La UE llega a un acuerdo crucial que obliga a repartir una cuota de refugiados por todo el bloque comunitario
Los Estados que rechacen la acogida deber¨¢n abonar a una cesta com¨²n 20.000 euros por cada persona no admitida
Tras a?os encallados en negociaciones y disputas, los ministros del Interior de los Veintisiete han alcanzado este jueves un acuerdo de enorme trascendencia que endurece la acogida de demandantes de asilo, pero tambi¨¦n obliga a que una parte de los peticionarios de esa protecci¨®n que recalan en la UE sea asumida por todos los pa¨ªses comunitarios, un elemento que hasta ahora hab¨ªa impedido cualquier acuerdo. Se trata de un pacto hist¨®rico que cierra dos de los ¨²ltimos flecos del pacto migratorio, dise?ado para fijar la nueva arquitectura de acogidas en el territorio comunitario.
El acuerdo sigue el esp¨ªritu de la ¡°solidaridad obligatoria pero flexible¡± y establece que todos los pa¨ªses deben contribuir a la gesti¨®n de la migraci¨®n. Las pautas consensuadas este jueves en Luxemburgo establecen un reparto de 30.000 solicitantes de asilo (el a?o pasado llegaron a territorio comunitario unas 180.000 personas en situaci¨®n irregular) para reubicar entre todos los Estados miembros ¡ªrepartidos por criterios de poblaci¨®n y PIB¡ª. Quienes rechacen acoger tendr¨¢n que contribuir a la cesta de solidaridad com¨²n con 20.000 euros por cada migrante no admitido; el objetivo es crear una hucha de 600 millones al a?o con esas aportaciones. Polonia y Hungr¨ªa, pa¨ªses radicalmente opuestos a cualquier sistema de acogida obligatoria, han votado en contra del pacto, que tambi¨¦n ampl¨ªa de manera in¨¦dita las posibilidades de expulsi¨®n a los solicitantes rechazados a pa¨ªses diferentes del suyo de origen.
¡°Las regulaciones buscan el equilibrio entre solidaridad y responsabilidad¡±, ha incidido durante la reuni¨®n Maria Malmer Stenergard, ministra de Migraciones de Suecia, el pa¨ªs que preside el Consejo de la UE este semestre y que ha coordinado la propuesta. ¡°Es un acuerdo hist¨®rico¡±, ha remarcado la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser. Aunque las llegadas irregulares han pasado de 1,04 millones de personas en 2015 a unas 180.000 en 2022, la Uni¨®n Europea sigue buscando f¨®rmulas para reducir los flujos. Y a los acuerdos con los pa¨ªses de llegada y una arquitectura para cuidar esa dimensi¨®n exterior, la Uni¨®n quiere sumar ahora la gesti¨®n interna en la que se contempla esa cuota de 30.000 personas reubicadas al a?o.
Las regulaciones acordadas este jueves son dos de los tres pendientes del pacto migratorio (sigue quedando el de gesti¨®n de crisis), que empez¨® a plantearse en 2021, despu¨¦s de que las pol¨ªticas comunes saltaran por los aires por la crisis migratoria de hace ocho a?os, que desbord¨® a la UE y ciment¨® el crecimiento de partidos de extrema derecha que explotan el discurso antiinmigraci¨®n. La f¨®rmula ¡ªque pauta los criterios y tr¨¢mites de las solicitudes de asilo¡ª endurece las reglas de gesti¨®n de los flujos migratorios, impone periodos m¨¢s cortos para el procesamiento de las peticiones y para la respuesta definitiva y plantea que haya topes en los canales de solicitud de asilo. Pero, sobre todo, plantea ese reparto de las cargas. ¡°Es un paso para dotar a Europa de un sistema de asilo m¨¢s justo, m¨¢s eficaz y m¨¢s solidario¡±, ha incidido el ministro del Interior espa?ol, Fernando Grande-Marlaska.
Desde un principio, el Consejo plante¨® aprobar las regulaciones de asilo en la mesa de los ministros y por mayor¨ªa cualificada (no por unanimidad) y ha tratado a toda costa de que el tema no llegase a la cumbre de l¨ªderes del 28 de junio, donde impera la unanimidad. As¨ª no afectar¨ªa el voto negativo de Hungr¨ªa y Polonia, con Gobiernos iliberales que se oponen a la cuesti¨®n migratoria por sistema. Durante semanas, la clave la ha tenido Italia. Con el Ejecutivo ultra de Giorgia Meloni y las cifras de llegadas disparadas a sus costas ¡ªhasta abril recibi¨® 26.800 inmigrantes irregulares, la mayor¨ªa desde T¨²nez, seg¨²n ACNUR¡ª sabe que ser¨ªa dif¨ªcil de hacer tragar en casa haber apoyado sin pelear al m¨¢ximo cualquier norma que no parezca mucho m¨¢s dura que la actual. Y nadie quiere un acuerdo que no tenga la bendici¨®n de Roma, en primera l¨ªnea de llegadas migratorias, en una ruta de mucha afluencia y miembro del grupo de cinco pa¨ªses del Mediterr¨¢neo, seg¨²n apunta una fuente diplom¨¢tica.
