El nuevo muro de Europa: Finlandia construye una valla de 200 kil¨®metros para protegerse de Rusia
La infraestructura, que cubrir¨¢ el 15% de la frontera entre ambos territorios, simboliza la desconfianza del pa¨ªs n¨®rdico, incorporado esta semana a la OTAN, hacia su gigantesco vecino
Los 46 kil¨®metros por los que transcurre una remota carretera del noreste de Finlandia reflejan, casi como ning¨²n otro s¨ªmbolo, el deterioro de las relaciones entre Rusia y el pa¨ªs n¨®rdico. Tambi¨¦n ilustran con nitidez la transformaci¨®n del marco de la seguridad europea en el ¨²ltimo a?o, sacudido por la invasi¨®n rusa de Ucrania. La pista que conduce a trav¨¦s de la infinita taiga al cruce fronterizo de Raja-Jooseppi es un manto blanco por el que hoy, en plena tensi¨®n con Mosc¨², circulan casi exclusivamente veh¨ªculos de las fuerzas de seguridad. Una v¨ªa, abandonada por las quitanieves, y unas instalaciones fronterizas en las que se invirtieron varios millones de euros de fondos europeos precisamente para favorecer esos tr¨¢nsitos con Rusia y a las que hoy llegan menos de 10 pasajeros diarios. Las gr¨²as volver¨¢n pronto, pero esta vez para comenzar a construir una valla en la que constituye la nueva frontera entre la OTAN y Rusia tras formalizarse esta semana la adhesi¨®n de Finlandia a la Alianza Atl¨¢ntica. Justo lo contrario de lo que se pretendi¨® al idear esta infraestructura.
El paso fronterizo de Raja-Jooseppi se encuentra en la zona m¨¢s despoblada ¡ªy una de las m¨¢s fr¨ªas¡ª de toda la Uni¨®n Europea. Situado en pleno parque nacional, inmensos bosques de pinos y abetos se extienden a su alrededor. Miles de kil¨®metros cuadrados en los que no reside nadie ¡ªel nombre proviene de un ermita?o que vivi¨® en una caba?a a principios del siglo pasado¡ª, donde osos, lobos y glotones imponen su ley y las heladas se prolongan de octubre a mayo. Inaugurado en 1967, sus registros anuales reflejan la ¨¦poca aperturista tras el fin de la Guerra Fr¨ªa, con un aumento constante del tr¨¢fico hasta 2014 que se vio truncado primero por la anexi¨®n rusa de la pen¨ªnsula ucrania de Crimea, despu¨¦s por la pandemia de covid y finalmente por la invasi¨®n de Ucrania.
La ausencia de veh¨ªculos y la nieve acumulada ofrecen a las flamantes instalaciones un aspecto de semiabandono. Tres meses antes del ataque a gran escala contra Ucrania, se inauguraron los cuatro carriles con techos cubiertos, con la intenci¨®n de agilizar y hacer m¨¢s c¨®modas las inspecciones a temperaturas que pueden llegar a rozar los 50 grados bajo cero. Jam¨¢s han llegado a usarse simult¨¢neamente; tampoco hay personal para examinar m¨¢s de un veh¨ªculo al mismo tiempo. Mikael y Tapio, dos j¨®venes guardias fronterizos que prefieren no dar su apellido, aguardan en la caseta a que el reloj marque las 15.00. Ha sido un d¨ªa ¡°muy tranquilo¡± y no parece probable que vaya a aparecer nadie en los 35 minutos que restan para que se cierre el puesto fronterizo hasta las nueve de la ma?ana del d¨ªa siguiente.
¡°Se est¨¢ m¨¢s a gusto aqu¨ª que ah¨ª fuera con el fr¨ªo que hace¡±, comenta Mikael, quien provoca una t¨ªmida risa de su compa?ero, unos a?os menor que ¨¦l. Los m¨¢s de 60 miembros del equipo de la guardia fronteriza destinado en Raja-Jooseppi, cuya base est¨¢ a unos seis kil¨®metros del territorio ruso, patrullan toda la zona m¨¢s cercana a la frontera con quads y motos de nieve; una franja de terreno vetada a la ciudadan¨ªa (salvo que se disponga de un permiso especial). En 2013, unas 400 personas cruzaban a diario por este puesto; hoy, la media no llega a la decena, y alguna jornada no pasa nadie. ¡°Algunos son rusos a la ida, y finlandeses a la vuelta¡±, ironiza Mikael, en referencia a los ciudadanos con doble nacionalidad ¡ªpermitida desde 2003¡ª; unos 30.000 en toda Finlandia, que a¨²n pueden viajar de un pa¨ªs al otro sin apenas restricciones.
