El progresista Bernardo Ar¨¦valo aventaja por 30 puntos la intenci¨®n de voto en Guatemala
Seg¨²n la ¨²ltima encuesta de ¡®Prensa Libre¡¯, los ciudadanos optar¨¢n en las elecciones de este domingo mayoritariamente por el candidato del Movimiento Semilla porque lo perciben como no corrupto, les inspira confianza y representa el cambio
El candidato que nadie vio llegar al balotaje, Bernardo Ar¨¦valo de Le¨®n, del partido progresista Movimiento Semilla, se perfila como el ganador de la elecci¨®n presidencial en Guatemala, seg¨²n la ¨²ltima encuesta divulgada a cuatro d¨ªas de los comicios. El estudio del diario Prensa Libre y el canal Guatevisi¨®n sit¨²a al soci¨®logo de 64 a?os en el primer lugar de la intenci¨®n de voto (64,9%) frente a su contendiente del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), la exprimera dama Sandra Torres Casanova (35,1%).
La ventaja de Ar¨¦valo se explica porque los ciudadanos perciben que no es corrupto, les inspira confianza y representa el cambio. As¨ª respondieron mayoritariamente los 1200 encuestados de todo el pa¨ªs ante la pregunta ¡°?Por qu¨¦ raz¨®n votar¨ªa por ¨¦l o ella?¡± que hizo la firma ProDatos. En el caso de quienes se decantaron por Torres destacan los programas de ayuda a los pobres que ejecut¨® cuando era primera dama y que promueve en su programa electoral.
Este domingo 20 de agosto, 9,3 millones de ciudadanos est¨¢n llamados a las urnas en la segunda vuelta para decidir qui¨¦n gobernar¨¢ en Guatemala los pr¨®ximos cuatro a?os, Ar¨¦valo o Torres. Luego de dos gobiernos, el de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, que han incumplido sus promesas de frenar la corrupci¨®n -el ¨ªndice de Percepci¨®n de la Corrupci¨®n de Transparencia Internacional, ha ca¨ªdo 4 puntos en los ¨²ltimos diez a?os- el hartazgo rebosa entre la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa, que exige cambios. Con una propuesta contra las pr¨¢cticas corruptas e integrantes con trayectoria reconocida y desligados de las formas tradicionales de hacer pol¨ªtica, Semilla se ha convertido en el catalizador de las demandas ciudadanas. ¡°Semilla nos dio esperanza, la esperanza que hab¨ªamos esperado durante mucho tiempo¡±, dice Juli¨¢n Bustamante, un operador de callcenter de 21 a?os que asisti¨® al cierre de campa?a de Bernardo Ar¨¦valo este mi¨¦rcoles en la capital guatemalteca.
La encuesta de alcance nacional que Prensa Libre encarg¨® a la firma Prodatos concluye que Ar¨¦valo aventaja a Torres en todos los grupos etarios, pero la preferencia hacia el progresista es m¨¢s marcada entre los j¨®venes de 18 a 30 a?os. La fortaleza de Ar¨¦valo est¨¢ en las ¨¢reas urbanas de Guatemala, de acuerdo con los datos recopilados entre el 10 y el 14 de agosto a partir de 1.200 entrevistas. Los resultados globales son similares a la medici¨®n que elabor¨® CID Gallup para la Fundaci¨®n Libertad y Desarrollo y que ubica en la delantera a Ar¨¦valo con 61% y a Torres con un 39% en la intenci¨®n de voto.
A Torres se la reconoce como la candidata que ¡°ayuda a los pobres¡±, seg¨²n la encuesta de Prensa Libre. Esa cualidad se le atribuye a partir de los programas sociales que promovi¨® durante el gobierno de su esposo, ?lvaro Colom, entre 2008 y 2011. Al final del mandato, Torres se divorci¨® de Colom, que falleci¨® en enero pasado. El reconocimiento p¨²blico hacia Ar¨¦valo, que ejerce como diputado por el partido Semilla, es porque ¡°no es corrupto¡± y ¡°genera m¨¢s confianza¡±, seg¨²n el estudio de Prodatos.
Ar¨¦valo se present¨® a la primera vuelta del 25 de junio sin expectativas de pasar al balotaje, luego de ocupar los ¨²ltimos lugares de las encuestas que midieron la preferencia de los ciudadanos frente a 23 candidaturas presidenciales. La variable que no controlaron las encuestas y que es posible conocer ahora, con los resultados de un estudio de la Fundaci¨®n Libertad y Desarrollo, es que el 21% de los ciudadanos decidi¨® su voto una semana antes de la elecci¨®n y otro 21% lo hizo en el atril y de frente a la papeleta.
