La escritora ucrania Victoria Amelina muere por las heridas sufridas en un bombardeo ruso en Kramatorsk
La novelista, de 37 a?os, hab¨ªa aparcado la ficci¨®n para denunciar los cr¨ªmenes de una guerra que finalmente le ha costado la vida
La escritora ucrania Victoria Amelina, de 37 a?os, es la v¨ªctima n¨²mero 13 del bombardeo ruso del pasado martes en Kramatorsk (regi¨®n oriental de Donetsk), seg¨²n anunci¨® en la noche del domingo Pen Ucrania, una organizaci¨®n que defiende los derechos de los autores y la libertad de expresi¨®n, a la que ella pertenec¨ªa. La autora, que engrosaba la lista de m¨¢s de 60 heridos, sucumbi¨® a ¨²ltima hora del s¨¢bado a las heridas en la cabeza que sufri¨® como consecuencia del impacto de un misil sobre el popular restaurante Ria. Entre los fallecidos hay tres menores, dos eran gemelas de 14 a?os. Un d¨ªa antes de producirse la muerte de la novelista, el presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, le rindi¨® un homenaje durante su tercera visita a Kiev. ¡°Necesitamos mujeres como ella para escribir la historia¡±, afirm¨® S¨¢nchez el s¨¢bado durante una intervenci¨®n ante el Parlamento ucranio.
¡°Con nuestro mayor dolor, les informamos de que la escritora ucrania Victoria Amelina falleci¨® el 1 de julio en el Hospital Mechnikov, en Dnipr¨®¡±, se?ala el comunicado. ¡°Estamos anunciando esta noticia ahora, cuando todos los miembros de la familia de Victoria se han enterado y con su consentimiento¡±, a?ade para explicar el tiempo pasado entre el fallecimiento y el anuncio.
Amelina era autora de libros infantiles y de dos novelas, pero a la sombra de la gran invasi¨®n rusa lanzada en febrero de 2022 dej¨® atr¨¢s la ficci¨®n y se centr¨® en la investigaci¨®n de cr¨ªmenes de guerra. Entre sus reconocimientos figuran premios como el Joseph Conrad o el haber sido finalista del Premio de Literatura de la Uni¨®n Europea. En Espa?a se acaba de traducir su novela Un hogar para Dom (Avizor).
La presencia de la escritora en Kramatorsk era casi accidental. Se hab¨ªa embarcado a ¨²ltima hora en un viaje junto a los colombianos H¨¦ctor Abad Faciolince, escritor; Sergio Jaramillo, excomisionado de paz en ese pa¨ªs, y la reportera Catalina G¨®mez. Hab¨ªan partido desde Kiev primero hacia la regi¨®n de J¨¢rkov y, despu¨¦s, hacia la de Donetsk. En J¨¢rkov tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el caso del escritor local Volod¨ªmir Vakulenko. Durante la ocupaci¨®n rusa el a?o pasado, Vakulenko decidi¨® enterrar sus diarios en el jard¨ªn de su vivienda en el pueblo de Kapitolivka, cerca de la localidad de Izium. Poco despu¨¦s fue asesinado por los invasores y su cuerpo trasladado a una fosa com¨²n. Amelina descubri¨® sus manuscritos y sac¨® a la luz lo ocurrido, otra atrocidad cometida por los rusos en Ucrania.
La escritora conoci¨® durante el fin de semana antes del bombardeo de Kramatorsk a Abad Faciolince y Jaramillo en un acto de la feria del libro de Kiev. Ambos hab¨ªan acudido a presentar la campa?a ¡°Aguanta Ucrania¡±, de solidaridad de Latinoam¨¦rica con la poblaci¨®n del pa¨ªs. Por eso, casi sobre la marcha, decidi¨® acompa?arlos junto a G¨®mez, tambi¨¦n con una s¨®lida experiencia durante el conflicto armado en esa zona del pa¨ªs.
El ¨²ltimo tuit de Amelina data del mismo martes del atentado. En ¨¦l aparece fotografiado Abad Faciolince sosteniendo la edici¨®n en ucranio de su famoso libro El olvido que seremos, en el que reflexiona en torno al asesinato en 1987 de su padre, un conocido m¨¦dico, catedr¨¢tico y activista de derechos humanos. La imagen, en la que est¨¢ abrazando a una librera llamada Yulia, fue tomada en Kapitolivka, un lugar que Victoria Amelina quiso que la delegaci¨®n colombiana conociera. ¡°Es como un abrazo solidario de Am¨¦rica Latina a Ucrania¡±, escribi¨® la novelista junto al lema ¡°Aguanta Ucrania¡±.
