El pacto migratorio de Von der Leyen con T¨²nez incomoda a algunos pa¨ªses de la UE por la falta de consulta previa

El acuerdo migratorio de la Comisi¨®n Europea con T¨²nez, que plantea aportar fondos al pa¨ªs a cambio de que gestione los flujos migratorios y que Bruselas quiere convertir en modelo para otros pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito con el fin de frenar las llegadas, ha generado cierto malestar entre los Estados miembros por la falta de consulta previa del Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen. En el ¨²ltimo consejo de ministros de Exteriores y en reuniones diplom¨¢ticas, los socios han afeado a la Comisi¨®n que se saltase la pauta de la aprobaci¨®n previa de la letra peque?a del pacto y han advertido de que deber¨¢ seguirse para los sucesivos, seg¨²n apuntan fuentes comunitarias. Adem¨¢s, a Estados miembros como Alemania y B¨¦lgica no les satisface el contenido del memorando de entendimiento, que plantea cinco pilares de financiaci¨®n, y que ha generado cr¨ªticas por los ataques contra los derechos humanos que se atribuyen al Gobierno del presidente tunecino, Kais Said. M¨¢s all¨¢ de las cantidades concretas comprometidas, el acuerdo aspira a movilizar unos 900 millones de euros de financiaci¨®n al pa¨ªs magreb¨ª, aunque vinculado a que el Fondo Monetario Internacional apruebe su propio desembolso.

Las pautas de las instituciones comunitarias marcan que este tipo de acuerdos de pol¨ªtica exterior y seguridad tengan la luz verde previa de los Estados miembros. Y aunque en la ¨²ltima cumbre del Consejo Europeo se trat¨® de incluir el inter¨¦s de explorar este tipo de acuerdos ¡ªcomo hab¨ªa alentado la presidenta Von der Leyen en una carta previa¡ª, las capitales quer¨ªan conocer la letra peque?a y aprobarla antes y no despu¨¦s, se?alan fuentes diplom¨¢ticas.

Tambi¨¦n ha generado insatisfacci¨®n el concepto de Team Europe, una f¨®rmula por la que la Comisi¨®n ha colaborado con Italia y Pa¨ªses Bajos ¡ªVon der Leyen viaj¨® dos veces a ver a Said con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y con el holand¨¦s, Mark Rutte¡ª para presentar en T¨²nez el memorando. El malestar se ha ampliado a algunas voces del Parlamento Europeo, como la liberal Sophie in ¡®t Veld, que plantea qu¨¦ legitimidad y estructura tiene la f¨®rmula.

El acuerdo con T¨²nez se ha gestado de manera muy diferente al pacto con Turqu¨ªa, que supuso un cambio radical en la pol¨ªtica migratoria de la UE y que fue firmado y avalado primero por todos los Estados miembros (en ese momento, 28, con el Reino Unido) en 2016.

El malestar por la falta de consulta previa no opaca, sin embargo, que hay una mayor¨ªa de socios interesados en explorar los modelos para frenar las llegadas de migrantes a la UE. Ahora, tras el memorando de entendimiento con T¨²nez, que a¨²n debe completarse y que debe recibir la luz verde formal de los l¨ªderes de los Veintisiete, Bruselas explora pactos con Egipto o con Marruecos. Pero estos tendr¨¢n que pasar por la mesa de los socios, lo que podr¨ªa ralentizar la redacci¨®n e incluir un proceso de negociaci¨®n, apuntan fuentes comunitarias.

El pacto con T¨²nez se basa en cinco pilares sectoriales de financiaci¨®n, seg¨²n el memorando presentado en julio, que suman unos 300 millones de euros. De ellos, unos 105 millones son para el refuerzo de fronteras, pero el resto es para programas de desarrollo econ¨®mico, energ¨ªa o digitalizaci¨®n. El memorando fija para el tercer trimestre de este a?o una eventual revisi¨®n destinada a incluir un paquete de 900 millones de euros para que T¨²nez aborde las reformas impulsadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un pr¨¦stamo que a¨²n no se ha pactado de 1.900 millones de d¨®lares (cerca de 1.700 millones de euros).

Mientras, Bruselas tratar¨¢ de cerrar lo antes posible el pacto migratorio, una de las prioridades de este semestre durante la presidencia espa?ola del Consejo de la UE. Tras cerrar el pasado junio dos de los ¨²ltimos flecos, en forma de reglamento, que consagran el concepto de solidaridad obligatoria y que establecen el reparto de solicitantes de asilo entre todos los Estados miembros, o el pago de 20.000 euros por migrante rechazado por parte de socios que no est¨¦n expuestos a grandes presiones de llegada, ahora queda cerrar el ¨²ltimo cap¨ªtulo, el reglamento de gesti¨®n de crisis y fuerza mayor.

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