el 2011 y 2016, sentenci¨®: ¡°Qu¨¦ verg¨¹enza da un Defensor sin las calidades ¨¦ticas y profesionales para dirigirla. Qu¨¦ tristeza ver c¨®mo se destruye la Defensor¨ªa¡±. Su hom¨®logo, Walter Alb¨¢n (2000-2005) ha tenido las mismas sutilezas hacia Guti¨¦rrez: ¡°?Cu¨¢l es la reputaci¨®n de este se?or? Ya nos hemos dado cuenta de que lo que les importa es poner a alguien que sea sumiso a este Congreso¡±.

Los cuestionamientos se centran en tres aspectos. Carece de experiencia en derechos humanos, exuda un conservadurismo radical del que ya ha dado muestras y no garantiza la independencia de la instituci¨®n. Josu¨¦ Guti¨¦rrez no es un desconocido en la escena pol¨ªtica, y es precisamente ese pasado el que le pesa. Fue parlamentario entre el 2011 y el 2016 por Gana Per¨², una coalici¨®n que lider¨® el Partido Nacionalista del expresidente Ollanta Humala. Sus proyectos de ley en aquel quinquenio brillan por su ausencia o, en todo caso, por su excentricidad: propuso que el cielo peruano pasase a llamarse Jos¨¦ Abelardo Qui?ones en honor a un aviador que se inmol¨® en la Guerra con Ecuador, en los a?os cuarenta; y que se creara un colegio privado para los detectives de Per¨². Se le recuerda m¨¢s por una gigantograf¨ªa que decoraba su despacho, donde aparece en buenas migas con la entonces primera dama de la Naci¨®n, Nadine Heredia.

En los ¨²ltimos a?os, Josu¨¦ Guti¨¦rrez volvi¨® a la palestra por su estrecha vinculaci¨®n con Per¨² Libre, la agrupaci¨®n pol¨ªtica que catapult¨® a Pedro Castillo a la Presidencia. Fue asesor parlamentario de la bancada, apoy¨® a Castillo en reiteradas oportunidades y, adem¨¢s, fue abogado del secretario general, Vladimir Cerr¨®n, en sus litigios por presunto lavado de activos. Guti¨¦rrez intent¨® negar su labor como asesor del partido, pero acab¨® acept¨¢ndolo. ¡°Est¨¢n muy rigurosos con mis expresiones¡±, dijo hace unos d¨ªas.

Estos v¨ªnculos son los que preocupan, pues se corre el riesgo de politizar un ¨®rgano del Estado comprometido con la transparencia y con la defensa de los derechos fundamentales de las personas, independientemente de sus filiaciones, colores pol¨ªticos y credos. En abril, cuando se postul¨® a la Defensor¨ªa del Pueblo, se refiri¨® a la homosexualidad como ¡°deformidades y libertinajes¡±. Ante las cr¨ªticas, Guti¨¦rrez puso en marcha su plan de contenci¨®n: ha insistido en que no dijo lo que dijo y este lunes se reuni¨® con representantes de las familias homoparentales que luchan por el matrimonio igualitario.

No ha sido su ¨²nica pisada en falso. Durante su postulaci¨®n, dio a entender que Per¨² no puede retirarse de la Convenci¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque ¡°no ha tenido la capacidad de poder demostrarle al mundo que en el pa¨ªs se ha vivido terrorismo a mansalva¡±. Pero no solo se trata de sus ideas, sino de qui¨¦nes le dieron el espaldarazo. Josu¨¦ Guti¨¦rrez fue elegido como el nuevo Defensor del Pueblo gracias al apoyo de partidos de derecha opositores como Fuerza Popular y Acci¨®n Popular, en un proceso expr¨¦s en el que no hubo debate en el Pleno y dur¨® tan solo media hora.

La parlamentaria Ruth Luque ha anotado que Guti¨¦rrez, de 51 a?os, registra cinco carpetas fiscales donde se le imputan presuntos delitos de peculado y estafa. ¡°En una elecci¨®n tan importante se neg¨® el debate y a dar a conocer nuestras razones en no apoyar esta elecci¨®n¡±, ha denunciado en redes. Al asumir la Defensor¨ªa del Pueblo, Guti¨¦rrez presidir¨¢ una comisi¨®n que tendr¨¢ relaci¨®n directa en el nombramiento, ratificaci¨®n o destituci¨®n de los jueces y fiscales de Per¨². En una columna de opini¨®n, Juan Aurelio Ar¨¦valo, director del diario El Comercio, ha sido enf¨¢tico en que dicha prerrogativa ser¨ªa el motivo del pacto de fuerzas opositoras que lo ha llevado al poder. ¡°Un encargo que varios pol¨ªticos con l¨ªos judiciales como (Alberto) Fujimori, (C¨¦sar) Acu?a, (Jos¨¦) Luna o (Vladimir) Cerr¨®n les gustar¨ªa que recayera en manos de alguien que les debe un favor. Y, adem¨¢s, podr¨ªa asegurar que una instituci¨®n tan cr¨ªtica como la Defensor¨ªa los deje en paz un tiempo¡±.

Por su parte, la secretaria general del sindicato de la Defensor¨ªa del Pueblo, Magali Gonz¨¢lez, quien se reuni¨® el ¨²ltimo viernes con Josu¨¦ Guti¨¦rrez, le asegura a EL PA?S que le transmitieron dos temas: la inequidad salarial de los trabajadores y la necesidad de que se mantenga la l¨ªnea institucional de defensa de derechos. ¡°?l se ha mostrado conforme y comprometido al respecto, pero necesitamos ver en acciones la concreci¨®n de su discurso¡±. La expectativa no la exime de referirse a su elecci¨®n: ¡°Fue un proceso plagado de irregularidades y sin la debida transparencia. No se han podido conocer los criterios para seleccionar la terna final y por qu¨¦ los congresistas votaron por ¨¦l¡±.

A su favor, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Ot¨¢rola, ha dicho escuetamente que el Gobierno est¨¢ seguro de que ¡°estar¨¢ a la altura de esta alta responsabilidad¡±. La expresidenta del Congreso Maricarmen Alva, de Acci¨®n Popular, quien cambi¨® su voto a su favor en el ¨²ltimo instante, ha dejado entrever que podr¨ªan retirarle el respaldo en caso de que traicione los principios del cargo. ¡°As¨ª como lo hemos puesto, seg¨²n la Constituci¨®n lo podemos revocar con la misma cantidad de votos, por si acaso. Existe esa posibilidad, est¨¢ en la Constituci¨®n¡±, asegur¨®.

Josu¨¦ Guti¨¦rrez es el s¨¦ptimo Defensor del Pueblo de Per¨² desde que se cre¨® la instituci¨®n en 1996 y reemplazar¨¢ a Eliana Revollar. El pa¨ªs observa de cerca su trabajo.

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