El propio Abad Faciolince rememor¨® durante una conversaci¨®n con EL PA?S la simb¨®lica entrevista que mantuvo con Amelina en el jard¨ªn de la casa de Vakulenko. ¡°Este era un viaje testimonial y, de pronto, se ha convertido en un viaje tr¨¢gico en el que nuestra colega Victoria Amelina est¨¢ entre la vida y la muerte. Y nosotros, tristes y consternados, volvemos a donde podamos¡ A donde todo parece perfecto¡±, lamentaba el escritor y periodista colombiano. La explosi¨®n rompi¨® un momento de risas en el que el grupo, sentando en una mesa del restaurante, bromeaba sobre la hora del toque de queda y la ley seca que impide tomar alcohol. ¡°No s¨¦ si voy a volver a ver otra vez el rostro de Victoria entre esas risas de la cerveza¡±, rumiaba dolido el escritor. Pasadas las horas, segu¨ªa sin alcanzar a comprender: ¡°Por qu¨¦ est¨¢bamos nosotros bien y ella, no¡±. M¨¢s all¨¢ de las contusiones, ninguno del grupo, incluido Dima, el conductor, sufri¨® heridas, salvo Amelina.
¡°El 27 de junio de 2023, Rusia cometi¨® otro crimen de guerra al enviar un misil Iskander con una ojiva altamente explosiva al restaurante Ria¡± y ¡°entre las personas gravemente heridas en este crimen se encuentra nuestra querida colega Victoria Amelina: una brillante escritora ucrania y activista de derechos humanos galardonada y mundialmente conocida¡±, denunciaron tres d¨ªas despu¨¦s del atentado las organizaciones Pen Ucrania y Truth Hounds, que investiga cr¨ªmenes de guerra. Amelina formaba parte de ambas.
¡°Esta es una ruleta en la que a uno le cae una esquirla y a otros, no. Es espantoso estar as¨ª, tener que vivir en un mundo en el que ocurren estas cosas, pero hay que dar testimonio y oponernos a ellas¡±, defendi¨® H¨¦ctor Abad Faciolince mientras se alejaba en coche del ¡°infierno¡± de Donetsk, al tiempo que los m¨¦dicos trataban de salvar la vida de Amelina. La escritora fue trasladada el mi¨¦rcoles en ambulancia desde el hospital n¨²mero tres de Kramatorsk a uno mejor dotado de la ciudad de Dnipr¨®. Estuvo en coma hasta su muerte.
¡°No creo que el derecho y los derechos humanos sean campos reservados para personas con t¨ªtulos. La ley trata de seres humanos en ¨²ltima instancia, o al menos deber¨ªa tener a las personas en el centro; eso es lo que hace que el derecho se asemeje a la literatura¡±, explic¨® en abril al peri¨®dico Kyiv Independent. Y siguiendo la estela de esa forma de pensar, al mes siguiente, Amelina se uni¨® al viaje en el que Abad Faciolince y Jaramillo quer¨ªan acercarse a esas v¨ªctimas objeto de su campa?a de solidaridad.
El restaurante Ria, como pudo comprobar este enviado especial cuatro d¨ªas antes del bombardeo, es un lugar muy popular frecuentado por periodistas, trabajadores humanitarios, voluntarios de diferentes organizaciones y militares. No es en ning¨²n caso una infraestructura del ej¨¦rcito, como asegur¨® Rusia para justificar el ataque.
Kramatorsk ya hab¨ªa sido el 8 de abril del a?o pasado escenario de un brutal ataque ruso contra civiles que estaban siendo evacuados desde la estaci¨®n de tren hacia otras regiones m¨¢s seguras del pa¨ªs. Las v¨ªctimas mortales ascendieron a 59.
Las autoridades de Ucrania anunciaron el pasado mi¨¦rcoles la detenci¨®n de un vecino de la ciudad al que consideran un agente prorruso. Aseguran que el mismo d¨ªa del bombardeo grab¨® un v¨ªdeo del restaurante Ria y sus alrededores antes de enviarlo a las autoridades rusas. ¡°Todo aquel que ayude a los terroristas rusos a destruir vidas merece el mayor de los castigos¡±, se?al¨® el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski.
Este es el panorama que dej¨® pintado Victoria Amelina el pasado 24 de junio: ¡°Por la noche observaba las bolas de fuego en el cielo desde mi balc¨®n en Kiev y escuchaba las explosiones. Me fui a dormir sin revisar las noticias. La guerra tiene lugar cuando ya no puedes seguir todas las noticias y llorar por todos los vecinos que murieron en lugar de ti a un par de millas a la redonda. Aun as¨ª, no quiero olvidar de aprenderme los nombres¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.