R¨ªo de Janeiro acepta tras muchas resistencias colocar c¨¢maras a sus polic¨ªas de ¨¦lite

Las unidades de ¨¦lite de la Polic¨ªa Militar de R¨ªo de Janeiro, las que inspiraron la premiada pel¨ªcula Tropa de ?lite (2007), usar¨¢n c¨¢maras en los uniformes de sus agentes en cumplimiento de una orden del Tribunal Supremo a la que el gobernador se ha resistido durante m¨¢s de un a?o. Grabar las acciones policiales es parte del esfuerzo de las fuerzas de seguridad para reducir la letalidad policial en Brasil, una de las mayores de Am¨¦rica Latina y especialmente grave en ese estado. El gobernador fluminense, el derechista Claudio Castro, ha aceptado finalmente que los agentes de los batallones que suelen protagonizar las incursiones en las favelas contra el narcotr¨¢fico participen en este iniciativa. El gatillo f¨¢cil contra sospechosos es habitual y las muertes de terceros por balas perdidas, tambi¨¦n. Un tercio de las muertes violentas en la ciudad de R¨ªo y Janeiro y su periferia son obra de la polic¨ªa, seg¨²n un reciente estudio.

Poco a poco las c¨¢maras van ganando espacio en las operaciones policiales, en distintos Estados brasile?os, porque su uso disminuye las muertes de sospechosos y agentes. No es una receta m¨¢gica, pero ofrece resultados positivos en combinaci¨®n con otras medidas como mejorar la formaci¨®n de los agentes o incorporar armas no letales. Todav¨ªa pasar¨¢n meses para que el decreto firmado por el gobernador Castro este martes se traduzca en agentes del BOPE (Batalh?o de Opera??es Policiais Especiais) y otros cuerpos, como los antidisturbios, con c¨¢maras en la pechera que graben sus acciones. El compromiso es tenerlas funcionando para el pr¨®ximo diciembre, pero antes los cuerpos de seguridad discutir¨¢n los detalles de la gesti¨®n y del uso de las im¨¢genes grabadas, seg¨²n el decreto del gobernador.

R¨ªo de Janeiro ya usa c¨¢maras en unidades policiales que, a priori, no se ven inmersas en enfrentamientos graves, como los agentes medioambientales o los que atienden a los turistas. Pero el gobernador ha tenido que ceder finalmente ante la presi¨®n del Tribunal Supremo, que en 2022 orden¨® a las autoridades estatales que le presentaran inmediatamente un calendario para implantar dispositivos de filmaci¨®n a los agentes de polic¨ªa, empezando con los que act¨²an en las favelas.

La Polic¨ªa Militar de R¨ªo es la m¨¢s letal de Brasil. En 2022 y por cuarto a?o consecutivo fue responsable de m¨¢s de un tercio de las muertes violentas en la ciudad y su zona metropolitana. Es decir, mat¨® a m¨¢s de 2.000 de las casi 6.000 v¨ªctimas mortales en ese periodo, que incluye el confinamiento, aunque fuera laxo, durante la pandemia. Es una realidad cotidiana y arraigada que solo en casos de matanzas con una veintena de sospechosos muertos recibe una cobertura comparable a la que los medios brasile?os han dado a las protestas violentas que se desataron el Francia despu¨¦s de que un agente matara a un adolescente de origen magreb¨ª que no par¨® en un control.

El gobernador de R¨ªo se ha resistido con u?as y dientes a que las unidades de ¨¦lite usaran c¨¢maras. Sostiene que pone en riesgo las operaciones de inteligencia. En junio intent¨® que los agentes que combaten en primera l¨ªnea el narcotr¨¢fico, y se ven implicados a menudo en enfrentamientos armados en las barriadas m¨¢s pobres, donde manda el tr¨¢fico de drogas, quedaran exentos. Castro proclam¨® que llegar¨ªa ¡°hasta el final¡±. Prometi¨® ¡°luchar judicialmente en todas las instancias¡± para zafarse de una orden del Tribunal Supremo. Pero ha perdido el pulso ante la determinaci¨®n de la m¨¢xima corte y los prometedores resultados de esta iniciativa en otros estados como S?o Paulo.

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