Las otras crisis que rodean Sud¨¢n
El estallido del conflicto en Jartum ha provocado la salida de m¨¢s de 385.000 personas a Chad, Etiop¨ªa, Sud¨¢n del Sur, Egipto y Rep¨²blica Centroafricana, sumidos en problemas y que ya que acog¨ªan a cientos de miles de refugiados
Sud¨¢n estall¨® la ma?ana del 15 de abril con el enfrentamiento entre el ej¨¦rcito y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido (FAR) por controlar el poder en el pa¨ªs. Los repetidos intentos de establecer un alto el fuego han sido hasta ahora vanos y las hostilidades han dejado al menos 860 muertos y m¨¢s de 5.500 heridos, seg¨²n la ONU, sobre todo en la capital, Jartum, y en Darfur, en el oeste, donde las FAR tienen mayor presencia. Cerca de tres meses despu¨¦s, la situaci¨®n es ¡°desgarradora¡± y ¡°desesperada¡±, en palabras del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker T¨¹rk. La violencia ha provocado 1,2 millones de desplazamientos internos, y la salida del pa¨ªs de otras 385.000 personas a Etiop¨ªa, Chad, Sud¨¢n del Sur, Egipto y Rep¨²blica Centroafricana, seg¨²n la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR. Estas naciones ya lidiaban con crisis propias, tambi¨¦n acog¨ªan ya a grandes poblaciones de desplazados y refugiados, y la mayor¨ªa sufre una grave falta de financiaci¨®n para cubrir las necesidades m¨¢s urgentes de los huidos.
¡°A¨²n no tienen la capacidad suficiente para responder. Ahora, con la afluencia de los reci¨¦n llegados, se encuentran en una situaci¨®n de desventaja mayor¡±, explica Peter Kioy, jefe de misi¨®n de la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones (OIM), en una llamada telef¨®nica desde Port Sudan, a orillas del mar Rojo.
Para Kioy, las perspectivas son poco halag¨¹e?as porque calculan que muchas personas siguen varadas dentro de los l¨ªmites sudaneses a causa de la creciente inseguridad. ¡°Para desplazarse hay que cruzar numerosos puestos de control tanto de los paramilitares como del ej¨¦rcito. La poblaci¨®n teme ser acosada por los diferentes grupos armados, teme que les roben, detengan o peguen¡±, asegura Kioy. Por ejemplo, al menos un tercio de las 100.000 personas que han cruzado a Chad aseguraron haber sido atacado f¨ªsicamente, seg¨²n un informe de evaluaci¨®n de ACNUR.
Los pa¨ªses de acogida necesitan ayuda adicional para atender a los nuevos flujos de poblaci¨®n, compuestos principalmente por mujeres y ni?os. Hacen falta agua, alimentos, refugio, atenci¨®n sanitaria y psicosocial y art¨ªculos b¨¢sicos de socorro. Mantas, equipos de higiene b¨¢sica, mosquiteras, ropa. ¡°Las zonas fronterizas de Sud¨¢n con Sud¨¢n del Sur, Chad y la Rep¨²blica Centroafricana son rurales y econ¨®micamente muy fr¨¢giles. Era una poblaci¨®n que ya necesitaba ayuda antes de traspasar la frontera, as¨ª que la mayor¨ªa cruza sin ning¨²n tipo de pertenencias, no tienen nada¡±, describe el representante de la OIM. El secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, ha realizado un llamamiento urgente de 3.000 millones de d¨®lares (2.800 millones de euros) para ayudar a 18 millones de personas en toda la regi¨®n.
Por otra parte, la inminente llegada de la temporada de lluvias en estas regiones, muy da?adas por los efectos del cambio clim¨¢tico, augura un empeoramiento de la situaci¨®n humanitaria.
La dependencia econ¨®mica de Sud¨¢n del Sur
Sud¨¢n del Sur es uno de los pa¨ªses m¨¢s castigados del mundo, en una crisis constante desde que obtuvo la independencia de Sud¨¢n en 2011. M¨¢s de 2,3 millones de sursudaneses est¨¢n fuera de su pa¨ªs, y dentro de ¨¦l hay otros 2,2 millones de desplazados. En total, alrededor de 9,4 millones de los 12 millones de habitantes necesitaban ayuda humanitaria en un escenario de violencia y carest¨ªa generalizada antes de abril de 2023. Y pese a semejante panorama, es uno de los pa¨ªses que m¨¢s personas est¨¢ recibiendo: m¨¢s de 90.000, la mayor¨ªa de ellos nacionales retornados, seg¨²n estimaciones a 1 de junio de ACNUR.