As¨ª que Italia ha obtenido algunas de las concesiones que reclamaba, como reducir un poco las cuotas de acogida y tambi¨¦n el periodo de tiempo por el que un pa¨ªs se responsabiliza de las solicitudes de protecci¨®n que presentan los migrantes arribados a ese territorio, que queda en dos a?os. Actualmente es un a?o, pero los pa¨ªses que reciben esos migrantes despu¨¦s, en lo que se denominan ¡°movimientos secundarios¡±, como Alemania, Pa¨ªses Bajos o Dinamarca, presionaban para que fueran tres. Lituania, Malta, Bulgaria y Eslovaquia ¡ªque ha pedido excepciones para los pa¨ªses que m¨¢s refugiados ucranios tienen acogidos¡ª, se han abstenido.
Una de las voces m¨¢s cr¨ªticas con lo acordado ha sido la del subsecretario de Interior de Polonia, Bartosz Grodecki, que ha arremetido contra la idea de las contribuciones econ¨®micas ¡ªen casos excepcionales tambi¨¦n se podr¨¢ contribuir con medios t¨¦cnicos y log¨ªsticos cuantificables¡ª a la cesta de solidaridad com¨²n para aquellos que no reubiquen. ¡°No es solidaridad; son castigos, multas¡±, ha lanzado. ¡°Este mecanismo no va a ayudar, sino que es una marcha atr¨¢s¡±, ha considerado.
Procedimientos de gesti¨®n por la v¨ªa r¨¢pida
Las normas ¡ªuna vez aprobadas tendr¨¢n que negociarse con el Parlamento Europeo para obtener un texto final¡ª obligar¨¢n a los Estados miembros a crear dos v¨ªas para atender las solicitudes de los reci¨¦n llegados. Tras una primera criba, que deber¨¢ hacerse pronto, en un plazo aproximado de una semana, se enviar¨¢ por el primer canal de gesti¨®n a aquellos migrantes que soliciten asilo y que provengan de pa¨ªses en guerra o en situaciones de peligro; por el segundo canal de solicitudes pasar¨¢n aquellos que provengan de un pa¨ªs con una tasa muy baja de reconocimientos de asilo. A estos ¨²ltimos, las autoridades deber¨¢n responderles en 24 semanas (incluyendo el procedimiento de retorno). Tras ese tiempo, si su solicitud ha sido rechazada, podr¨¢n ser enviados a su pa¨ªs de origen o a un pa¨ªs tercero considerado seguro con el que tengan alg¨²n tipo de conexi¨®n, un punto que ha quedado abierto tras un d¨ªa entero de negociaciones y varias propuestas, para satisfacer a aquellos que quer¨ªan un abanico de posibilidades m¨¢s amplio. Supone uno de los puntos decisivos del acuerdo.
Para apoyar la puesta en marcha de los nuevos planes, sobre todo para los procedimientos en las fronteras, la Comisi¨®n Europea inyectar¨¢ un paquete de unos 1.000 millones de euros a los Estados miembros, ha afirmado la Comisaria de Interior, Ylva Johansson. ¡°Cuando trabajamos juntos para gestionar la migraci¨®n en la Uni¨®n Europea, todos salimos ganando¡±, ha dicho en Luxemburgo. ¡°Si no estamos unidos perdemos todos¡±, ha a?adido Johansson.
Espa?a ha logrado introducir en el texto una de sus principales reclamaciones: que sea menor (se ha fijado en 12 meses) el tiempo de responsabilidad sobre las personas que llegan a un pa¨ªs como resultado de las operaciones de rescate y salvamento (los rescatados en el mar, fundamentalmente). Operaciones, ha recordado el ministro Grande-Marlaska, que son una obligaci¨®n del derecho internacional.
Los cr¨ªticos del acuerdo han advertido de que los nuevos procedimientos acelerados pueden fomentar los centros de internamiento de migrantes superpoblados. Aunque los Veintisiete afirman que han dise?ado el sistema de cuotas progresivas para evitarlo. Para expertas como Camino Mortera, responsable de la oficina de Bruselas del Centre for European Reform, las regulaciones y el dise?o del pacto en s¨ª no solucionan la situaci¨®n actual. ¡°Falta por acordar una serie de pasos necesarios y un mecanismo para las crisis de emergencia¡±, se?ala Mortera. ¡°Va a ser cualquier cosa menos un pacto eficaz y efectivo¡±, a?ade.
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