Detenida la c¨²pula de la polic¨ªa militar de Brasilia por permitir el asalto bolsonarista al coraz¨®n del poder
La fiscal¨ªa acusa a los uniformados de intento de golpe de Estado y sostiene que conoc¨ªan los planes de los invasores sin hacer nada para frenarlos
El comandante de la Polic¨ªa Militar de Brasilia, Klepter Rosa Gon?alves, ha sido detenido este viernes junto a otros seis miembros de la c¨²pula del cuerpo acusados de incumplir a sabiendas su deber de impedir el asalto de miles de bolsonaristas a las sedes del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo el pasado 8 de enero. La Fiscal¨ªa sostiene en su denuncia que ¡°hab¨ªa sinton¨ªa ideol¨®gica entre los denunciados y quienes abogaban por una intervenci¨®n de las Fuerzas Armadas¡± para derrocar al reci¨¦n electo Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que venci¨® en las urnas al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Los siete jefes de la Polic¨ªa Militar detenidos esta ma?ana por agentes federales est¨¢n acusados de delitos tan graves como abolici¨®n violenta del Estado de derecho e intento de golpe, adem¨¢s de da?o al patrimonio y omisi¨®n del deber. ¡°Compart¨ªan entre s¨ª mensajes de tenor golpista por lo menos desde las elecciones con cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso electoral¡±, seg¨²n la Fiscal¨ªa General del Estado.
Para Eduardo Heleno, profesor del Instituto de Estudios Estrat¨¦gicos de la Universidad Federal Fluminense, esta operaci¨®n ¡°demuestra claramente la participaci¨®n de sectores de la Polic¨ªa Militar y de las Fuerzas Armadas en la conspiraci¨®n para el intento de golpe, muestra hasta qu¨¦ punto la acci¨®n pol¨ªtica y el discurso bolsonarista erosion¨® la institucionalidad de las fuerzas de seguridad y la participaci¨®n de Bolsonaro en toda la trama es cada vez m¨¢s evidente¡±. El analista subraya que la investigaci¨®n abre ¡°una oportunidad ¨²nica para reevaluar el papel de los militares y las funciones de las Fuerzas Armadas¡± y subraya que resolver este caso ¡°es fundamental para recuperar la democracia y perfeccionarla¡±.
El cerco en torno a Bolsonaro se estrecha. Inhabilitado, no podr¨¢ presentarse a unas elecciones en ocho a?os. La polic¨ªa ha anunciado que va a investigar sus movimientos financieros y los de su esposa, y cada d¨ªa surgen revelaciones sobre sus supuestas maniobras, fuera para atacar el proceso electoral o para vender las joyas que le regal¨® Arabia Saud¨ª en su calidad de presidente.
Desde el mismo d¨ªa del asalto de Brasilia hubo sospechas de la complicidad de las fuerzas de seguridad, que incluso escoltaron a los bolsonaristas en su marcha, inicialmente pac¨ªfica, desde un campamento en el cuartel general del Ej¨¦rcito hasta la plaza de los Tres Poderes. Y cuando deriv¨® en una invasi¨®n en toda regla, la mayor¨ªa de los agentes permaneci¨® impasible. Aquel domingo, la primera decisi¨®n del presidente Lula, que llevaba siete d¨ªas en el cargo, fue destituir temporalmente al gobernador del Distrito Federal y a su secretario de Seguridad P¨²blica, un comisario de polic¨ªa llamado Anderson Torres que ven¨ªa de ocupar esa misma cartera en el Gobierno de Bolsonaro.
Torres, que el d¨ªa del asalto estaba en Florida, como el expresidente Bolsonaro, fue detenido a su regreso y, tras varios meses encarcelado, est¨¢ en arresto domiciliario.
Pr¨¢cticamente toda la tropa bolsonarista que protagoniz¨® el asalto ha sido ya formalmente acusada. M¨¢s de mil personas se sentar¨¢n en el banquillo en una fecha que a¨²n no ha sido decidida. Una minor¨ªa sigue en prisi¨®n.
En Brasil, la Polic¨ªa Militar es el cuerpo que se despliega en las calles y se encarga de la seguridad p¨²blica. Suman m¨¢s de 400.000 agentes y dependen de los gobernadores de sus Estados. Y para Bolsonaro siempre han sido uno de sus caladeros de votos m¨¢s importantes. Ya desde que era diputado se esmer¨® en defender los intereses corporativos de los soldados rasos de las Fuerzas Armadas y de los agentes de las polic¨ªas militares.
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