El impacto de la crisis sudanesa es mucho m¨¢s fuerte aqu¨ª, porque el norte del pa¨ªs depende de Sud¨¢n para obtener comida, petr¨®leo y cualquier bien o servicio, y desde el inicio del conflicto se han reducido las importaciones. ¡°Desde hace un mes no entra nada. Los precios de la comida, de la gasolina, etc., han subido m¨¢s del doble de lo que costaban el 15 de abril¡±, explica Marie-Helene Verney, representante de ACNUR en este pa¨ªs.
Adem¨¢s, existe otra preocupaci¨®n: el 90% del presupuesto del Gobierno de Juba proviene del petr¨®leo. El pa¨ªs lo produce y lo env¨ªa a trav¨¦s de un gasoducto hasta las refiner¨ªas de Sud¨¢n, que se queda un 50% de los ingresos. ¡°De momento las instalaciones no han sido da?adas, probablemente porque a ninguna de las partes del conflicto le interesa, pero si les pasa algo, Sud¨¢n del Sur se queda sin recursos. Sin nada¡±, advierte Verney.
De los 17 puntos de entrada, el que est¨¢ pasando mayores dificultades es el de Renk, una ciudad en la regi¨®n del Alto Nilo, en el norte, y aislada del resto del pa¨ªs. Esta ha sido la v¨ªa de entrada del 78% de todas las nuevas llegadas, protagonizadas por personas que generalmente cubren a pie trayectos de m¨¢s de 500 kil¨®metros desde la ¨²ltima ciudad sudanesa. Pero Renk no tiene infraestructuras, ni servicios, ni carreteras que la conecten con el resto de Sud¨¢n del Sur. ¡°La ¨²nica manera de salir de all¨ª es en avi¨®n, pero poca gente puede permit¨ªrselo¡±, indica Verney. ¡°Todo el mundo est¨¢ intentando hacerse con botes para cruzar el r¨ªo, pero la log¨ªstica es muy complicada y la mayor¨ªa se acaba quedando como tres o cuatro semanas¡±.
El Gobierno, mientras, mantiene una pol¨ªtica de puertas abiertas y facilita la condici¨®n de refugiado. La intenci¨®n es buena, pero en la pr¨¢ctica no hay recursos: solo se ha conseguido el 27% de los 644 millones de euros necesarios.
Egipto otorga visados
El caso de Egipto es particular porque el r¨¦gimen de acceso de los sudaneses sigue siendo el mismo que antes de la guerra: se rige por un acuerdo bilateral entre ambos pa¨ªses que garantiza la libertad de movimiento, residencia, trabajo y propiedad. El pa¨ªs permite la entrada libre a ancianos, ni?os y mujeres, pero los hombres entre 16 y 49 a?os necesitan un visado que la mayor¨ªa de migrantes est¨¢ tramitando en Wadi Halfa, en el lado sudan¨¦s. El proceso se est¨¢ desarrollando con mucha lentitud porque solo hay una oficina consular para atender a los interesados. Egipto contaba con 291.000 refugiados en su territorio antes de que la crisis en el pa¨ªs vecino estallara y al menos 169.500 personas han llegado desde el inicio de la guerra, indican datos recientes del Ministerio de Exteriores.
En una comparecencia celebrada al t¨¦rmino de una visita de tres d¨ªas al pa¨ªs para hacer seguimiento de la situaci¨®n, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, agradeci¨® la ¡°generosidad¡± del Gobierno por mantener las fronteras abiertas y la movilizaci¨®n de la sociedad civil. Sin embargo, anot¨® que la presi¨®n y las necesidades est¨¢n aumentando r¨¢pidamente, y pidi¨® a los donantes internacionales, incluidos los pa¨ªses europeos, que aceleren sus aportaciones.
¡°[Las] contribuciones deben acelerarse, porque ?c¨®mo puedo decirles a los gobiernos de Chad, Egipto o Sud¨¢n del Sur que acepten a los refugiados y los traten bien si no puedo ofrecerles nada?¡±, declar¨® Grandi, informa Marc Espa?ol.
Un mill¨®n de refugiados en Etiop¨ªa
Mamadou Dian Balde, representante de ACNUR en Etiop¨ªa, visit¨® el pasado mayo algunos pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, con una misi¨®n: atraer las miradas hacia pa¨ªs del cuerno de ?frica con varios frentes abiertos. El m¨¢s conocido es el conflicto armado en el norte entre el Gobierno y los independentistas del Frente Popular de Liberaci¨®n de Tigray. Dos a?os de guerra y dos millones de desplazados despu¨¦s, el alto el fuego firmado en noviembre de 2022 ha apaciguado la zona, pero ah¨ª no han acabado los problemas. ¡°Etiop¨ªa alberga casi un mill¨®n de refugiados. Solo en 2022, recibi¨® m¨¢s de 20.000. La gente piensa que cuando est¨¢s en conflicto, cierras las fronteras, pero Etiop¨ªa mantuvo sus puertas abiertas¡±, se?ala Balde.