Con el consenso de todos los grupos parlamentarios, y a propuesta de la Guardia Fronteriza de Finlandia, el pasado octubre se aprob¨® la construcci¨®n de la valla en la frontera oriental. Sanna Marin, la primera ministra ¡ªen funciones desde el pasado jueves tras dimitir por el reciente resultado electoral¡ª aleg¨® que era necesaria ante ¡°la nueva situaci¨®n de seguridad¡± generada por la guerra en Ucrania. La socialdem¨®crata subray¨® que la finalidad principal del muro ser¨¢ la prevenci¨®n frente a ¡°las amenazas h¨ªbridas¡± de Rusia, sobre todo ¡°la explotaci¨®n de la migraci¨®n masiva¡±. Unos meses antes, Finlandia inici¨® un giro hist¨®rico al abandonar su neutralidad y comenzar el proceso de adhesi¨®n en la Alianza Atl¨¢ntica que culmin¨® el martes.
En febrero se empezaron a construir tres kil¨®metros de valla en el sur, cerca de la ciudad de Imatra. El proyecto piloto est¨¢ previsto que finalice en junio, pero la obra definitiva, que cubrir¨¢ el 15% de los 1.340 kil¨®metros que separan a Finlandia de su gigantesco vecino ¡ªla segunda frontera m¨¢s larga del continente, tras la de Rusia y Ucrania¡ª no concluir¨¢ hasta 2026. La mayor¨ªa de los obst¨¢culos se levantar¨¢n en la franja m¨¢s meridional, pero se construir¨¢ valla en torno a los ocho puestos fronterizos ¡ªla longitud de cada tramo es informaci¨®n confidencial¡ª, incluidos los de Salla y Raja-Jooseppi, al norte del c¨ªrculo polar ¨¢rtico. ¡°Rusia utiliz¨® [en 2015 y 2016] a migrantes como un arma en esa zona de Laponia¡±, sostiene por tel¨¦fono Pekka Virkki, analista de la revista militar Suomen Sotilas. ¡°Y el riesgo de que Mosc¨² vuelva a recurrir a la migraci¨®n masiva siempre ha estado latente¡±, agrega el experto, que considera que la valla ser¨¢ ante todo ¡°un s¨ªmbolo¡± de la nueva relaci¨®n con el pa¨ªs euroasi¨¢tico.
A finales de 2015, cuando cientos de miles de migrantes se agolpaban en las fronteras suroccidentales de la UE, unos centenares pidieron refugio en el puesto fronterizo de Storskog, el ¨²nico entre Rusia y Noruega, inaugurando la llamada ruta del ?rtico. Despu¨¦s de que Oslo modificara su legislaci¨®n de manera expr¨¦s para dificultar el acceso al asilo en el norte del pa¨ªs, tras acumular 5.600 solicitudes, las im¨¢genes de migrantes exhaustos, por carreteras nevadas en bicicletas muy b¨¢sicas reci¨¦n compradas ¡ªRusia proh¨ªbe los cruces a pie¡ª, comenzaron a verse en Salla y Raja-Jooseppi. M¨¢s de 1.600 refugiados entraron ese invierno en Finlandia por los dos cruces m¨¢s septentrionales.
La llegada de sirios, afganos e iraqu¨ªes a la Laponia finlandesa se cort¨® de ra¨ªz en marzo de 2016 tras el acuerdo en Mosc¨² entre el presidente finland¨¦s, Sauli Niinist?, y Vlad¨ªmir Putin por el que los pasos de Raja-Jooseppi y Salla solo podr¨ªan usarse los siguientes seis meses por ciudadanos rusos y finlandeses. Poco despu¨¦s de la visita de Niinist? ¡ªen el cargo desde hace un decenio y uno de los mandatarios europeos que m¨¢s relaci¨®n ha tenido con el presidente ruso¡ª, Putin declar¨® que, al observar la frontera, ve¨ªa al otro lado ¡°finlandeses¡±, pero que si Finlandia entraba en la OTAN, ver¨ªa ¡°enemigos¡±.
El futuro muro, que en total sumar¨¢ unos 200 kil¨®metros, tendr¨¢ un coste aproximado de 380 millones de euros. Una robusta valla de tres metros de altura, coronada con alambres de p¨²as, y equipada con c¨¢maras de visi¨®n nocturna, altavoces, focos de luz y una carretera paralela. La obra va en l¨ªnea con los muros que Polonia y los pa¨ªses b¨¢lticos han levantado ¡ªo est¨¢n construyendo¡ª en sus fronteras con Rusia o con las de su aliado Bielorrusia. Desde 2020, el r¨¦gimen bielorruso ha alentado y facilitado la llegada de decenas de miles de migrantes a las fronteras exteriores de la UE, en respuesta a las distintas sanciones impuestas por Bruselas.