Lo que tampoco pudieron identificar las encuestas fue qu¨¦ candidato captar¨ªa los votos de los tres presidenciables excluidos del proceso electoral por decisiones judiciales. A inicios de mayo, cuando el finquero Carlos Pineda lider¨® la intenci¨®n de voto se activ¨® una estrategia legal que, en menos de un mes, logr¨® inhabilitar su candidatura. La salida del favorito y el desencanto ante otros postulantes moviliz¨® tambi¨¦n, seg¨²n se ve en las encuestas, el inter¨¦s hacia Semilla.
Al cierre de los conteos, que se sometieron a un segundo examen por denuncias de anomal¨ªas, Ar¨¦valo sum¨® la confianza de 654.534 mil ciudadanos, el 12 % de los 5,5 millones de votos v¨¢lidos. Sandra Torres, que se postula por tercera vez a la presidencia, obtuvo el 15,8 % de los votos v¨¢lidos, detr¨¢s del 17,4 % de votos nulos, la opci¨®n m¨¢s votada que recoge la inconformidad de la ciudadan¨ªa frente a la oferta pol¨ªtica.
El estudio de la Fundaci¨®n Libertad y Desarrollo advierte que en la segunda vuelta el voto nulo podr¨ªa bajar hasta diez puntos. Del 11% de indecisos, el equivalente a 7 puntos se decantar¨ªa por Ar¨¦valo y los dem¨¢s elegir¨ªan a Torres, explica a EL PA?S el director ejecutivo de la fundaci¨®n, Paul Boteo.
La desinformaci¨®n y los se?alamientos no minan la confianza
Con el pase de Ar¨¦valo a la segunda vuelta, sobrevino la persecuci¨®n penal en contra del Movimiento Semilla por la supuesta falsificaci¨®n de firmas de los simpatizantes que se adhirieron para conformar el partido, que qued¨® legalmente autorizado en 2018. Horas antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) hiciera oficiales los resultados y abriera la convocatoria para la segunda vuelta, el Ministerio P¨²blico anunci¨® que un juez hab¨ªa accedido a su petici¨®n para cancelar la personer¨ªa jur¨ªdica del Movimiento Semilla.
La decisi¨®n judicial, a cargo del juez Fredy Orellana, sancionado por el Departamento de Estado de EE UU prendi¨® las alarmas en torno a una ruptura institucional, por la intromisi¨®n de un juez penal en las atribuciones exclusivas del Tribunal Supremo Electoral. Adem¨¢s, la orden judicial va contra la prohibici¨®n de cancelar partidos pol¨ªticos durante un proceso electoral, dispuesta en la Ley Electoral y de Partidos Pol¨ªticos.
Constitucionalistas, juristas, organizaciones de la sociedad civil, acad¨¦micos, las c¨¢maras empresariales y buena parte de la ciudadan¨ªa rechazaron la avanzada para cancelar al partido Semilla. El Ministerio P¨²blico insiste en que hay varios il¨ªcitos en torno a la conformaci¨®n del partido, mientras que los dirigentes del partido se?alan que se trata de un bloqueo para frenar su avance pol¨ªtico. Las encuestas muestran que los se?alamientos no hicieron mella en la preferencia de los votantes.
As¨ª, las ¨²ltimas semanas, Ar¨¦valo y su partido han debido lidiar con las pesquisas que se dirigen desde la fiscal¨ªa que persigue a exoperadores de justicia anticorrupci¨®n y a periodistas. Tambi¨¦n han tenido que enfrentar campa?as de desinformaci¨®n que ubican al Movimiento Semilla como promotor de la identidad de g¨¦nero, de la diversidad sexual, del aborto, as¨ª como del matrimonio igualitario. En m¨¢s de una ocasi¨®n, Ar¨¦valo ha explicado que no promueven ninguna de esas iniciativas, m¨¢s que el respeto y la no discriminaci¨®n.
Aunque la diversidad y la identidad de g¨¦nero son derechos reconocidos en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, las ideas caen como balde de agua fr¨ªa entre los grupos conservadores. En esos grupos se ha enfocado la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza.
Mientras, el Movimiento Semilla tiene como sus principales aliados a la ciudadan¨ªa, que se lanz¨® a defender su voto ante las voces de fraude y que, ante la persecuci¨®n de la fiscal¨ªa, sali¨® a las calles para acuerpar la propuesta que les da esperanza y representa la oportunidad de cambio, bajo el liderazgo de Ar¨¦valo, el candidato que pas¨® inadvertido para las encuestas hasta la primera vuelta. Con su victoria el 25 de junio, se materializ¨® la visi¨®n de Ronaldo Robles, el jefe de campa?a de Semilla, que muri¨® de forma accidental en febrero pasado: ¡°No nos van a ver venir, vamos a llegar y no se van a dar cuenta¡±.
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