En lo que va de a?o, el pa¨ªs ha lidiado con un nuevo flujo de al menos 100.000 personas procedentes de la regi¨®n de Somaliland debido a tensiones internas entre las autoridades y la poblaci¨®n local. La segunda emergencia ha sido Sud¨¢n. Desde el estallido de la violencia en el pa¨ªs vecino, han recibido a unas 7.000 personas m¨¢s, poco en comparaci¨®n a los n¨²meros que manejaban, pero Dian Balde teme que no puedan atender a todos porque hasta ahora las necesidades est¨¢n financiadas solo al 13% de los 385 millones de euros solicitados. Lo primordial es asistir con un lugar donde refugiarse, pero para ello hace falta terreno. ¡°No es f¨¢cil encontrar tierra porque la zona de Dabat, en el l¨ªmite con Sud¨¢n, est¨¢ muy densamente poblada¡±, indica el representante de ACNUR.
De momento, el 88% de los refugiados en Etiop¨ªa est¨¢n alojados en 26 campos y asentamientos. ¡°Lo mejor ser¨ªa que la gente no se viera forzada a huir en masa y que los que llegan pudieran integrarse en las ciudades, donde pueden tener una casa y vivir una vida normal. Pero la realidad es que vamos a tener que hacer m¨¢s campos¡±, lamenta Dian Balde.
Chad recibe a los supervivientes de Darfur
Chad comparte linde con la regi¨®n sudanesa de Darfur, que lleva dos d¨¦cadas sumida en un conflicto interno de tintes ¨¦tnicos que ha dejado 400.000 muertos y dos millones de desplazados. Los sudaneses no son nuevos en territorio chadiano, a pesar de que la violencia llev¨® al Gobierno a cerrar sus puntos de entrada. Pero como ocurre en incontables fronteras africanas, estas son muy porosas, est¨¢n poco vigiladas y muchas de ellas ni se distinguen, no son m¨¢s que una l¨ªnea imaginaria en pleno campo, bosque o sabana.
De momento, Chad ha recibido en el departamento de Ade a m¨¢s de 100.000 personas procedentes de Sud¨¢n, el 90% mujeres y ni?os, y est¨¢n siendo atendidas en los puntos de registro establecidos por la OIM y ACNUR en coordinaci¨®n con el Gobierno. En los ¨²ltimos d¨ªas, 72 heridos han sido atendidos en el hospital de Adr¨¦ por M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) y las autoridades sanitarias locales, la mayor¨ªa por heridas de bala.
Seg¨²n MSF, muchos de los que se encuentran en estado cr¨ªtico se han quedado atr¨¢s, sin poder viajar a Chad ni acceder a atenci¨®n m¨¦dica en Darfur Occidental, incluida la capital, El Geneina, donde la violencia es especialmente intensa. ¡°Los refugiados de Darfur occidental informan de escenas de violencia muy inquietantes, con hombres armados disparando a la gente que intenta huir a pie, aldeas saqueadas y heridos que mueren. Los hospitales sobre el terreno carecen de personal, equipos y electricidad, lo que afecta a su capacidad de funcionamiento, si es que no han quedado ya fuera de servicio por la destrucci¨®n y los saqueos¡±, advierte Christophe Garnier, coordinador de emergencias de la organizaci¨®n m¨¦dica en Chad.
Chad, adem¨¢s, tiene otros frentes abiertos. Su proximidad con Nigeria por el este le ha costado que el grupo terrorista Boko Haram, procedente de este pa¨ªs, haya realizado incursiones en su territorio durante los ¨²ltimos ocho a?os, generando importantes flujos de desplazamiento forzado. En total, 1,1 millones de personas est¨¢n refugiadas o desplazadas en este pa¨ªs.
En Rep¨²blica Centroafricana (RCA), el conflicto entre el ej¨¦rcito y distintos grupos rebeldes, que se remonta a 2013 y no tiene visos de terminar, ha dejado un pa¨ªs sin servicios b¨¢sicos, sin infraestructuras, sin seguridad y con una situaci¨®n humanitaria calamitosa. Alrededor de una quinta parte de los cinco millones de habitantes de este pa¨ªs son desplazados internos o refugiados, seg¨²n el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja. Ahora RCA est¨¢ recibiendo tambi¨¦n a los que llegan a trav¨¦s del punto fronterizo de Am-Dafock: unas 13.800 personas, entre sudaneses y centroafricanos retornados, seg¨²n ACNUR, que afirma que los reci¨¦n llegados se est¨¢n alojando con familias de acogida o se han instalado en campamentos espont¨¢neos y escuelas. Dada la fr¨¢gil situaci¨®n de seguridad, est¨¢ resultando ¡°extremadamente dif¨ªcil¡± dar protecci¨®n a estas personas, que reclaman como principal prioridad la ayuda alimentaria seguida del acceso a art¨ªculos b¨¢sicos de socorro.
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