Las autoridades fronterizas de Finlandia sostienen que el muro es ¡°necesario¡± para prevenir ¡°la instrumentalizaci¨®n de llegadas masivas¡± y que ninguna alternativa resulta ¡°m¨¢s econ¨®mica ni m¨¢s efectiva¡±. En julio se aprobaron reformas a la Ley de la Guardia de Fronteras que permiten al Gobierno, en una situaci¨®n de crisis, centralizar la recepci¨®n de solicitudes de asilo en un ¨²nico puesto fronterizo. Los documentos oficiales mencionan que el muro reforzar¨¢ ¡°la seguridad regional y evitar¨¢ posibles anexiones territoriales¡±. Virkki y otros analistas consultados consideran, sin embargo, que su utilidad a nivel militar ser¨¢ ¡°pr¨¢cticamente nula¡±.
Finlandia tard¨® m¨¢s que Polonia y los pa¨ªses b¨¢lticos en aprobar la construcci¨®n de sus vallas; y es el que proyecta las obras m¨¢s a largo plazo. Casi cuatro a?os de trabajo en los que se tratar¨¢ de limitar el impacto sobre los cursos de agua y se facilitar¨¢n los cruces de animales. La inestabilidad del terreno y el duro, oscuro y largo invierno finland¨¦s ¡ªadem¨¢s de los procedimientos de expropiaci¨®n forzosa y los concursos para la adjudicaci¨®n de los contratos¡ª tambi¨¦n retrasar¨¢n su conclusi¨®n.
El muro reflejar¨¢ el enfriamiento definitivo de unos v¨ªnculos que se fomentaron y estrecharon desde mediados de los a?os noventa y que trataron de resistir a las consecuencias de la anexi¨®n de Crimea y de la pandemia. ¡°Las relaciones est¨¢n congeladas, pero por suerte no est¨¢n muertas; a¨²n podemos mantener el contacto personal con nuestros familiares, colegas y amigos en Rusia¡±, comenta por tel¨¦fono Olga Davydova-Minguet, profesora de la Universidad del Este de Finlandia. La investigadora, que ha dedicado m¨¢s de 20 a?os a estudiar la relaci¨®n transfronteriza entre ambos pa¨ªses, admite, pese a todo, las consecuencias que han tenido las restricciones derivadas de la guerra en distintos sectores econ¨®micos, en el ¨¢mbito acad¨¦mico y en los v¨ªnculos personales de decenas de miles de ciudadanos.
Davydova-Minguet, que emigr¨® en 1991 de la ciudad rusa de Petrozavodsk (a 200 kil¨®metros de la frontera), destaca el impacto que han tenido las restricciones a los cruces transfronterizos en los casi 90.000 rus¨®fonos que residen en Finlandia, la mayor¨ªa con familiares al otro lado. Los cambios son m¨¢s evidentes en el sur, en ciudades como Lappeenranta o Joensuu, donde una porci¨®n significativa de la poblaci¨®n tiene el ruso como lengua materna, o en peque?os pueblos muy pr¨®ximos a la frontera en los que la mayor¨ªa de los negocios han cerrado ante la ausencia de turistas.
Jussi P. Laine, profesor de Geograf¨ªa Humana, y colega de Davydova en la Universidad del Este de Finlandia, rechaza de plano la construcci¨®n de la valla fronteriza. ¡°M¨²ltiples estudios demuestran que los costes de construir muros son mayores que sus beneficios¡±, sostiene el investigador, especializado en movilidad y seguridad transfronteriza. ¡°La valla genera una falsa sensaci¨®n de seguridad, y distrae a las personas de los verdaderos motivos de inseguridad¡±, resalta Laine, quien a?ade que en caso de que Finlandia se enfrente a episodios de migraci¨®n masiva, los obst¨¢culos solo provocar¨¢n ¡°la evaporaci¨®n¡± y la reorganizaci¨®n en grupos m¨¢s peque?os, menos visibles y m¨¢s dif¨ªciles de monitorear. ¡°En la mayor¨ªa de los casos, los muros no han reducido las cifras de cruces irregulares, solo los han convertido en m¨¢s peligrosos y letales¡±, sentencia.
Con la entrada de Finlandia en la OTAN, la Alianza ha incorporado al miembro con mayores capacidades militares de los ¨²ltimos dos decenios y ha aumentado su frontera con Rusia a m¨¢s del doble. Una l¨ªnea divisoria que se extiende desde el ?rtico hasta Kaliningrado, cuyos extremos quedan muy pr¨®ximos a las bases rusas de la Flota del Norte y la Flota del B¨¢ltico. M¨¢s de 2.000 kil¨®metros de linde en los que proliferan muros que recuerdan al tel¨®n de acero ¡ªdesplazado hacia el este¡ª y que evidencian las escasas esperanzas de normalizar las relaciones con Rusia a corto o medio plazo. Una frontera que se ha transformado en las ¨²ltimas d¨¦cadas y que est¨¢ vetada a los turistas rusos, salvo a trav¨¦s del paso fronterizo de Storskog, el ¨²nico que desde 1949 separa a la Alianza Atl¨¢ntica de su principal raz¨®n de ser.
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